Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: Discipulado nº 29 – Sin santidad nadie verá al Señor
INTRODUCCIÓN
Mateo 13:47-50 “Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Hemos aprendido en la lección anterior que la iglesia es como una gran red de arrastre o barredera que recoge toda clase de peces, buenos y malos, y que por eso debe ser una iglesia que incluye a todos, sean de la nacionalidad que sean, del color que sean, de la posición que sean, todos somos iguales ante los ojos de Dios. ¿Pero esto querrá decir que todos serán salvos? Pues la respuesta es NO.
PECES BUENOS EN CESTAS.
La parábola nos enseña que al fin del siglo los ángeles harán la respectiva selección y a los peces buenos los recogerán y los meterán en cestas y a los peces malos los echarán en el horno de fuego. Pero surge la pregunta ¿Cómo sabrán los ángeles cuáles son los buenos y cuáles son los malos?
Indudablemente los peces buenos que comenta la parábola eran los peces que se podían comer.
En el Antiguo Testamento existían reglamentaciones acerca de los peces comestibles y de los que se debían desechar. Aquellos que tenían escamas y aletas eran considerados limpios y, por tanto, se podían comer.
Levítico 11:9-12 “Esto comeréis de todos los animales que viven en las aguas: todos los que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, estos comeréis. 10 Pero todos los que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo lo que se mueve como de toda cosa viviente que está en las aguas, los tendréis en abominación. 11 Os serán, pues, abominación; de su carne no comeréis, y abominaréis sus cuerpos muertos. 12 Todo lo que no tuviere aletas y escamas en las aguas, lo tendréis en abominación.“
Pero aquellos que carecían de tales estructuras como las anguilas eran “inmundos” y había que arrojarlos de nuevo al mar. En este último grupo entraban también otros animales acuáticos como los crustáceos.
¿A qué obedecían tales criterios selectivos? Probablemente estas distinciones se debían a cuestiones de tipo cultual. Los animales que se rechazaban de la dieta alimenticia de los hebreos eran precisamente aquellos que los gentiles utilizaban en sus rituales paganos, en relación con la magia, los sacrificios o las prácticas supersticiosas.
En el libro de Deuteronomio 4:18, (leer) se prohíbe expresamente la realización de imágenes de peces con el fin de rendirles culto. De manera que estos comportamientos alimentarios del pueblo de Israel constituían una señal de identidad religiosa frente a otras naciones vecinas idólatras como los nabateos, por ejemplo, que adoraban en Ascalón al ídolo Atargatis que era una diosa-pez o los egipcios que veneraban a otro famoso pez del Nilo, capaz de nadar hacia delante y hacia atrás con igual facilidad, el Oxirrinco. También es posible que la legislación judía obedeciera además a simples razones sanitarias o de higiene.
Ahora si nosotros nos comparamos con los peces buenos, ¿qué características debemos tener?
Creo que hay una característica vital para todo cristiano que quiera ser seleccionado como de los peces buenos y es la santidad.
Quiero aclarar que no hay peces buenos ni malos; sino que cada uno decide por su propia voluntad, estar en un bando u otro. Aquellos que con humildad se arrepienten de sus pecados, abandonan su vidas pecaminosas y comienzan en sus vidas el proceso de santificación través de la ayuda del Espíritu Santo, estos llegaran a ser parte de esos peces buenos que serán de bendición para todos.
Nuestro comportamiento, de acuerdo a la parábola, determina nuestra eternidad; el bueno tendrá un fin eterno bueno; el malo tendrá un destino eterno doloroso.
Aunque todas las personas somos iguales delante del Creador, moralmente llegan a existir diferencias entre unos y otros. No porque todos los peces se encuentren en la red es indicativo de que las cosas estén bien; habrá peces buenos que servirán y se salvarán, así como peces malos que se perderán.
Es realmente necesario que nuestro carácter se incline por lo bueno; así agradará a Dios, quien hace la pesca y diferencia lo verdadero de lo falso. En caso contrario, el carácter se desviará por lo malo e inmoral en la vida, con consecuencias eternas para la persona.
SIN SANTIDAD NADIE VERA A DIOS
Hebreos 12:14 “Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
La biblia habla mucho de la Santidad y claramente deja por sentado que sin santidad nadie verá al Señor, la pregunta que resulta es: ¿Cómo se, es santo? ¿Cuál es la forma de agradar a Dios con nuestras vidas? Sin hacer reflexionemos en lo que manda la palabra de Dios.
¿Que significa sin santidad nadie verá al Señor?
La santidad es el atributo o cualidad divina de ser limpio, puro, apartado de lo malo. (1 Samuel 2:2) ”No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio como el Dios nuestro.”
La santidad es la cualidad de ser santo, esto implica vivir una vida completamente pura ante los ojos de tu creador, Dios. Por medio de la fe en nuestro Señor Jesucristo pasamos por el proceso de conversión en el cual por la gracia divina somos justificados.
Este pasaje de la biblia resalta con claridad que todo creyente, y todo aquel que se convierte al Señor debe trabajar para tener una Santidad.
Nadie sin la plena dirección del Espíritu Santo puede en verdad ser considerado santo, él es el que nos guía a toda verdad y a toda justicia (Juan 16:13) por lo que necesitamos de su presencia e instrucción cada día de nuestra existencia para saber qué es y como mantener la santidad.
¿CÓMO PODEMOS SER SANTOS ANTE LOS OJOS DE DIOS?
Sabiendo que tenemos un propósito definido en esta tierra, este puede definirse puro y simplemente que es “cumplir la voluntad del padre”.
Nuestro objetivo debe ser vivir la vida que le agrada a Dios, pero la dura realidad es que millones de personas no saben o simplemente no quieren saber quién es Dios y la santidad que demanda de nosotros.
Dios quiere un pueblo santo y ese es el que muestra obediencia a su Palabra. Una persona que diga ser cristiana, discípulo de Jesús, si no practica lo que Cristo enseñó, este no puede decir que vive en santidad.
Aunque la santidad no significa que no te puedas equivocar, sino que, aunque te equivoques, te arrepientes rápidamente, te apartas y no vuelves a hacerlo; hasta llegar al punto que esto se hace parte de ti y es entonces cuando empezarás a experimentar la santidad en tu vida.
DIOS NOS HA ELEGIDO COMO PUEBLO SANTO Y ES CON UN PROPÓSITO.
1 Pedro 2:9 “Mas vosotros sois linaje escogido, Sacerdocio real nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamo de las tinieblas a su luz admirable”.
Este versículo de la biblia habla claramente que Dios no te llamó para que simplemente seas un visitante más de una iglesia, él tiene el propósito para tu vida de que seas un atalaya, alguien que anuncie lo que Dios ya ha establecido.
Dios desea que le imites en su obra como pescador y te conviertas en un pescador de hombres; que les libres de la condenación del infierno y les lleves al cielo.
© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados
Leer: El infierno – Discipulado Nº 30
Son demasiado cortos estos mini estudios, esperaba más información, pero bueno se agradece, bendiciones para todos.