Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: La Armadura de un Soldado de Dios
Bosquejo Bíblico Texto: “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.” Romanos 13:12
Introducción
¿Cuántos conocemos una armadura? ¿Cómo se imaginan una armadura?
ARMADURA – Conjunto de piezas de hierro con que se vestían para su defensa los que abrían de ir a combatir.
Desde tiempos antiguos, los soldados dependían de su armadura para enfrentar la batalla. Sin ella, estarían indefensos ante los ataques del enemigo. En la Biblia, encontramos que nosotros también somos soldados, llamados a vestirnos con la armadura de Dios para resistir los ataques espirituales que enfrentamos a diario.
La Escritura nos exhorta en Romanos 13:12: “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.” Esta no es una sugerencia, es una instrucción clara. Si el enemigo no descansa en su estrategia contra nosotros, ¿cómo podríamos enfrentar la lucha sin estar preparados?
Al observar cómo los guerreros antiguos se protegían con un casco, coraza, escudo y espada, podemos entender la importancia de cada pieza en el campo de batalla. Pero la pregunta clave es: ¿Cuál es la armadura que Dios nos ha dado y cómo debemos usarla en nuestra vida diaria? La respuesta la encontramos en Efesios 6:13-17, donde el Señor nos llama a vestirnos con Su armadura para mantenernos firmes en la fe.
Hoy profundizaremos en cada una de estas piezas y descubriremos cómo la armadura de Dios nos capacita para vencer en la batalla espiritual. ¡Es momento de prepararnos para la guerra!
Vamos a conocer una armadura
En el primer libro de Samuel del versículo 5 en adelante: Y tenía un casco de bronce en su cabeza y llevaba un cota de malla; y la cota pesaba alrededor de 55 kg, tenía en sus piernas grebas de bronce y una jabalina al hombro, el asta de su lanza era como un rodillo de telar, la punta de su lanza pesaba 6 kg y su escudero iba adelante de él.
Bueno, ya nos imaginamos más o menos una armadura, pero ¿Cómo será la armadura de Dios? El versículo 13 de Efesios 6 nos responde pero ¿Cuál es esa armadura? Ver. 14 dice: estad pues firmes, ceñid vuestra cintura con la verdad, y vestíos con el chaleco de justicia.
Los antiguos guerreros usaban un cinturón para amarrarse la coraza o chaleco, esa coraza es la justicia.
Y el versículo 15 dice:
Y calzaos los pies con la rapidez para dar el evangelio de paz.
¿Qué quiere decir esto? Que nos apuremos a dar el mensaje como dice el corito:
Un mensaje daremos al mundo
De Jesús y su muerte en la cruz,
Historia de amor y de gracia,
Historia de paz y luz.
Pues Jesús volverá muy pronto
¡¡¡ESTO ES LO QUE TENEMOS QUE HACER!!! ¡¡¡PRONTO!!! ¡¡¡YA!!!
Y ¿Qué dice el versículo 16?
Esto es importante el escudo con el que podremos defendernos y el escudo ¿ES? -La Fe-
Versículo 17 dice: Tomad el casco de la salvación y la espada del espíritu que es la Palabra de Dios.
¿Para qué era la espada de Goliat? ¿Y para qué es la espada del espíritu?
Entonces hermanos; ¡No tengamos miedo! Y que dice Filipenses 4:13.
Ya ven hermanos, tenemos todo, hasta la fortaleza que Cristo nos da si se la pedimos y confiamos en él…
Efesios 6:10 dice: Por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el señor y en el poder de su fuerza.
Y nuestra lectura Biblia dice que ya viene el día de la pelea y que nos vistamos con toda la armadura de Dios, recordemos que nuestra luchan es contra principados, potestades, gobernadores de este mundo de tinieblas de este siglo pero, no tengamos miedo porque ¡¡¡todo lo podemos en Cristo que nos fortalece!!!
Conclusión
Hermanos, la batalla no es opcional. Cada día enfrentamos ataques del enemigo, tentaciones, dudas y pruebas que buscan debilitarnos. Pero Dios no nos ha dejado indefensos. Nos ha dado la armadura perfecta para resistir y vencer.
El cinturón de la verdad nos mantiene firmes en la Palabra, la coraza de justicia protege nuestro corazón, el calzado del evangelio de paz nos impulsa a compartir el mensaje de salvación, el escudo de la fe apaga los dardos del enemigo, el casco de la salvación nos recuerda nuestra identidad en Cristo, y la espada del Espíritu, la Palabra de Dios, es nuestra mayor defensa.
Pero vestir la armadura no es suficiente, hay que usarla. ¿De qué sirve un soldado con la mejor armadura si no la usa en la batalla? Hoy es el día de decidir: ¿Viviremos con miedo o tomaremos nuestra armadura y pelearemos en el poder de Dios?
Efesios 6:10 nos recuerda: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.” ¡Es hora de levantarnos, vestirnos con la armadura y luchar en el nombre de Cristo! No estamos solos en esta batalla, Dios mismo nos fortalece y nos da la victoria.
¡Toma la armadura de Dios y enfrenta la batalla con valentía!
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