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Virtud de pensar

Estudios Biblicos.. Predicas Cristianas

Hemos estado estudiando en las últimas lecciones mucho de los pensamientos de los griegos en cuanto a las virtudes y no es porque quiero que aprendamos de ellos para luego pensar como ellos; sino que mi propósito es que entendamos el origen del significado de la palabra Virtud, su evolución en la historia y lo que en realidad significa hoy a la luz de la Palabra de Dios.

La verdad es que yo he aprendido un montón al preparar estas clases y pienso que es importante conocer el origen del significado de Virtud porque estoy segura que muy pocos pueden dar un concepto claro de lo que es una virtud y menos de cómo se originó.

El concepto de virtud, con el paso del tiempo sufrió una transformación como lo vimos en la lección nº 9, hasta que comenzó a dársele un significado moral o espiritual. Cuando vino Cristo y enseñó a sus discípulos y éstos a la iglesia, sobre lo que era la vida cristiana, el concepto de virtudes que se traía del pasado griego y romano, comenzó a cambiar y ahora tenía un nuevo propósito y era el amor y la adoración a Dios.

A partir de allí nacieron líderes de la iglesia, que aunque tuvieran que volver a Aristóteles para ver su pensamiento, sentaban cátedra diciendo que las virtudes nos ayudaban a tener una vida de santidad y por tanto nos hacían acercamos mas a Dios.

Hablamos también en cuanto a la clasificación de las virtudes: Las teologales: La fe, la esperanza y el amor y las morales: La prudencia, la templanza la fortaleza y la justicia.

Aquí viene algo que yo lo he llamado “milagro”, “revelación de Dios”. Resulta que una vez que Dios me da la palabra profética y me dice “El año 2017 es el año de manifestarse las 12 virtudes de la gracia”. Me quedé con la incógnita: ¿Cuáles son esas virtudes?

Luego el Señor me mostró el pasaje de 1 Pedro, capítulo 1 y me dijo: “aquí están reflejadas las 12 virtudes”; estudio todo el capítulo y Dios me muestra cuáles son esas virtudes y coloco una para cada mes.

Comienzo a orar por las lecciones de discipulado, le pregunto al Señor ¿Qué quieres que veamos en esas clases? y de manera milagrosa Dios me muestra los puntos principales de Enero con la Diligencia; de Febrero con la Fe y cuando llego al mes de Marzo, que tocaba un tema que nunca había estudiado, me dice el Señor: “Con la virtud, toca el Intelecto, el sentimiento y la voluntad” Quedé estupefacta, ¿Qué tiene que ver estas tres áreas con la virtud? Le dije al Señor “No se lo que quieres, pero ya me lo mostraras en el camino” y la verdad sea dicha, que por mi ignorancia en el tema, he pasado horas y horas leyendo, orando, leyendo un poco mas, hasta que un día me encontré con algo, que se, que fue Dios quien me lo reveló, porque él quiere que seamos virtuosos en todo nuestro ser.

LA TEORÍA DE PLATÓN.

Como vimos en la lección pasada, fue Platón el que sostuvo la teoría de que el hombre estaba formado por un cuerpo y un alma, dando la idea de que el cuerpo representaba lo material y este era temporal y el alma representaba lo inmaterial o espiritual y esta era eterna.

Platón, sostuvo también que el alma estaba constituida por el Intelecto, los sentimientos o emociones y la voluntad y al hacer la clasificación de las virtudes teologales y morales, hizo que cada virtud correspondiese a la constitución natural del alma.

Con relación a las virtudes teologales, la Fe se relaciona con el intelecto, la esperanza con el deseo o sentimientos, y el amor con la voluntad. Con relación a las virtudes morales, la prudencia correspondía al intelecto, la templanza a los sentimientos, y la fortaleza a la voluntad.

La justicia era una virtud social que regulaba las otras. De este modo, las virtudes, como excelencia moral, ayudan al hombre completo (tanto en su disposición interior como en sus acciones externas) a que se oriente correctamente hacia su Creador, que sea semejante a Él.

LO QUE DICE LA BIBLIA.

El mundo antiguo griego creía que el hombre era un ser bipartito, es decir, formado por dos partes: Cuerpo y alma; pero cuando estudiamos las Escrituras vemos que la creencia de los escritores bíblicos era que el hombre era tripartito, que estaba formado por: Cuerpo, Alma y Espíritu. Pablo nos dice en 1 Tesalonicenses 5:23:

Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Dios esta interesado en preparar todo nuestro ser, incluida nuestra alma, para que seamos irreprensibles, santos delante de su presencia, ¿Cómo lo hace? Dándonos el privilegio de vivir vidas virtuosas hasta que Él venga.

Es curioso que el hombre sea un ser tripartito, formado por cuerpo, alma y espíritu, y que cada área sea también tripartita. El cuerpo esta compuesto de: Cabeza, Tronco y Extremidades. El alma, como hemos dicho: Intelecto, Sentimiento y Voluntad y el espíritu de: Conciencia, Intuición y Comunión.

En esta oportunidad sólo quiero que tomemos en cuenta estas tres áreas del Alma: Intelecto, Sentimiento y Voluntad; y veamos juntos la importancia de tocar esas tres partes para convertirnos en personas virtuosas.

Cuando Dios me dijo que con la virtud, tocara el intelecto, los sentimientos y la voluntad, me hizo pensar también en algo que como profesora hago cada vez que me toca enseñar; sin esto no hay verdadero aprendizaje. Para que una enseñanza sea efectiva debe “obligatoriamente” tocar estas tres áreas: El intelecto, los sentimientos y la voluntad.

LO QUE DICE LA EDUCACIÓN.

Estas tres áreas, en la educación se les ha llamado los tres saberes.

1. Saber: Es la parte del intelecto, de la mente, encargada de los conocimientos que el alumno adquiere en toda su formación.

Es donde el alumno puede desarrollar habilidades de pensamiento lógico, crítico y creativo, a fin de que cada persona pueda demostrar capacidad para pensar ordenadamente, razonar, analizar, comparar, sintetizar, transferir, inducir, deducir, construir conocimiento, etc. Lo cual coloca a la persona en una posición de sujeto y no de objeto, capaz de pensarse a sí mismo y a los demás, consciente de sus recursos y potencialidades y de la necesidad de manejar con conciencia y críticamente sus conocimientos, habilidades y actitudes en contextos situacionales específicos.

2. Saber Ser: Es la parte de las emociones, encargada del desarrollo humano que el alumno adquiere durante su formación.

Hace referencia a las condiciones humanas que son intrínsecas a la persona y que deberían ser fundamentales, pues se refiere a aptitudes y comportamientos en función de las reglas de la ética y de la humanidad, también se refiere al sentido de responsabilidad.

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