Bosquejos Bíblicos
Prédica de Hoy: Por nada estéis afanosos
Bosquejos para Predicar Texto Bíblico: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” Filipenses 4:6
Introducción
Es difícil tener paz en esta vida moderna, donde el ruido y el estrés no nos dan tregua. Es difícil encontrar paz en este tiempo de las entregas contra el tiempo, de las múltiples tareas.
Sin embargo Dios quiere que tengamos paz en este correr diario, Él quiere que tengamos la serenidad para poder vivir tranquilamente y en paz. Pero no en paz como la conocemos, sino una paz que Dios da a los que le aman.
1) Es un mandato de Dios
Pero estar sin afanes no es un invento humano, sino que es un mandato de Dios. Esto no significa que seamos irresponsables con nuestras tareas, sino que tengamos paz en medio de los quehaceres, dándole prioridad a las cosas de Dios y luego ocuparnos de todo lo demás. Porque en nuestra vida lo más importante debe ser siempre Dios, el primer lugar en nuestra vida.
a) Jesús lo mandó (Mateo 6:34)
Jesús nos mandó que no nos afanemos por el día de mañana. Jesús quiere que nos ocupemos por el día de hoy, por vivir un día a la vez y no gastemos las energías en cosas que no sabemos si serán. Dios quiere que tengamos paz.
b) Jesús lo recomendó (Lucas 10:41-42)
En el relato de como Marta se afanaba por los quehaceres y María se sentó a los pies del Maestro para escuchar la palabra, podemos ver como lo importante siempre es escuchar a Dios. Por supuesto que la labor de Marta era importante, pero no más que atender a Dios mismo, prestarle atención, escuchar su voz. Jesús nos recompensa cuando le damos prioridad a Dios antes que a otra cosa.
c) Todo tiene su tiempo (Eclesiastés 3:1)
¿Por qué afanarse en lo que aún no sucede? Dios tiene el control de todas las cosas y nada sucede fuera de su voluntad. Todo tiene su tiempo y hay ocasión para cada cosa, no es saludable entonces afanarnos por las cosas.
2) Debemos confiar en Dios (Salmos 62:1)
De Dios, y solamente de Dios, viene nuestra salvación. Dios controla todo, hasta el mover de las estrellas, hasta los cabellos de nuestra cabeza están contados. Dios conoce todas las cosas y debemos aprender a confiar en Él. Aprendamos a decir como el rey David, en Dios está acallada mi alma. Debemos estar tranquilos y esperar en Dios.
a) Nuestro socorro viene de Dios (Salmos 121:1)
Por más que nos afanemos, nada se saldrá del control de Dios. Entonces lo importante no es el hacer, sino el esperar en Dios. Él es nuestro socorro, nuestro auxilio. En las tribulaciones lo que debemos hacer es buscarle a Él primero. Nuestro Señor sabrá que hacer, cómo proceder y su poder nos dará paz.
b) Aunque temamos (Salmos 56:3)
Aunque la tribulación llegue a nuestra vida, lo que debemos hacer es confiar en el Señor. En lugar de estar temerosos debemos comprender que Dios tiene el control de la situación y Él conoce todas las cosas.
Él sabe lo que es mejor para nuestra vida y debemos pedirle al Señor que no se haga nuestra voluntad, sino la suya, pues Él conoce lo que es mejor para nuestra vida.
3) Orar en todo tiempo (1 Tesalonicenses 5:17)
La palabra de Dios nos motiva a orar en todo tiempo. Eso es lo primero que debemos hacer para tener paz en nuestro corazón. A Pesar de las presiones diarias podemos tener paz y confiar en Dios. Pero primero debemos entregarle las cosas al Señor en oración.
a) Perseverando (Efesios 6:18)
Nuestra oración debe ser constante. No solamente dedicar unos segundo o decirle a Dios que conoce nuestra petición y dejar que Él lo descifre. Ciertamente Él lo puede hacer, pero Dios quiere que seamos perseverantes y que de nuestro ser salga esa oración que llegue hasta su Trono Celestial.
b) Pedid y se os dará (Mateo 7:7)
Nuestras oraciones serán contestadas por Dios. Jesús nos motivó a pedir, a buscar, a interceder. Porque todo el que pide recibe, así que debemos estar preparados y pedir a Dios lo que necesitamos.
Solamente debemos tener en cuenta que lo que pedimos debe ser libre de pecado, conforme a la voluntad de Dios. Si pedimos algo que está en contra de su voluntad, en vano lo pedimos pues Él no hará algo fuera de sus mandamientos.
c) Unos por otros (1 Tesalonicense 5:25)
Además de pedir por nuestras necesidades, debemos pedir por las necesidades de los demás. Y los hermanos en la fe también deben orar por nuestras necesidades. Dios quiere que llevemos las cargas de los demás y la oración del justo puede mucho.
Además el Señor dijo que donde dos o más se reunían en su nombre ahí estaba Él en medio de ellos. Entonces la oración en grupo y la oración de los unos por los otros es poderosa en Dios.
4) Regocijarse en el Señor (Filipenses 4:4)
Si Dios conoce nuestras necesidades y están dentro de la voluntad perfecta de Dios debemos estar tranquilos. Si los demás oran por nuestras necesidades y tener fe en Dios debemos estar en paz.
El Señor nos dice entonces que nos regocijemos en Él. Dios quiere que tengamos paz, pero que también nos gocemos, aun en las tribulaciones podemos tener gozo al saber que el propósito de Dios para nuestra vida es perfecto.
Conclusión
No hay necesidad que nos afanemos si estamos en las manos de Dios. Él tiene todas las cosas bajo control y buscará siempre lo mejor para sus hijos. Confiemos pues en Dios y gocémonos en Él.
© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados.