Inicio » Estudios Bíblicos » Conocer a Dios

Conocer a Dios

Estudios Bíblicos

Prédica de Hoy: Conocer a Dios

Estudios Bíblico Lectura Bíblica:  Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento.” 2 Pedro 1:4

Introducción

Hemos aprendido en la clase pasada algunos conceptos o definiciones sobre el conocimiento. Vimos que Conocimiento es Aprehender y que éste no significa un aprendizaje mecánico, donde sólo se usa la memoria; sino que es un aprendizaje significativo, con sentido, que forma parte de la experiencia y que ayuda para ver cumplidos los propósitos.

Vimos también los conceptos griegos de Conocimiento, Epísteme y Gnosis que pueden significar conocimiento científico e intuitivo. Seguidamente estudiamos la palabra hebrea para conocimiento y ésta es Yadá que significa conocer por experiencia. Y en ésta quiero demorarme un poco más y analizar lo que Dios quiere que aprendamos de ella.

Aún cuando el Nuevo Testamento fue escrito en Griego, la manera de pensar de sus autores era judía; por eso cuando encontramos la palabra “conocimiento” en el Nuevo Testamento, no se refiere a la importancia de la acumulación de información recibida, como la usaban los griegos; sino que expresa las cualidades del sujeto conocido.

El uso que se hace de este verbo “Yadá” en la Biblia puede indicar una relación favorable entre la persona que conoce y aquel que es “conocido”. 1 Corintios 8:3Pero si alguno ama a Dios, es conocido por El”.

I. CONOCER A DIOS

Cuando el Apóstol Pedro como Judío menciona la palabra “conocimiento de Dios”, nos habla del “Yadá de Dios”, se refiere a Dios como el más importante y tiene que ver con experiencias con Él como el amor, la confianza, el respeto y la comunicación abierta.

En la Biblia el conocimiento nos habla de un conocimiento personal de Dios. Pedro comienza y termina esta carta hablando del conocimiento de Dios. 1:2. Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.

Nosotros sólo podemos experimentar la paz y la gracia de Dios en la medida en la que vamos conociendo a Dios. Y si no encontramos paz y gracia en nuestras vidas es porque no estamos conociendo a Dios verdaderamente; porque no hemos añadido a nuestra fe el conocimiento.

II. PARA CONOCER A DIOS NECESITAMOS TENER UNA RELACIÓN ÍNTIMA Y PERSONAL CON DIOS. (Vers. 3)

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia

¿Cómo recibimos las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad? Mediante el conocimiento del que nos llamó. (3:18)

18Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Ser parte del pueblo de Dios significa conocer a Dios, de esto se trata la vida cristiana. Juan 17:3. “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.

La vida cristiana no sólo es vivir para siempre, es una calidad de relación.

La virtud y el conocimiento están muy relacionados, porque no podemos ser más como Dios sin conocer a Dios. Y si reflejamos más la corrupción y la concupiscencia del mundo que a Dios es porque no estamos creciendo en una relación íntima con Dios. Y Pedro quiere despertar a sus lectores a buscar estas cosas en su propia vida.

En hebreo, el conocimiento es función de la voluntad, no del intelecto. Está relacionada a la decisión y al compromiso, especialmente cuando se trata de Dios.

III. CONOCER A DIOS ES TENER INTIMIDAD CON DIOS.

Leer Juan 17:20-26.

En este capítulo de Juan 17, encontramos que Jesus intercede por sus discípulos, pero encontramos también, que Jesús tenía una perfecta comunión íntima con Dios y con sus discípulos; estaba ligado a ellos, les conocía, les amaba. Podemos preguntarnos ¿Cómo puedo conocer a Dios y tener intimidad con Él?

1. AMARLE.

La intimidad es algo que solo puedes hacer con una persona que amas, con una persona que conoces y con una persona que estás decidido a entregar tu corazón. Esa es la realidad, no vas a intimar o acercarte mucho, a alguien que apenas conoces. La intimidad tiene que ver con todo el conocimiento de ambas partes, no solo tuya hacia Dios, sino Dios hacia ti.

Una vez oí un canto que decía, conocerle es amarle, amarle es servirle, servirle da alegría en la vida la caminar.

El tener una comunión íntima es verlo tal cual es, es conocerlo tal cual es. Y déjame decirte algo, cuando una persona llega a tener una comunión tan íntima con nuestro Señor Jesús su vida es totalmente cambiada y transformada.

Quien tiene intimidad con Dios, se nota. Eso es algo que se ve en su forma de ser, en su forma de hablar, en su forma de actuar, en su forma de pensar. Se nota porque comienza a hacer las cosas que Jesús hacía.

El tener intimidad con Dios es entender cuáles son las cosas que a Dios le agradan, cómo le agradan y en qué momento actuar para hacer las cosas tal y como Dios me las está ordenando.

El tener una intimidad con Dios es conocer primeramente su Palabra. Conocer cómo es Dios, saber y entender cada uno de los puntos que Él nos dejó.

2. QUERER ESTAR CON ÉL.

Salmos 63:1-3. “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente, mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela; cual tierra seca, extenuada y sedienta. Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán

Cuando amamos, queremos estar día y noche con la persona que es el objeto de nuestro amor. Salmos 61:4Anhelo habitar en tu casa para siempre y refugiarme debajo de tus alas

Isaías 26:9Todo mi ser te desea por las noches; por la mañana mi espíritu te busca”.

La manera más efectiva de estar con el Señor que amamos, de día y de noche es orando sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17).

Dios no quiere que solo hagamos oraciones puntuales, antes de las comidas o que intercedamos esporádicamente por algunas necesidades; sino que Él quiere que estemos con Él todo el tiempo, hablándole siempre desde lo profundo de nuestro corazón.

3. VIVIR COMO ÉL.

Demostramos nuestro amor a Dios cuando queremos estar en su presencia todos los días de nuestra vida, teniendo intimidad con Él, pero también lo demostramos cuando procuramos vivir en santidad, así como Él es santo.

Para poder estar delante de Dios y frente a Dios, necesita haber limpieza en tu corazón. Mateo 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

Si tú realmente quieres entrar en la presencia de Dios y verlo, tu corazón tiene que estar limpio. La limpieza de corazón es fundamental para quien anhela intimidad para con Dios.

Pero esto parte de la actitud y la disposición. Una actitud primeramente de humildad, de reconocimiento de cómo está mi corazón. Bueno, si tu corazón está mal y lo reconoces, ¿qué tenemos que hacer? Cambiarlo ya.

En 1 Pedro 2, habla de cómo nos debemos de despojar de nuestra condición y la actitud que nosotros debemos tomar para poder entrar con Dios, pero sobre todo mantener un corazón 100% limpio.

1 Pedro 2:1-5 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, 2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor. 4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Una vez que yo estoy limpio, una vez que yo ya limpie mi corazón yo debo de aprender a mantenerlo en santidad.

1 Pedro 1:13-15 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.

Ser santo tiene una definición que significa ser apartado para Dios.

Ser única y exclusivamente para Dios. Lo que significa que solo le perteneces a Él, que no le perteneces a nadie más. Somos solo de Dios el santo de corazón.

Cuando conocemos a Dios íntimamente, Él tiene el pleno conocimiento de todo lo que nosotros somos, y Él podrá tener control total de nuestra vida. Qué mejor que Dios tenga el control total de nuestra vida. Seamos santos como Él es santo.

© Moreiba Cabrera. Todoslos derechos reservados.

Central de Sermones.. Estudios Bíblicos

4 comentarios en «Conocer a Dios»

  1. Excelente estudio acerca de conocer a Dios, no solo por referencia sino por relación. Mi oración es parecerme a Jesucristo y para esto necesito obligatoriamente conocer a Dios.

    Responder

Deja un comentario