II. RECLAMACIÓN DE LOS HOMBRES A DIOS
“Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos iniquidad, hicimos impiedad” (Salmo 106:6). Se les olvido que Cristo dijo por labios del apóstol cuando dijo: “¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.” Romanos 3.9
Cristo, oh Dios liberando al pueblo
Pero tal vez tú dirás o te preguntaras ¿liberarnos de qué? Pues quiero decirte hermano que Dios vino a liberarnos del pecado. Porque la palabra de Dios dice que por el hombre entro el pecado, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5.12-21)
Pero déjame decirte mi amado hermano que cuando el pueblo de Israel más desanimado estaba, ahí estaba Moisés animándoles para que siguieran a la meta.
Si mi hermano, Moisés animando al pueblo: “Y Moisés dijo al pueblo. No temáis, estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros. Porque los egipcios que hoy habéis visto nunca más para siempre los veréis.” Éxodo 14.13
Moisés les enseñaba que aunque estén en peligro sabía que están salvos. Si hermano Moisés tenía tanta seguridad en su corazón, y una fe tremenda; que a pesar de que todo el pueblo de Israel estaba en peligro, él les dijo que nunca más verían a los egipcios.
Y cuando ya estaba a salvo el pueblo de Israel, empezaron a cantar y a danzar porque vieron la mano de Dios librándolos del peligro.
Dice la palabra de Dios en el libro del Éxodo 15.20-21 “Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomo un pandero en su mano y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y María les respondía cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido. Ha echado en el mar al caballo y al jinete.”
CONCLUSIÓN
Si de repente miras que estas en peligro clama a Dios. Él te ayudara a salir adelante y cruzaras hacia el otro lado de la tormenta y cantaras y danzaras como lo hizo María y todas estas mujeres. No te preocupes Jehová echará al mar al jinete y al caballo AMEN.
© Genaro Burciaga. Todos los derechos reservados.