Cuando Dios dice no

Bosquejos Biblicos

Bosquejos Biblicos.. Texto Biblico: Deuteronomio 3:23-28 / 2 Corintios 12:7-10

Introducción

En los textos que hemos leído encontramos a dos grandes siervos de Dios, Moisés y Pablo, que recibieron por respuesta un NO de Dios a sus peticiones.

El primero que vimos fue Moisés, que recibió un NO por respuesta cuando él le pidió al Señor permitirle entrar a la tierra prometida, pero el Señor le recordó que no entraría a causa de su desobediencia cuando hizo salir agua de la roca.

El segundo fue el apóstol Pablo, que recibió un NO por respuesta cuando él le pidió al Señor que quitara de su cuerpo el “aguijón en su carne” pero la respuesta de Dios fue: “Bástate mi gracia pues mi poder se perfecciona en la debilidad.”

La respuesta que recibieron esos hombres de Dios nos debe hacer comprender a cada uno de nosotros que también nosotros podemos recibir un NO por respuesta de parte de Dios a nuestras peticiones y oraciones.

Seguramente nos podamos preguntar, ¿por qué Dios nos da un NO por respuesta?

Tenemos que saber que definitivamente no es porque el Señor no tenga el poder o la capacidad para darnos lo que le pedimos, pues la palabra de Dios nos dice que NO HAY NADA DIFÍCIL PARA ÉL (Jeremías 32:17 y 27) también la palabra de Dios nos enseña que TODAS LAS COSAS SON POSIBLES PARA DIOS (Marcos 10:27).

Entonces si no hay nada ni difícil ni imposible para nuestro Dios, ¿cuáles pueden ser los motivos por los cuales él puede darnos un NO por respuesta? Definitivamente no podemos conocer completamente los propósitos y los motivos de Dios, pero si podemos encontrar algunas respuestas por medio de lo que Dios ha dejado para nuestra enseñanza en su palabra.

I. CUANDO DIOS NOS DICE NO ES PARA NUESTRA PROTECCIÓN: PORQUE ÉL ES UN PADRE QUE NOS AMA Y NO NOS DARÁ NADA QUE NOS DESTRUYA (Lucas 11:11-12)

Muchas veces nosotros estamos seguros que estamos pidiendo algo bueno y beneficioso para nuestra vida, cómo pedir un pan, un pescado o un huevo, pero Dios en su omnisciencia y en su sabiduría conoce y sabe que lo que estamos pidiendo en lugar de ser algo beneficioso para nuestra vida será algo destructivo y dañino como una piedra o una serpiente o un escorpión.

Quiere decir entonces que muchas veces el NO de Dios es para nuestra protección, no es que Dios no nos ame, o muchos menos que Dios sea malo o injusto con nosotros, sino todo lo contrario, porque Dios nos ama y es bueno para nosotros no nos dará lo que nos puede destruir, lo que nos puede apartar de sus caminos, lo que en lugar de ser de bendición para nosotros será de destrucción de nuestra vida material y espiritual.

II. CUANDO DIOS NOS DICE QUE NO ES PARA NUESTRO APRENDIZAJE: PORQUE DIOS QUIERE ENSEÑARNOS LECCIONES ESPIRITUALES QUE NOS ES NECESARIO APRENDER.

Cuando Dios nos responde que NO el Señor quiere enseñarnos a aceptar su voluntad así como lo hizo Jesùs (Lucas 22:41-42).

Cuando Dios nos responde que NO el Señor quiere enseñarnos a adorarlo y darle gloria aún en medio de la dificultad (2 Corintios 12:8-10).

Cuando Dios nos responde que NO el Señor quiere enseñarnos a amarlo y a alegrarnos no por lo que él nos da sino porque quien es él (Habacuc 3:17-18).

III. CUANDO DIOS NOS DICE QUE NO ES PARA NUESTRA BENDICIÓN: DIOS TIENE UN PLAN AÚN MEJOR PARA NOSOTROS (Isaías 55:8-9)

Nosotros tenemos planes y pensamientos y en base a eso trazamos un camino que queremos seguir para alcanzar lo que anhelamos, y ponemos esos planes en las manos de Dios, para que él los haga realidad.

Pero muchas veces Dios nos dirá: NO yo tengo un plan para tu vida aun mejor que él que tu me estas pidiendo, yo tengo pensamientos buenos para tu vida que si te doy lo que me estas pidiendo no se harán realidad.

Tenemos que poner nuestros planes y proyectos en las manos del Señor pero confiando que él no está obligado a hacer lo que le estoy pidiendo sino que él hará lo que es MEJOR para nuestra vida (Salmo 37:5).

CONCLUSIÓN:

Podemos darnos cuenta que Dios nos responde que no es porque tiene un propósito, no es por capricho, ni porque no nos ame, pues su palabra nos declara una preciosa verdad (Jeremías 29:11).

© Oscar Alberto Flores. Todos los derechos reservados.

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