Bosquejos Bíblicos
Bosquejos para Predicar Prédica de Hoy: Superando Momentos Difíciles
Bosquejo Bíblico Texto Biblico: Salmos 24 y 25
Introducción
Desde que el hombre se apartó de Dios la maldad ha invadido al mundo y es normal que los seres humanos padezcamos momentos de aflicción. Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.”
Jesucristo no nos niega esta realidad. Y la verdad es que cada día las cosas tienden a ir peor. Efesios 5:16 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”
Cada día el corazón del hombre se endurecerá más. Mateo 24:12 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”
David era conforme al corazón de Jehová. 1 de Samuel 13:14 “Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó.”
Pero a pesar de ser conforme al corazón de Dios David también tenía que pasar por momentos difíciles. Todos los siervos de Dios incluyendo a los discípulos de Jesús tuvieron que pasar por dificultades.
CÓMO superar esos momentos difíciles
- Reconociendo que todo procede de Dios. 24:1-2 “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos.”
- Pidiendo Dirección a Dios. 25:12 “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.” Para poder tener el privilegio de ser guiados por Dios se necesita.
a. Temor a Dios. Vers. 12
b. Humildad.
Verss. 8-9 “Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. 9 Encaminará a los humildes por el juicio, Y enseñará a los mansos su carrera.”
- Obedecer su palabra.
Verss. 10-11 “Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios. 11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,” solo los guiados por Dios pueden disfrutar en gran manera la bendición de Dios. Vers. 13 “Gozará él de bienestar, Y su descendencia heredará la tierra.”
- Confesando nuestros pecados y pidiendo perdón. El confesar nuestros pecados nos lleva a corregir y la corrección nos lleva a la perfección. Sin corrección no hay perfección.
a. Confesar nuestros pecados pasados. Vers. 7 “De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.” La culpa guardada en nuestro corazón no nos deja avanzar. A Satanás le encanta estarnos recordando nuestro pasado no permitas que él te amargue recuerda que Jesucristo ya te perdono.
b. Confesar nuestros pecados presentes. Vers. 11 “Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.” Aunque David era conforme al corazón de Jehová no era perfecto y lo mismo sucede con nosotros aunque hacemos nuestro mejor esfuerzo por mantenernos en santidad siempre estamos ofendiendo a Dios de cualquier forma.
c. Pidiendo ayuda. Debemos reconocer que solos no podemos, necesitamos de la ayuda de Jesucristo. Vers. 20 “Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.”
Todos tenemos muchos enemigos que enfrentar.
- Enemigos internos. Verss. 16-17 “Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado; Sácame de mis congojas.” Muchas veces creemos que nuestros enemigos están afuera. Pero nuestro principal enemigo somos nosotros mismos. Nuestros temores o complejos. - Enemigos Externos. Vers. 19 “Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado, Y con odio violento me aborrecen”. Hay muchas personas que no nos quieren por envidia, porque los hemos ofendido o por cualquier otro motivo. Hay un adagio que dice: nadie es monedita de oro para caerle bien a todo el mundo.
Que tengamos problemas en este mundo es normal lo que no es normal es que los tratemos de enfrentar solos cuando Jesucristo está listo y dispuesto para ayudarnos. No luches en tus fuerzas deja tu orgullo y humíllate delante de Jehová y de Jesucristo.
© José Luis Dejoy Solarte. Todos los derechos reservados.