Bosquejos Bíblicos
Bosquejos Bíblicos Predica de Hoy: Llamados a predicar la salvación
Bosquejo Bíblico Texto: Mateo 28:16-20
Introducción
En nuestro caminar con Dios, a menudo nos encontramos en encrucijadas que nos invitan a tomar decisiones significativas. Una de estas decisiones es responder al llamado de compartir el mensaje de salvación con el mundo.
En los versículos que estamos estudiando hoy, el Señor no solo da una instrucción, sino que imparte una misión que resuena a través de los siglos: ir y hacer discípulos en todas las naciones. Hoy exploraremos qué significa este llamado para nosotros y cómo podemos vivirlo diariamente en nuestras vidas.
I. Comprendiendo Nuestro Llamado a Predicar la Salvación
El llamado a predicar la salvación es fundamental para nuestra fe. Pero, ¿qué implica realmente este llamado?
A. Predicar la Salvación es Un mandato divino (vers. 19)
Jesús nos encargó ir y hacer discípulos. Este mandato no es solo para los apóstoles, sino para todos los creyentes, extendiéndose a través de generaciones.
B. Predicar la salvación Para todas las naciones (Marcos 16:15)
La orden de Jesús no tiene límites geográficos. Estamos llamados a alcanzar a todas las culturas y sociedades, mostrando la universalidad del mensaje de salvación.
C. Predicar la salvación Enseñando a obedecer (vers. 20)
No solo debemos compartir la salvación, sino enseñar a otros a vivir según los mandamientos de Jesús, guiando a las personas no solo hacia la fe sino hacia un camino de obediencia y crecimiento espiritual.
D. Con la promesa de su presencia (vers. 20 comparar con Deuteronomio 31:6)
Al final de este versículo, Jesús promete estar con nosotros siempre. Este es un recordatorio de que, en nuestra misión, no estamos solos; Dios mismo está con nosotros en cada paso.
II. Obstáculos en el Camino para Predicar la Salvación
Predicar no es siempre un camino fácil. Hay desafíos y obstáculos que debemos enfrentar y superar con la ayuda de Dios.
A. El miedo al rechazo (2 Timoteo 1:7)
El temor puede paralizarnos, pero recordemos que Dios nos ha dado un espíritu de poder, amor y dominio propio.
B. La complacencia espiritual (Apocalipsis 3:16)
La comodidad puede llevarnos a ser tibios en nuestra fe. Dios llama a ser fervorosos y activos en nuestro testimonio.
C. La falta de preparación (1 Pedro 3:15)
Estar preparados para dar razón de nuestra esperanza es esencial. Esto implica un compromiso constante con el estudio de la palabra y la oración.
D. La resistencia cultural (1 Corintios 1:23)
A veces, el mensaje de la cruz es visto como una locura para el mundo, pero para nosotros es el poder de Dios. Enfrentar esta resistencia requiere coraje y perseverancia.
III. Vivir el Llamado Diariamente para Predicar la Salvación
Llevar a cabo el llamado de Dios es una práctica diaria que requiere dedicación y pasión.
A. A través de nuestro testimonio personal (Mateo 5:16)
Nuestras acciones y palabras diarias deben reflejar la luz de Cristo, atrayendo a otros hacia Él.
B. Mediante la palabra (Romanos 10:17)
El compartir regularmente las Escrituras con otros alimenta la fe y profundiza nuestro propio entendimiento y conexión con Dios.
C. En comunidad (Hebreos 10:24-25)
No estamos solos en este viaje; la iglesia es nuestro soporte y juntos podemos animarnos a vivir y compartir nuestra fe.
D. Con amor y compasión (Colosenses 4:6)
La manera en que presentamos el evangelio puede ser tan impactante como el mensaje mismo. Hacerlo con amor y compasión puede abrir corazones antes cerrados.
Aplicación
Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la gran comisión de Jesús. No importa nuestra edad, nuestra profesión o nuestro pasado, estamos llamados a ser embajadores de Cristo, llevando el mensaje de salvación a aquellos que nos rodean. ¿Cómo responderás a este llamado?
Conclusión
Hoy hemos explorado el profundo significado de nuestro llamado a predicar la salvación. Recordemos que al aceptar este desafío, no vamos solos; el Señor mismo nos acompaña.
Que esta verdad nos impulse a vivir valientemente nuestra misión, sabiendo que cada pequeño paso en obediencia tiene un impacto eterno en el reino de Dios. Hacemos esto no solo por deber, sino por el profundo amor que Dios ha infundido en nuestros corazones. Ahora, salgamos y seamos luz en las sombras, esperanza en la desesperación y amor en medio del odio.
© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.