Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: Nacer de nuevo
Estudio Bíblico Texto Bíblico: Juan 3:1-15
Introducción
A través de estudios bíblicos encontramos que Nicodemo es un personaje que aparece en tres ocasiones en el evangelio de Juan. En la primera tiene una conversación muy profunda con Jesús sobre la salvación, la cual es el tema de este estudio bíblico.
En la segunda cuando los fariseos hostigaban a Jesús, Nicodemo lo defendió pidiendo un trato más justo para Él. Y en la tercera después de la muerte de Cristo, el mismo Nicodemo compra ungüentos funerarios a base de mirra y aloes. Estas mercancías eran sumamente caras en la época y en una cantidad importante (unos 30 kg) digna para enterrar a un rey.
Nadie gasta una fortuna para enterrar a alguien ajeno a su familia, excepto si le tuviera un aprecio muy especial. Por ello, esta y otras referencias parecen sugerir que Nicodemo en verdad nació de nuevo y se convirtió en uno de los seguidores de Jesús.
Continuando con nuestro estudio bíblico y como aplicación para la iglesia, la conversación de Nicodemo con Jesús nos sugiere otro tipo de evangelismo. Al buscar a las masas buscamos cantidad, pero normalmente perdemos la calidad y calidez de la conversación cara a cara, uno a uno.
Es un evangelismo diferente a las clásicas predicaciones a multitudes con voz en grito, Jesús aquí mantiene una conversación íntima y personal que lleva a verdades muy profundas sobre nuestra existencia.
Nacer de nuevo – Estudio verso a verso
“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.” (vers. 1)
Es poco lo que conocemos sobre Nicodemo, excepto que era un fariseo entendido, que podía desempeñarse como dirigente y maestro en círculos religiosos judíos y que vino una noche deseando aprender de Jesús.
A través de estudios biblicos aprendemos que Nicodemo era uno de los 70 miembros del Sanedrín, el principal consejo político-religioso que gobernó Israel en los tiempos de Jesús.
Los estudios biblicos nos revelan que el Sanedrín gobernaba bajo la supervisión de Herodes, que era el rey títere puesto por los romanos, y que a su vez era supervisado por el emperador, representado por el gobernador romano y respaldado por las legiones estacionadas en la región de Judea.
Los estudios biblicos nos enseñan que Nicodemo como miembro del Sanedrín, tuvo que estar presente en el juicio contra Jesús. Nada sabemos si verdaderamente estuvo presente o cual fue su actitud en el juicio a Jesús, ya que lo que nos aportan fuentes apócrifas no es en absoluto confiable.
En cualquier caso, la opinión de una sola persona no habría cambiado en nada la decisión del consejo religioso.
Nacer de Nuevo – Nicodemo busca a Jesús
“Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.” (vers. 2)
Los estudios biblicos nos dejan saber que Nicodemo viene a ver a Jesús durante la noche, esto parece un intento de evitar juicios y comentarios de otros judíos ante una figura enormemente polémica como Jesús.
Nicodemo era un personaje prominente en Israel a nivel político y religioso, por lo tanto la reputación de Nicodemo tenía mucho que perder en este encuentro.
Desde un punto de vista simbólico hay que añadir que la noche es una alegoría del estado espiritual de un hombre no nacido de nuevo.
La forma de dirigirse a Jesús como un maestro venido de Dios suena muy respetuosa, aunque por supuesto esta afirmación no es exacta. Jesús es Dios mismo, no un mero maestro.
Los estudios biblicos nos inclinan a pensar que Nicodemo parece ser un hombre honesto, quien buscaba sinceramente la verdad, y que reconoce correctamente que las señales que hacía Cristo procedían de Dios.
La afirmación de que nadie puede hacer las señales que Jesús hacía es bastante discutible, pues sabemos que el diablo es capaz de realizar grandes señales y prodigios, y de hecho es un imitador de Dios, pues no en vano desea ser adorado como Dios (Mateo 24:24, 2 Tesalonicenses 2:9)
Su comportamiento posterior sugiere que después de su conversación con Jesús experimentó lo que significaba nacer de nuevo. Los estudios biblicos nos demuestran que Nicodemo se convirtió en un hombre transformado, con un nuevo entendimiento de Dios, y de sí mismo.
Para ver el reino de Dios hay que nacer de nuevo
“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (vers. 3)
La expresión “de cierto, de cierto” procede de un hebraísmo que enfatiza la veracidad de lo que se dice y que podría traducirse también como “ciertamente” o “verdaderamente”. Jesucristo no parece impresionarse por las palabras lisonjeras de Nicodemo y se zambulle inmediatamente en el asunto sin rodeos.
La respuesta de Jesús choca abiertamente con las creencias judías de la época, puesto que se pensaba que con sólo pertenecer al pueblo judío étnicamente, era suficiente para la salvación. La única cosa que le faltaba al pueblo judío era un mesías triunfante.
La postura de Jesús totalmente distinta, es que la seguridad de la salvación por tanto no radicaba en un origen racial, sino en un nuevo nacimiento.
A través de estudios biblicos aprendemos que los rabinos enseñaban que Abraham montaba guardia en las puertas del infierno para velar de que ninguno de sus descendientes entrara en ese lugar por accidente.
La palabra griega “anóthen” que se traduce por “de nuevo” significa de forma más precisa “de lo alto”. En definitiva, nacer de Dios. Ser hijo de Dios implica ser engendrado de Dios, que reside en las alturas.
Nacer de nuevo por tanto, no es una decisión personal por Cristo como a menudo se suele plantear, tampoco es aceptar un llamamiento al altar embriagado por la intensidad de la música en la iglesia.
Nacer de nuevo es algo mucho más profundo
Para espanto a nuestro yo humano, la Biblia parece eliminar cualquier parte activa del hombre en la salvación. Si examinamos la parábola del sembrador (Mateo 13:1-9, Marcos 4:1-9 y Lucas 8:4-8), la tierra es el corazón del hombre. La tierra no tiene ninguna parte activa en la germinación de la semilla, simplemente es el lugar donde la generación de vida ocurre.
Los agentes activos aquí son: la semilla (la palabra de Dios) y el agua (el Espíritu Santo). La semilla debe morir para dar vida, curiosamente igual que Cristo murió por nosotros.
Aunque nos duela en nuestro ego, la realidad es que la tierra nada decide en este proceso, porque sencillamente al igual que nosotros estamos muertos en delitos y pecados (Efesios 2:1) y es totalmente inerte y dependiente de agentes externos.
Nicodemo no entiende que es nacer de nuevo
“Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” (vers. 4)
Nicodemo parece incapaz de entender la respuesta de Jesús. La pregunta de Nicodemo parece ridiculizar el argumento de Jesús como algo absurdo e imposible. El maestro de la ley, sin duda un perro viejo, parece haberse topado con un excéntrico predicador callejero novato. Podría parecer que Nicodemo va a revolcarlo en cualquier momento.
En realidad podría entenderse también, de acuerdo a las creencias imperantes de la sociedad judía, que la objeción de Nicodemo al rechazar el argumento de Jesús no es tanto que tal cosa sea imposible, sino más bien si era necesaria. La afirmación de Jesús era un torpedo contra la línea de flotación de las enseñanzas rabínicas de su tiempo.
Tres promesas reflejadas en el Antiguo pacto
Existían tres promesas reflejadas en el Antiguo pacto (Deuteronomio 30: 1-6 , Jeremías 23: 1-8 , Jeremías 31: 31-34 , Jeremías 32: 37-41 , Ezequiel 11: 16-20, Ezequiel 36: 16-28 , Ezequiel 37: 11-14 , 37: 21-28)
- 1. La reunión de Israel
- 2. La purificación y transformación del pueblo de Dios
- 3. El reinado del Mesías
De estas promesas la creencia común en el pueblo judío en los tiempos de Jesús, era que las dos primeras habían sido cumplidas. Israel fue nuevamente reunido después del cautiverio babilónico.
Movimientos religiosos como el de los fariseos creían cumplir con la promesa de transformación espiritual en el pueblo, por lo que lo único que quedaba pendiente era la venida del Mesías rey.
Parecer piadoso no es lo mismo que ser piadoso. La piedad cristiana es aquella que brota desde el interior, y no aquella falsa piedad fruto de exigencias de normas religiosas externas (Mateo 23:23).
La ley de Dios
La ley no fue dada para transformar espiritualmente a un pueblo sino para concienciarlo de su pecado y mostrarle la necesidad de un Salvador.
La ley muestra enormes limitaciones para mejorar una sociedad, sólo puede poner ciertos límites a la maldad humana. La única forma de mejorar verdaderamente una sociedad es formar individuos con valores y principios justos, esto finalmente hace a la ley algo innecesario.
Respuesta de Jesús a Nicodemo
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (vers. 5)
Aquí agua podría entenderse como una alusión al bautismo, sin embargo, esto supondría una forma bastante extraña de hablar del bautismo. La salvación sabemos que es por gracia y no por obras (Efesios 2:8-9), por lo tanto cualquier obra aunque sea producto de una ordenanza de Dios, no puede salvar a nadie, por tanto es necesario buscar otras opciones.
Otra forma de interpretarlo que parece ser la que toma Nicodemo es que el agua se refiere al nacimiento natural, pues estamos rodeados por agua en el vientre de la madre y al nacer. Pero en realidad el nacimiento físico a efectos de regeneración de la persona no significa nada.
Una tercera interpretación es que el agua tiene un sentido simbólico. El agua se referiría al lavamiento del creyente que debe ser limpiado y purificado del pecado. La mancha del pecado debe ser lavada y eliminada, para que el dicho de que “aunque tus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos.” (Isaías 1:18). Ezequiel 36:25-27 y otros textos del antiguo testamento conectan con lo dicho por Jesús y un maestro como Nicodemo de la ley debía necesariamente conocer esta escritura, de ahí el reproche de Jesús.
Nacido de carne vs. Nacido del espiritu
“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.” (vers. 6)
Jesús plantea aquí una dicotomía de sustancias opuestas e irreconciliables. El espíritu nos une a Dios y nos hace ciudadanos de los cielos, mientras que la carne nos condena y nos lleva al infierno. La carne está muerta en delitos y pecados, y ni carne ni sangre heredarán el reino de los cielos (1 Corintios 15:50).
Sabemos que todas las obras de justicia que hacen los hombres están contaminadas por la carne (Isaías 64:6). Ahora bien, todo lo que hace el hombre gobernado por el Espíritu Santo agrada a Dios.
“No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” (vers. 7)
Nicodemo no deja de sorprenderse ante las respuestas de Jesús, finalmente él como el resto del pueblo judío ya se creía transformado internamente. Pero Jesús pone un gran énfasis en esta parte interior.
Nicodemo era un fariseo
Nicodemo era finalmente un fariseo religioso, y éstos estaban sumamente preocupados por su apariencia externa. Las mayores discusiones de Jesús en los evangelios tienen lugar con los fariseos que se creían justos y puros por la observancia de la ley, por tanto quien se creía justo ya no busca ninguna otra justicia, lo cual es un planteamiento claramente incompatible con la salvación
“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.” (vers. 8)
La idea de este versículo es que aunque Nicodemo no pueda ver ni entender el viento, éste existe y tiene efectos visibles. Nadie puede ver como se concibe un niño, puesto que esto sucede en el interior del vientre de su madre, o nadie puede observar como germina una semilla porque acontece en el interior de la tierra. Todo nacimiento en el fondo es un gran misterio y a la vez un gran milagro.
Nicodemo no iba a entender plenamente este gran misterio, sin embargo eso no le quita cuota alguna de realidad, y de que pudiera ser experimentado.
Nacer de Nuevo – Nicodemo cuestiona a Jesús
“Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?” (vers. 9)
Los estudios biblicos nos enseñan que Nicodemo, un hombre intelectualmente dotado en su época, luchaba por comprender las palabras de Jesús. Obviamente las enseñanzas de los fariseos le impedían entender que el nuevo nacimiento procede de Dios.
Esto es algo habitual que experimentamos al inicio de nuestra vida cristiana, donde es imprescindible desaprender ciertas enseñanzas erróneas, para fijar las palabras de Dios. Esto es equivalente a limpiar de malas hierbas un campo para que la cosecha pueda crecer bien y con fuerza.
Ahora bien, debemos entender que Nicodemo no era un judío cualquiera, los estudios biblicos nos enseñan que él era un reputado maestro de la ley. Se suponía que Nicodemo debía guiar al pueblo judío. Y según palabras de nuestro Señor: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo” (Lucas 6:39).
Jesus regaña a Nicodemo
“Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?” (vers. 10)
Jesús regaña a Nicodemo al ser incapaz de comprender la necesidad del nuevo nacimiento. Tal promesa está claramente reflejada en el Antiguo pacto, pasajes que Nicodemo debía de conocer de memoria, pero como la mayoría de judíos de su tiempo asumía que tales promesas habían sido cumplidas. Un error totalmente catastrófico.
“De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.” (vers. 11)
Vista la incredulidad de Nicodemo, Jesús afirma que las enseñanzas que acaba de transmitirle no proceden de suposiciones o teorías especulativas, sino que proceden de la íntima relación con el Padre (Juan 5:20; 14:10).
Jesucristo parecía tener algo de lo que carecían los maestros de su época, sus enseñanzas parecían tener una fuente distinta y eso era algo que el propio Nicodemo reconocía. Jesús era testigo del cielo, y sobre las cosas del cielo hablaba con total autoridad.
Por eso, Nicodemo, sin duda un hombre sabio, no podía menospreciar esas “enseñanzas extrañas”, sino más bien reflexionar sobre ellas porque llevaban el sello de un maestro que se salía de todo lo común.
¿Como creeréis?
“Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?” (vers. 12)
Jesús siempre usa en sus enseñanzas y parábolas imágenes de cosas naturales, que pueden ser comprendidas más fácilmente por los seres humanos, y que además no cambian con la época.
No es que Nicodemo no entendiera tales cosas, sino que más bien las enseñanzas farisaicas contaminaban su mente a tal grado que necesitaría tal vez algo de tiempo para reconfigurar su entendimiento y finalmente alinearse con la verdad.
Jesucristo hablaba en parábolas para que usando solo el entendimiento humano fueran imposibles de entender con claridad y sólo mediante el discernimiento que da el Espíritu Santo fuera posible entender estas tremendas verdades (Mateo 13:10-17).
La Biblia está al alcance de todos, muchos la han leído pero pocos se convierten. Yo mismo antes de convertirme los versículos bíblicos no cambiaban mi perspectiva vital ni me hacían buscar más de Dios, más bien creía que éstos eran más bien palabras bonitas de sabiduría imposibles de comprender bien y cuyo origen se remontaba a tiempos antiguos, y que como todo lo antiguo está sumido en el mar de la duda.
Ningún conocimiento humano salva, la serpiente en el Edén promete conocimiento, pero sólo sirvió para que el ser humano permaneciese lejos de Dios y sumido en el error.
Solamente el Espíritu Santo da la fe y el entendimiento necesario para comprender las escrituras. La persona que no entiende las escrituras, salvo si es nuevo creyente, es altamente probable que no haya nacido de nuevo.
Solo Jesús tiene autoridad
“Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.” (vers. 13)
Jesús está diciendo básicamente que él es el único que ha estado en el cielo y tiene autoridad para hablar de las cosas del cielo.Este versículo podría ser una contundente respuesta para aquellos que afirman que Enoc y Elías ascendieron al cielo, aunque esto sería otro tema de estudio.
“Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado.” (vers. 14)
Aquí Jesús trae a la memoria de Nicodemo la historia de la serpiente de bronce en el desierto (Números 21:4-13). En este pasaje Dios ordena al pueblo fabricar una serpiente de bronce y colocarla en un asta de madera, de tal manera que todo aquel que la mirara sanara de las mordeduras de las serpientes.
A traves de estudios biblicos aprendemos que Dios envió serpientes al pueblo por su murmuración al menospreciar el maná que Dios les había mandado al considerarlo como “liviano” y “fastidioso”.
Pero, al mismo tiempo que Dios envió el castigo, también dio una solución, mostrando su gracia mediante esta serpiente de bronce. Aquí esto es alegoría de Cristo, que debía ser levantado en la cruz y cargar los pecados de su pueblo.
Murmurar y menospreciar de la palabra de Dios (el maná o el pan del cielo) no lleva a nada bueno, pero aun así Dios muestra su misericordia.
Nacer de Nuevo – Vida Enterna
“para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (vers. 15)
En consecuencia con el versículo anterior al ser levantado Cristo en la cruz somos sanados de la mordedura de la serpiente (el pecado) por medio de la fe en Él y así tenemos acceso a la vida eterna.
En el original “vida eterna” no implica solamente largura de días sin final, sino que también tiene un matiz de calidad y plenitud de vida.
Conclusión
¿Te identificas con Nicodemo? ¿Crees que como Nicodemo pertenecer a una determinada denominación religiosa te abre las puertas del cielo? ¿Cómo sabes que verdaderamente has nacido de nuevo?
El evangelio de hoy en el siglo XXI no ha cambiado en nada, nuestras ciudades siguen llenas de Nicodemos llenos de conflictos para entender estas verdades, 2000 años después la palabra de Dios sigue siendo tan eficaz como siempre.
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