Dones de poder

Moreiba Cabrera

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Devocionales Cristianos - El fin se acerca

Dones de poder

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Estudios Biblicos

Estudios Biblicos Prédica de Hoy: Dones de poder

INTRODUCCIÓN

Entramos ahora a ver la tercera clasificación de los dones y esta es: Los dones para actuar con poder sobrenatural: Fe, Milagros y Sanidades. En estos 3 predomina el don de FE. “Y si tuviese toda la fe, …”  El versículo completo dice:

1 Corintios 13:2.

Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de la misma manera que los demás, y no tengo amor, nada soy”.

DON DE FE.

Es muy importante hacer diferencia, entre las clases de fe:

  • La fe que todo ser humano tiene por naturaleza (aún los incrédulos).
  • La fe en Cristo que salva.
  • La fe en las promesas de Dios.
  • La fe como un Don sobrenatural del Espíritu Santo.

Hebreos 11:1 – “Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve“.

La palabra Fe viene del latin “fidere”, que significa “confiar”, Hebreos 11:1 define esta palabra que  tiene “resultados visibles”, es una fe la que capacita al hombre de Dios a realizar toda clases de milagros.

Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera, es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos.

El Don de Fe es dado por Dios, en forma sobrenatural por la acción del Espíritu Santo, es una fe en lo que parece imposible, por medio de éste don veremos las sobre naturalidades de Dios obrando poderosamente.

La fe a menudo trata con el futuro, lo invisible y las cosas que no son físicamente posibles.

El Don de Fe, es la dotación especial dada a una persona que Dios llama a que de pasos de acción imposibles, debido a lo que Él le ha hablado. Dios vacía cualquier duda de nosotros sobrenaturalmente, y nos llena con la fe especial que nos capacite para lograr Sus propósitos a pesar de toda circunstancia contraria y contradictoria en la vida.

El Don de Fe es una dispensación especial de fe que Dios concede al creyente lleno del Espíritu cuando la tarea que le ha dado a éste requiere una fe más que ordinaria o general. Esta Fe fuerte y ferviente, superior a toda imaginación humana, se produce a fin de que Dios pueda realizar grandes milagros.

El creyente no la posee de manera permanente, sino que se manifiesta a través de el, cuando surge una necesidad, según el momento y el lugar dispuesto por el Espíritu  Santo. El Don de Fe tiene una función que es muy superior a la de la fe general.

La fe general crece como resultado de alimentarse en la Palabra, siendo ejercitada a través de las circunstancias de la vida.

Ésta, puede desarrollarse hasta un grado muy alto. No obstante, el Don de Fe tiene una función superior hasta llegar al grado más elevado de la fe general.

Algunos traductores se refieren al Don de Fe como “fe especial”. Esto indica una fe otorgada por el Espíritu Santo para satisfacer nuestra necesidad en circunstancias especiales y extenuantes.

Esto sugiere además que el Don de Fe no reside permanentemente en algún creyente, sino más bien que cada manifestación es un Don de Fe separado. Un episodio en la vida de Elías ilustra esto. Él declara al Rey Acab que no habrá lluvia hasta que él diga la palabra, y que volverá a llover únicamente cuando él lo diga:

1 Reyes 17:1 “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra”.

Elías Controló El Tiempo Con Su Palabra. “…no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra… y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses” (1 Reyes 17:1; Santiago 5:17).

Su Don de Fe produjo el cumplimiento milagroso de esa profecía.  Por el contrario, esta fe extraordinaria escaseó cuando Elías se sentó debajo del enebro con mucho miedo, desanimado y deseando la muerte. El Don de Fe no era necesario en ese momento:

1 Reyes 19:4  “Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se envió debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.

El no había perdido su fe general en Dios o Su Palabra. Su propia fe fue fortalecida cuando Dios le dijo que tenía otros 7 mil seguidores fieles en Israel.

Dios desea que tu sepas que puedes ministrar con confianza, sabiendo que se hacen demandas especiales sobre su persona, Él le dará sobrenaturalmente una fe especial para que pueda cumplir Sus propósitos.

¿Cómo Opera El Don De Fe? 

El Don de Fe parece operar de manera pasiva, pero esto no siempre es así. La protección de Daniel de los leones, lo cual, es un ejemplo pasivo del Don de Fe. Contraste esto con el caso cuando Sansón mató al león, el cual, es un ejemplo del Don de Operación de Milagros.

Este don requiere del envolvimiento activo del hombre en la manifestación del poder de Dios. Esta impresión de que el don de Fe funciona pasivamente, se debe a que a menudo opera en cooperación con dones más dramáticos (la Operación de Milagros, los Dones de Sanidades, etc.).

El Don de Fe también opera a través del hablar las palabras de mandato y de fe: “…Creí, por lo cual hablé”  2 Corintios 4:13. Escrito está: “Creí, y por eso hablé” Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.

Aquellas palabras que un hombre de Dios habla cuando es inspirado por el Espíritu, son respaldadas por Dios como si fueran las suyas propias. Los resultados no siempre son inmediatos pero sí seguros. Y este don puede funcionar de muchas maneras (para bendición, para maldición, para creación, para destrucción, etc.). Existen algunos ejemplos notables del Don de Fe obrando a través de la palabra hablada:

Josué Ordenó Al Sol Y A La Luna Que Se Detuvieran.

Leer Josué 10:12-14.

Pablo Obra Un Milagro Contra Elimas. “...y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo” Leer Hechos 13:8-11.

Esteban, Hechos. 6:8: Algunas Biblias traducen que Esteban estaba lleno de gracia y de poder, pero en el original griego la palabra se utiliza en lugar de gracia es fe (gr. pistis), lo que nos enseña que Esteban estaba lleno de fe y de poder, y era por medio del don de fe que hacía grandes prodigios y señales dentro del pueblo.

El Don de Fe, difiere de la fe salvadora y la fe cristiana normal.

La fe Salvadora va muchísimo más lejos, puesto que encierra una confianza absoluta en Dios y en su palabra, así como una entrega de todo el ser a ese Dios en quien creemos y confiamos.

Es interesante notar que en el Evangelio de Juan no encuentras la palabra fe, pero en cambio, se emplea la palabra pisteu (CREER) cerca de ochenta y cinco veces. Tan importante es la fe, el CREER, en el nuevo testamento, que los servidores de Dios son llamados creyentes.

El hacer milagros.

Primeramente veamos la definición de la palabra Milagros. En el diccionario hispano la puedes encontrar así: “Hecho que no se puede explicar por las leyes naturales; o Hecho sensible superior al orden natural atribuido a Dios; Suceso o cosa rara, extraordinaria y maravillosa.

Intervención sobrenatural en los asuntos humanos que no se puede explicar sobre la base de las leyes naturales conocidas, o algo que no se esperaría en el transcurso natural de los eventos.

Se muestra por medio de este maravilloso don la sobre naturalidad de Dios en nosotros, según Hechos 2:22 de tres formas: con Maravillas, Prodigios y Señales, los cuales traen consigo una certificación de Dios.

En Hechos 2:22 leemos: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis

En las Palabras del Apóstol Pedro, mencionadas el día de Pentecostés, encontramos tres palabras que el Espíritu Santo utiliza para hablar acerca del poder del Señor.

La primera palabra que se utiliza es “maravillas” y la palabra griega utilizada es “teras”. Esta palabra no se refiere a la obra sino al efecto que produce aquella obra en los pensamientos y emociones del espectador. Ese despliegue de poder trascendía toda imaginación humana y por lo tanto, dejaba a las personas atónitas y llenas de admiración.

La segunda palabra es “prodigios” y la palabra griega utilizada es “dunamis”, palabra que se traduce como obras ponderosas también. Esta palabra no se refiere solamente a la obra en sí, sino que va más allá y tiene que ver con el poder o la virtud que origina la obra.

Esto explica claramente a través de lo que dice Pedro “que Dios hizo por El”. De modo que este despliegue del poder de Dios es algo que se realiza debido a un poder extreme y sobrenatural, que es Dios, y no por la operación de leyes naturales.

La tercera palabra que aparece en el pasaje es “señales” y la palabra griega es “semeion”, y significa que las obras sirven como señales o son el sello de autenticidad conferido por Dios a Jesucristo.

Las tres palabras mencionadas se usan juntas en tres ocasiones (Hechos 2:22; 2 Corintios 12:12; 2 Tesalonicenses 2:9), y describen diferentes aspectos que se notan en la mayor parte de los Milagros.

DONES DE SANIDADES.

Definitivamente la Sanidad Divina es parte integral y importante del evangelio. es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades.  Salmos 103:2-3 Salmista clama: “Bendice, alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios: el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades”.

La sanidad fue y es muy común en el Ministerio de Jesucristo. En ocasiones debía operar con la fe. Recordemos también la gran comisión que nos dio Jesucristo: En Marcos 16:17 “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.

Sanar significa restituir la salud que has perdido. Restablecerse, aliviarse, curarse, reponerse, mejorarse. Jesucristo sana totalmente, créelo y mira los testimonios en la Palabra de Dios.

Recordemos que el creyente es el vehículo de poder, y la sanidad es la Obra del Espíritu Santo.

Respecto a la ciencia médica damos gracias a Dios por lo que ella pueda hacer. No estamos en contra de ella; los hospitales, los doctores, todos son necesarios para cuidar la salud de los ciudadanos; pero la SANIDAD SOBRENATURAL, no viene propiamente de una receta secular, una diagnosis o un examen, proviene del Poder de Dios, Poder de Jesucristo, Poder del Espíritu Santo.Nos acordamos que los dones de sanidades son para los necesitados; para que la Iglesia de Cristo crezca.

Las enfermedades o dolencias son comunes entre nosotros. En ocasiones dichas enfermedades, dichas dolencias son debido a la caída del hombre en el pecado, en otras ocasiones no. En Juan 9:3 y Juan 9:14 puedes ver unos ejemplos.

También el Espíritu Santo en ocasiones no concede la sanidad. Las razones están en la Palabra de Dios, miremos:

La incredulidad es una, y es la que marca la no asignación de la sanidad, en Marcos 9:24 puedes leer; En ocasiones también NO hay sanidad por razones que desconocemos y que más adelante nos serán reveladas: puedes leer 2 de Corintios 12:7-10.

Pero vamos a mirar como Obra el Espíritu Santo en los dones de sanidades según el libro de Hechos, a través de los apóstoles, veamos:

  • Con Pedro y Juan en Hechos 3:1-11
  • Con solo Pedro en Hechos 5:15
  • Con Felipe el evangelista en Hechos 8:5-7
  • Con Ananías, Hechos 9:17-18
  • Con Pedro en Hechos 9:32-34
  • Con Pablo en Hechos 14:8-10, y el capitulo 28:7-9.

En cada uno de estos procesos, hubo sanidades. La Palabra de Dios, en el Libro de Hechos nos revela muchas dolencias que fueron sanadas; cojera, diversas enfermedades, parálisis, ceguera, debilidades, fiebre, disentería; NO HAY ENFERMEDAD, DOLENCIA O MALESTAR QUE NO PUEDA SER SANADO POR LOS DONES DE SANIDADES.

Este don se manifiesta con el propósito claro y especifico de traer sanidad corporal y lo vemos repetidamente a través de los cuatro evangelios y el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Al leer 1 Corintios 12:9. Encontramos Dones que tiene pluralidad de nombre, por eso podemos decir que son varios los Dones de Sanidades y no un sólo Don como en el caso de los demás Dones del Espíritu. Un creyente que recibe la manifestación de Dios en uno o más de estos Dones, puede ser usado por Dios en la Sanidad de ciertas enfermedades pero no siempre en todas.

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Moreiba Cabrera
Autor

Moreiba Cabrera

Moreiba Cabrera, Misionera, Pastora principal de la iglesia Nueva Vida de Madrid. Directora de la extensión de Madrid del Centro de Estudios Superiores de Teología de Asambleas de Dios CSTAD.

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