Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Justo a la medida
Bosquejos Bíblicos… Lectura Biblica: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” Filipenses 1:6
Introducción:
Nadie conoce mejor el producto que aquel que lo fabricó; así que el fabricante es el único que conoce la razón o propósito por el cual diseñó y elaboró su producto. Las circunstancias en las que nacimos no definen el propósito por el cual fuimos creados; así que tú inicio no determina tu final.
Un estudio de Ali Binazir de las probabilidades de tu existencia arrojó lo siguiente:
- Las probabilidades de que tus padres se hayan encontrado en el lugar donde se conocieron por primera vez es 1 en 20mil.
- 1 de 10 de que se hayan hablado.
- 1 de 100 de que salgan por primera vez y después de ahí que salgan durante más tiempo.
- Y finamente una moneda al aire de que ellos sigan juntos hasta que te hayan tenido a ti.
- Si combinamos estas probabilidades nos dan 1 en 40 millones.
Asombroso verdades, pero falta más.
Tú fuiste un esperma y las probabilidades de que ese esperma y no otro se haya encontrado con el ovulo de tu madre es de 1 en 400 cuatrillones.
Si sumamos ese número con la probabilidad de que tus ancestros no hayan interrumpido su linaje durante toda la existencia humana, nos de 1 a la 45,000 potencia.
Eso es un 10 con 45 mil ceros al lado.
Ese número es más largo que todas las partículas que hay en el universo incluso si consideráramos que cada una de estas partículas fuera un universo en sí misma.
¿Me vas a decir que naciste por casualidad?
Pero espera hay más.
El esperma correcto tuvo que conseguir el óvulo correcto en cada uno de tus ancestros de cada generación y la probabilidad de que esto suceda es de 1 en 10 a las 2,640,000 potencia.
Eso es un cuatrillón multiplicado por otro cuatrillón por cada generación tuya.
Finalmente si sumamos todo lo dicho, combinado con todas las probabilidades; nos da que la probabilidad de que tu exista es: 1 a las 10 2,685,000 potencia.
¿Sabes qué significa esto?
Que 2 millones de personas se juntaron en un mismo lugar y arrojaran un dado con un trillón de caras y cada una de estas personas haya obtenido el mismo número de 12 dígitos.
- La probabilidad de todo esto es CERO.
- La probabilidad de que estés aquí es CERO.
- Eres un milagro.
- Tu vida no es una casualidad.
- Tu vida es una causalidad.
- Tú no estás aquí por algo está aquí para algo.
- Nadie podrá hacer lo que solo tu estas llamado a hacer, al menos no como lo harías tú.
- Dios te creo porque tu vida vino a bendecir esta tierra.
Pero… también es importante que entendamos que somos un ser tricótomo compuesto por un espíritu, alma y cuerpo. Somos un espíritu que habita en cuerpo y se le asignó un alma para así tener conciencia de existencia humana. Cuando una persona viene a Cristo y recibe su señorío, de manera sobrenatural viene un cambio de naturaleza (Colosenses 1:13). Así que somos nueva creatura en Cristo y toda nuestro ser es transformado. Sin embargo hay una área del alma que debe ser procesado y esta es la mente (Efesios 4:22-23).
En la mente aún radican los:
- Hábitos.
- Patrones de pensamientos.
Con toda la información necesaria para aun estando en Cristo sigamos sujetos a la antigua forma de vida. Estos elementos son los que entorpecen que podamos ser competente según el plan de Dios con nosotros y a la vez nos limitan de experimentar una vida plena en Cristo.
Para esto es que se hace necesario ser procesado. El proceso no es el experimentar adversidades sino poder tener una metanoia.Todo hombre registrado en las escrituras, incluso naciones les fue necesario ser procesada para así poder ser transformado en la manera de pensar.
José fue procesado para pasar de un ñoño a un hombre capaz de dirigir la nación más influyente de su época.
Moisés fue procesado para dejar de ser un hijo de papi a convertirse en un libertador de la clase olvidada.
La nación de Israel tuvo que ser procesada en el desierto para cambiar la mentalidad de esclavos a la de hombres libres.
En cada uno de estos casos, incluyendo el tuyo, lo que le brinda importancia al proceso es el propósito. Dios nos procesara para llevarnos a la forma que Él quiere darnos.
Procesado según el diseño del fabricante:
Dios me procesará para transformarme en aquello para lo cual me diseñó y eso excluye lo que el hombre o tu quieran que seas. Significa que yo debo conocer lo que Dios dijo de mí porque jamás seré lo que ignoro ser (Jeremías 1: 5).
Cambio a causa del conocimiento:
Cada etapa de cambio estará marcada por un nivel de conocimiento. Esto explica el último argumento del punto anterior. Es que no puedo ser más de lo que se. Solo llegaremos hasta donde conozcamos. Y operaremos no desde lo que sé, sino desde lo que creo que ya sé.
Lo que soy es lo que se multiplica:
Una cosa es tener claridad de identidad pero otra distinta es tener certeza del propósito correcto. Yo puedo saber que soy hijo de Dios, lavado con la sangre y correspondiente al nuevo pacto pero no estar haciendo mi labor por asignación. A Dios no le interesa que nosotros hagamos de todo, lo que si capta la atención del Padre es nuestro ejercicio acorde a su llamado. En el ámbito ministerial cuando yo trato de hacer cosas para Dios de las cuales él no me ha llamado, la Biblia define esto como fuego extraño. Así que Dios desatará fructificación, productividad, poder y eficacia en mi rango de asignación.
Si solo experimentas desgaste, problemas, frustración, conflictos, estancamiento y estrés en lo que estás haciendo para Dios, pues se hace importante discernir si eso aunque sea bueno es tu rango de asignación.
En mi posición de asignación cosas ordinarias se hacen extraordinarias:
- Una piedra derriba un gigante.
- Una vara parte el mar en dos.
- Lodo sana ceguera.
- 3 panes y 2 peces alimentan multitudes.
Lo que eres es lo que prima:
Una de las grandes interrogantes a nivel global es ¿por qué difiere el nivel de efectividad entre ministros? Las razones son amplias, pero para situarnos en el contexto de lo que estamos hablando seleccionaremos uno. Usted puede moverse sobre una habilidad o un talento pero lo único que será efectivo en Dios es cuando usted imparte de lo que usted es y desde su lugar de llamamiento. Lo importante aquí es que Dios nos exponga o ilumine en el cocimiento de Cristo para así poder distinguir cuál es la buena voluntad, agradable y perfecta de Él para mí.
Este punto tiene algunos requerimientos:
- Humildad para entender que no es lo que yo quiero sino lo que él ya dijo.
- Sencillez para aceptar y reconocer a las personas no por un estereotipo sino por un llamamiento.
- Comprensión que no es por currículum sino por proceso coherente de Dios. Llámese proceso con propósito posicional eterno.
La posición implica proceso:
Estamos completos en Cristo y perfeccionados según el espíritu, pero nuestra mente debe estar en un estado de cambio constante según la multiforme sabiduría inmensurable de Dios. Saber esto es importante, porque nos permite entender que para poder ejercer lo que ya somos amerita ser trabajado donde menos queremos.
Por eso Dios se encargará de:
- Colocarte al lado de las personas que menos te gustaría estar.
- Tolerar cosas que para hacerlo debes quebrantarte.
- Te enseñará a callarte cuando más quieres hablar y defenderte.
- Porque para poder ejercer lo de Dios se debe crucificar lo del hombre.
- Hay niveles en Dios que necesitan una mejor versión de ti, es por esto que el cambio es vital.
Por ejemplo:
Hechos 18:24-25 – “Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. 25 Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan.”
Apolos es el prototipo de líder con grandes características pero limitado por la ausencia de cambios continuos:
Cuando paramos de cambiar y mejorar en Dios entonces terminaremos siendo buenos hasta un punto. Nuestro radio de acción terminará evidenciando una característica inherente a este mal que es la mediocridad. Los procesos de Dios nos permiten caminar de gloria en gloria y por ende nos alejan del estancamiento.
Dios te procesara con aquellos que menos quieres:
Hechos 18:26 “Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.”
Para Dios poder sacar a Apolos de las limitaciones lo acercó a unos mentores, pero esto no eran exactamente los que se suponían que debían procesar este hombre. El versículo 24 presenta a Apolos como un varón judío. ¿Por qué el texto hace esta reseña?
Un Varón Judío
- Varón: según su cultura tiene una creencia machista.
- Judío: ya él tiene concepto y creencia de que pertenece a una raza superior.
Para poder quitar todas esas creencias Pablos pone a una mujer para que instruyan a Apolos en el nuevo nivel al que traicionaría.
Para un varón judío: es humillante recibir instrucción de una mujer. Por:
Jamás una mujer instruye y mucho menos a un maestro.
Un maestro o rabino por regla cultural no podía dejarse abordar por una mujer.
¿Cuál era la intención de Dios con esto?
Quebrar todas las falsas ideas que la cultura había puesto en ese hombre.
Hacerlo entender que más que todo lo que él podía estar haciendo para Dios, la humildad es el factor primordial.
Que Apolos entendiera que en el reino hasta el más pequeño te puede aportar.
A amar por encima de las diferencias.
© Francisco Carbonell. Todos los derechos reservados.