El bautismo

Rev. Pedro Samanamud

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Estudios Biblicos - Bautismo en Agua

El bautismo

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“...Y midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas…¨ (vers. 4)

Este es el creyente que se ha introducido en los ríos de Dios, pero al hacerlo se limitó su compromiso, y se preocupó que no fuera muy profundo. Tiene los pies comprometidos en la Palabra del Señor, acciona en medio de ella, camina en sus aguas; pero mucha parte de su ser viaja libremente a su propia voluntad.

Se ha entrado 600 metros en el río de Dios pero hay muchas áreas que no se entrega al control absoluto de Dios. Desde otro punto de vista, las aguas hasta las rodillas hablan de oración, clamor, intersección.

“…Midió otros mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos…” (vers. 4)

Este es el creyente que se introducido en las aguas de Dios, y ha avanzado mucho en sus caminos 900 metros; con 900 metros dentro de un río con el agua hasta los hombros es muy difícil su salida. Evidentemente hay un deseo de permanecer en las cosas del Señor, pero hay algo especial que escapa al dominio de Dios, su mente.

Si nuestra mente nos es llevada cautiva a Cristo en obediencia, no podremos verdaderamente depender de Dios. Si todo nuestro ser está en Cristo, pero el área de nuestra mente está desligada de Él, entonces nuestra salvación se convierte en autogestión y eso nos lleva a la condenación.

Desde otro punto de vista, el agua hasta los lomos nos habla de sujeción a la Palabra. Ceñíos el cinto de la verdad.

“…Midió otros mil codos, y era un río que yo no podía pasar, por que las aguas habían crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado…y toda alma viviente que nadare por donde quiera que entraren estos dos ríos, vivirá…” (verss. 5 y 9)

1200 metros en las aguas de Dios, indica muy adentro. Pero lo más relevante de este entrar, es que no se podía sostener en sus pies, en su voluntad, en sus fuerzas propias; era en conclusión de una dependencia absoluta en las aguas donde se encontraba.

Esta es la manera correcta que desea Dios que usted sea bautizado en el Padre. Tan dentro de su voluntad, de tal manera que ud. no pueda hacer nada independientemente de la voluntad de Dios.

B. EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DEL HIJO. Gálatas 3:27

“…Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos…”

El bautismo en el nombre del Hijo implica estar sumergido en Él. Ser como Él es, vivir como el vivió, andar como él anduvo. (1 Juan. 2:6).   Si estás bautizado en Cristo, entonces estás sumergido en Cristo; y cuando acontezca alguna situación en tu vida, la respuesta no la debes dar tu, sino deja que Jesucristo responda por tí; porque de Él estás revestido.

Estar revestido de Cristo significa permitir que Él se muestre en nuestras vidas.

C.  BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO. HECHOS 1:5 Y 8

La verdadera relación que tiene el bautismo del Espíritu Santo con el creyente es lo que refiere Hechos 2:8, “…cuando haya venido el Espíritu Santo, recibiréis poder…”, y la razón era para ser testigos de la resurrección de Jesucristo, en el cual hay perdón de pecados. Otra relación que se le  quiera dar al bautismo del Espíritu Santo, es contraria a la referencia bíblica.

CONCLUIÓN:

El bautismo no es un mero rito, implica compromiso de dejar la corriente de este mundo y seguir a Cristo según su Palabra. ¿Qué esperas para bautizarte? 

© Pedro Samanamud. Todos los derechos reservados.

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Rev. Pedro Samanamud
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Rev. Pedro Samanamud

1 comentario en «El bautismo»

  1. Bendición para el que esta del otro lado soy el pastor donicel Alvarez son muy bueno sus estudio me son de bendición …yo quiero sa ver si el antiguo testamento habla de la segunda venida de Jesús

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