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Recuperar lo perdido

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Bosquejos para Predicar Predica de Hoy: Recuperar lo perdido

Bosquejo para Predicar Lectura Bíblica: ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?”. Lucas 15:8

Introducción

¿Qué perdiste? ¿El gozo, la santidad, tu norte en la vida? ¿Una amistad, un ministerio, recursos? ¿Cómo recuperar lo perdido?

1. Para recuperar lo perdido tienes que encender la luz:

  • Luz: Agente físico que hace visible las cosas.
  • La luz de Cristo es la Palabra.
  • Salmo 119:105

Hasta qué no enciendas esa luz todo seguirá oscuro, sin esperanza, sin claridad, sin tener vista y visión real de lo qué hay.

¿Cómo encender la luz para recuperar lo perdido? (1 Juan 1:5-10)

A) Teniendo comunión con Dios (verss. 5-6)

La palabra comunión viene del griego “Koinonia”, y significa tener algo en común, ó la parte o participación que una cosa tiene en otra.

Es por esto, que siendo Dios emanador de Luz propia, la oscuridad no puede tener o hacer parte de El.

Hoy quiero decirte que para instalar la comunión con Dios en su vida, es indispensable que vos te hagas parte de Dios. No puedes ser parte de Dios si hay oscuridad en cualquier área de tu vida. Solo podrás participar de las cosas de Dios, si vos también sos un instrumento de Luz y haces parte de su luz.

B) Cúbrete con la Sangre de Cristo (vers. 7)

La sangre de nuestro Señor Jesucristo, fue derramada para que ninguno se pierda (Mateo 18:14). Pero únicamente surtirá efecto sobre los que crean. (Juan 3:16).

2. Para recuperar lo perdido tenes que barrer la casa:

  • ¡Esta casa sos vos! (1 Corintios 3:16)
  • ¿Para qué se barre la casa? Para limpiarla!
  • ¡Si queres recuperar lo perdido barre con toda suciedad! (1 Juan 3:2-3)

Lo primero que me pregunto es: “¿Cuál es mi esperanza?”. ¿Creo en la enorme verdad que Juan escribe aquí, que realmente veré a Jesús tal como es y seré como él?

Si es así, la segunda pregunta surge de inmediato: “¿Qué estoy haciendo al respecto? ” ¿Esto me afecta-no sólo para “agudizarme”, sino para purificarme a mí mismo, así como él es puro?

El mundo está lleno de impureza: en las conversaciones cotidianas, en los medios de comunicación. El espíritu del tiempo se trata de satisfacer nuestros deseos.

El lenguaje obsceno se ha convertido en algo común y las malas actitudes se muestran sin vergüenza. Las redes sociales y otros medios están llenos de imágenes e historias que representan la insatisfacción, la burla, la blasfemia, la vanidad, la crítica, el pesimismo y, sobre todo, sus deseos inmundos.

Parece que soy bombardeado por impresiones de todos los lados, en grados variables de “malo” y “bueno”.

Es un hecho que tengo deseos de mi naturaleza que son despertados por estas influencias externas. Aparecen como pensamientos y sentimientos de irritación, desprecio, crítica, impureza, vanidad, desánimo, etc.

Pero ¿qué hay de purificarme y mantenerme puro?

Si comparo mi corazón y mi mente con un pozo de agua, puedo ver cuán importante es esto. Una pequeña cantidad de agua contaminada contaminará un pozo puro.

Sin embargo, un pozo contaminado no se purifica simplemente agregando agua limpia. Para volverse puro, toda la contaminación debe eliminarse, y para permanecer puro, toda la contaminación debe mantenerse por completo fuera.

Es lo mismo con mi vida espiritual. Mis deseos reaccionan ante una situación, e intentan entrar en mi mente y mi corazón, como una gota de agua sucia en el pozo.

Si permito que estos pensamientos vivan, quedo contaminado por el pecado, y su influencia comienza a crecer y extenderse en mi vida. Dar lugar a pensamientos impuros o dejar que mi curiosidad me supere y cedo a los deseos de los ojos, abre una grieta en las cerraduras, y tarde o temprano me convierto en esclavo de mis deseos.

Un “pequeño” pensamiento de envidia que deje vivir, crece como el cáncer y gradualmente me convierto en una persona amarga y crítica.

-Debo arrepentirme, pedir perdón, restituir.

3. Para recuperar lo perdido busca con diligencia:

Si no enciendes la luz, y no barres con lo sucio no pierdas tiempo buscando. Aclara que la búsqueda es con diligencia no con negligencia! (Romanos 12:11).

A) ¿Por qué la pereza impide al creyente ser diligente?

A1) Porque la pereza paraliza el trabajo:

Sinónimos de pereza: la desidia, la flojera, la negligencia, el desgano, el desinterés, la holgazanería y la vagancia.

Proverbios 13:4

“La diligencia es enemiga de la pereza”.

A2) El perezoso vive de excusas:

El perezoso no piensa seriamente en lo que Dios ha determinado.

Proverbios 26:16, no acepta consejos. Sabe todo, pero no lo hace.

Él se cree autosuficiente para manejar su vida y con sus excusas simplemente no cumple con sus más sagrados deberes.

B) ¿Como venzo la pereza?

Romanos 12:11

B1) Ferviente en el Espíritu

2 Timoteo 1:6-7

Pablo sabía que si algo se pierde rápido es el fuego del Espíritu.

Y la razón es muy simple. Como es un fuego hay que mantenerlo avivado. De allí que le recomienda a su muy amado discípulo que “avive el fuego del don de Dios que está en ti”.

Si le pide que lo avive es porque estaba apagado. Uno de los mandamientos más olvidados en este tiempo es el que dice: “No apaguéis el Espíritu”

B2) Sirviendo al Señor-Encendiendo a Otros (Hechos 17:16)

Hermanos una señal que vivo con espíritu ferviente es cuando tengo una pasión por compartir a Cristo con otros. Nada revelará más la presencia del Espíritu Santo que cuando estoy con alguien y le hablo del amor de Cristo.

Hubo algo que despertó en Pablo un espíritu ferviente y fue la condición en la que vivía la ciudad.

La forma cómo los hombres se entregaban a sus dioses y a sus deidades y desconocían “el Dios no conocido” provocó tal condición de su espíritu. Frente a eso comenzó a traer el mensaje del Dios que él conocía y allí testificó de Cristo.

Mis amados no tenemos que ir a Atenas para darnos cuenta cuánta necesidad hay a nuestro alrededor. Pidamos a Dios para que despierte ese espíritu en nosotros.

Conclusión:

¡Fe sin obras es muerta!

© Esteban Wiens. Todos los derechos reservados.

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