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Nuestra salvación

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Bosquejos Bíblicos Prédica de Hoy: Nuestra salvación

Bosquejos para Predicar Texto Bíblico: “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16

Introducción

Dios siempre nos da incontables oportunidades para ser salvos. Su amor es tan grande que es capaz de perdonarnos una y otra vez. Y aun así siempre está dispuesto a amarnos y a estar con nosotros cada vez que lo necesitemos, de eso se trata el amor de Dios.

I. Nuestra salvación es seguir a Jesús

Se habla de la salvación cuando decidimos seguir a Jesús y hacer morir la carne. El versículo de Romanos 10:9-13; dice que si confesamos con nuestra boca que Jesús es el Señor y creemos de corazón que se levantó de entre los muertos, entonces seremos salvos.

Seguir a Jesús significa olvidar nuestro pasado, olvidar también nuestros pecados y errores, y fijar la vista en el único que nos ama con amor eterno.

ll. Nuestra salvación – La mejor decisión

Seguir a Jesús no es para nada difícil. Es más, es la mejor decisión que podemos tomar. Es una elección que cambia por completo nuestras vidas, es algo que nos convierte en mejores personas.

Nos ayuda a encontrar una identidad, nos ayuda a amarnos a nosotros mismos y a amar a los demás. Y por supuesto, es ahí cuando entendemos que la salvación es la demostración más hermosa del amor de Dios hacia nosotros.

lll. La salvación para Sus escogidos

Se habla en la Biblia que Dios mismo fue quien escogió a Israel como su pueblo santo. Y es allí cuando se muestra el verdadero amor de Dios a sus hijos. (Deuteronomio 7:6-8). Muchas veces el pueblo de Israel le falló.

No fueron una o dos veces, fueron incontables ocasiones en las que ellos se olvidaron de todo lo que el Señor había hecho por ellos.

¿Sabes qué es lo hermoso de esta historia?, que Dios jamás se olvidó de ellos. Él nunca dejó de amarlos, siempre estuvo allí. Incluso en el silencio Dios siempre tuvo misericordia de ellos y los amó, aún cuando ellos no lo amaron y no le obedecieron.

lV. Nuestra salvación – La gran oportunidad

Cuando decidimos seguir a Dios, en realidad es Él quien ya nos ha escogido a nosotros. Lo que quiere decir que es el Señor quien nos da la oportunidad para elegir el camino de la vida eterna o perdernos para siempre. Cada día Dios nos da una oportunidad para que tomemos nuestras propias decisiones.

Nos regala cada mañana para mejorar, perdonar y seguir adelante. Dios no espera que nos quedemos parados viviendo en el pasado. Él espera que sigamos adelante, viviendo cada día y confiando que es Él quien nos guia por el camino correcto.

V. La salvación es amor sin condición

No importa cuántas veces le fallemos o cuán grande creamos que es nuestro pecado. Él siempre mira lo mejor de nosotros. Ningún pecado es tan grande como para que Dios no pueda olvidar y ningún arrepentimiento es tan pequeño como para que Él no pueda perdonar.

Siempre está con los brazos abiertos esperando a que lleguemos y lo abracemos, porque en cada momento Dios estará ahí para nosotros. Si mil veces nos perdemos, mil y un veces Él irá a buscarnos.

El Señor nos comprueba ese amor incondicional cuando se plasma la parábola de la oveja perdida o del hijo pródigo que vuelve a casa.

En esas parábolas, Jesús le cuenta a sus discípulos qué tan grande es el amor de Dios con sus hijos. Y lo compara con el padre que había perdido a uno de sus hijos en las cosas del mundo. Pero luego se alegra grandemente porque tiempo después lo tiene de regreso en su casa (Lucas 15:1-7).

Igual que con la parábola de la oveja extraviada. Esa oveja podemos ser nosotros, cuando nos alejamos de la senda de justicia y optamos por pasos que no siempre serán convenientes en nuestra vida. Pero ahí está Dios, con su amor incondicional, diciéndonos que somos sus hijos y que todo estará bien (Lucas 15:11-32).

Vl. Quiere ser nuestro amigo

¿Sabes qué hace un amigo? No importa el momento ni la hora, pero siempre está ahí para nosotros. Y así es Jesús. Él no es cualquier amigo, este Jesús se atrevió a morir en la cruz por ti y por mí. Solo por amor, se dejó golpear escupir y humillar. Todo esto, para que tú y yo fuéramos salvos.

Este Jesús del que tanto hablamos, sabe que le fallamos una y otra vez. Este Jesús conoce todas nuestras debilidades, y ¿sabes algo? no le importan, ¿sabes por qué? porque él siempre está viendo lo mejor de nosotros. Y como un buen amigo está siempre ahí para ayudarnos, perdonarnos y amarnos.

Conclusión

Desde el momento que aceptamos a Jesús como nuestro Señor y salvador, tomamos la mejor elección de nuestras vidas, dejamos atrás nuestra ropa sucia, nuestros errores y todas nuestras culpas por lo que hicimos, ya que ahora tenemos nueva vida en Cristo Jesús.

No importa lo grande de nuestro pecado, Él lo perdonará por completo y nos revestirá de vestiduras limpias, pondrá nuestro nombre en el libro de la vida y nuestra vida tomará un nuevo rumbo.

Dios no nos promete un camino fácil y sin dificultades, pero lo que sí nos promete es cruzar con nosotros esas dificultades y sacarnos en victoria. Así que nunca debemos olvidar de donde Dios nos sacó y a donde nos ha traído, porque Su misericordia y su amor perduran para siempre (Salmos 100:5).

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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