Juan 15:7 “…Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho…” ¿Como usted permanece en Cristo? Permanecer en Cristo significa:
(a) Creer que él es el hijo de Dios (1 Juan 4:15)
(b) Recibirlo como Señor y salvador (Juan 1:12)
(c) Hacer lo que Dios dice (1 Juan 3:24)
(d) Seguir creyendo en el evangelio (1 Juan 2:24)
(e) Y relacionarse en amor con la comunidad de creyentes (Juan 15:12).
III. El poder de la oración – La oración más eficaz debe estar acompañada de alabanza
Hechos 16:25-26 “…Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron…”
Ultrajados por esta triste situación, alabaron a Dios, oraron y cantaron, de manera que los otros prisioneros los oían. No importa cuál sea la situación debemos alabar a Dios. Santiago nos anima en todo tiempo orar, en tribulaciones, enfermedades, en las horas de alegría, en las derrotas, en la angustias, en peligros, y hasta la hora de la muerte. Cada vez que oramos somos perfeccionados.
Hay poder en la oración de fe (Santiago 5:17). Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Elías un hombre como nosotros con defectos y luchas pero el secreto radicaba no era porque fue un gran profeta. Si no porque tenía fe en lo que estaba haciendo. La oración de fe salvará al enfermo (nótese salvará( Marcos 10:52; Lucas 16:19; Lucas 8:48.)
¿Está usted demasiado ocupado para buscar del Señor? Si es así, se está negando la bendición de tener una relación diaria y personal con Cristo. Si aparta tiempo para Él, recibirá su paz y su gozo, le guiará en sus decisiones, le dará sabiduría y poder para obedecer, le volverá más productivo, y le confortará con su amor.
Conclusión:
Salvar: libertad, librar, redimir, la fe liberta libra y redime al que cree. No obstante, la oración desinteresada no es algo natural en nosotros. Cometemos el error de ver a Dios como alguien que debe hacer lo que le pidamos, mientras que vivimos como mejor nos parezca. Él nos ha dado un Ayudador, el Espíritu Santo, quien intercede por nosotros cuando no sabemos “pedir como conviene” (Romanos 8.26).
© Neptaly Molina. Todos los derechos reservados.
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ME GUSTARIA PREDICAR EL EVANGELIO COMO UD. ALGUN CONSEJO PARA MI?