Estudios Bíblicos
Predica de Hoy: El infierno – Discipulado Nº 30
Estudios Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: “y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mateo 13:50
Introducción
Quisiera terminar todas mis lecciones con palabras de esperanza, pero si quiero seguir explicando esta parábola versículo por versículo; tengo necesariamente que hablar de estos dos últimos, que no son un mensaje tan halagüeño, ni tan bonito de estudiar.
Pero que son una gran verdad que no debemos omitir, porque de ella depende la importancia que le demos en esta vida a vivir sin tener en cuenta los preceptos de Dios y cuáles son las consecuencias de ello.
EL INFIERNO
Esta parábola en particular es una parábola acerca de juicio. Es una parábola acerca del infierno. Y el punto clave de la parábola se encuentra en el versículo 50, el horno de fuego. Allí será el lloro y crujir de dientes.
Nuestro Señor habló mucho y con mucha frecuencia acerca del infierno. Dijo muchas cosas acerca de la morada de los condenados, los impíos, los que rechazan a Cristo.
Pero de todas las cosas asombrosas y aterradoras que Jesús jamás dijo, quizás la más asombrosa fue cuando les dijo a los líderes judíos: “¿cómo escaparéis de la condenación del infierno?” En Mateo 23:33.
Nos parece extraño oír palabras como está viniendo de la boca de nuestro Señor Jesucristo. Porque nosotros no asociamos al Señor Jesucristo con el infierno con la frecuencia como deberíamos.
Él dijo más acerca del infierno de lo que dijo acerca del amor. Él dijo más acerca del infierno de que el resto de los predicadores bíblicos combinados. Por eso deberíamos hablar mas sobre el infierno de lo que lo hacemos.
Esta es una parábola en la cual nuestro Señor advierte acerca del infierno. Dios está permitiendo en este período de tiempo que crezcan juntos el bien y el mal. Pero al final, vendrá un juicio. Es una advertencia. Es una advertencia aterradora, que en el final habrá una separación eterna de los condenados, de los redimidos.
Todos sabemos que el tiempo está por venir cuando Él hará una separación entre aquellos que conocen al Rey y los súbditos del Rey y conocen al Señor Jesucristo y aquellos que no lo conocen. Y esa separación es inevitable y es definitiva.
Si hay alguna doctrina en la Biblia que no quisiéramos que estuviera ahí, es la doctrina del infierno. Pero eso no la elimina. Está ahí. Y éste es el corazón, esta es la médula del asunto. Los echarán en el horno de fuego. Esas son palabras aterradoras por parte de nuestro Señor.
Es tan difícil de creer. Es tan aterrador. Es tan impresionante que tuvo que venir del Señor o de lo contrario, nunca habríamos podido aceptarlo. Ahora, ¿qué es este horno de fuego? ¿Qué es el infierno? Permítame darle cuatro verdades acerca del infierno que creo que responderán a esa pregunta.
Número uno, el infierno es un lugar de tormento sin alivio.
Es un lugar de miseria horrenda. Y la Biblia lo define como tinieblas. Tinieblas fuera de la luz, un foso de oscuridad profunda, oscuridad que está lejos de la luz, una oscuridad impenetrable, una oscuridad que se cierra y que engloba todo. Y es oscuridad sin la esperanza de luz para siempre.
Y la Biblia también dice que es un fuego. Ahora, no es un fuego que conocemos como fuego, quemar algo en este mundo. Pero el fuego es la manera en la que Dios lo describe porque es un tipo de fuego sin alivio que atormenta más terrible que cualquier fuego que jamás conoceremos.
Pero el fuego describe el tormento de los condenados, la oscuridad describe el tormento de los condenados. No hay luz, jamás. Jamás. No hay alivio del sufrimiento, la agonía y el dolor, para siempre.
En segundo lugar, el infierno es un lugar de tormento sin alivio tanto para el cuerpo como para el alma.
El alma siendo la parte interna. Cuando una persona muere, su alma sale de la presencia de Dios y va al tormento del infierno. Quizás no sea el lago de fuego final completo que viene después del juicio en el gran trono blanco, porque eso necesita un cuerpo trascendente para soportarlo.
Pero es un tormento que es igual como es ilustrado por el hombre rico quien fue atormentado en el infierno (Lucas 16:19-31). Cuando una persona muere ahora, su alma desciende a ese tormento.
En el futuro, habrá una resurrección de cuerpos de los condenados. Ellos recibirán un cuerpo trascendente que entonces, irá a un lago de fuego. Será un cuerpo no como el que tenemos ahora. Será uno muy diferente. Será uno de resurrección como el que tendremos como cristianos.
Nosotros resucitaremos porque este cuerpo nunca podría vivir eternamente en el cielo, ¿verdad? Tenemos que tener un cuerpo trascendente, un cuerpo glorificado, un cuerpo diferente. Y también los condenados. Y serán resucitados, Juan 5, resucitarán en cuerpos nuevos con el único propósito de ser castigados por siempre en esos cuerpos.
Eso es lo que la Biblia dice, atormentados para siempre. Deben tener un cuerpo que encaje ese tormento eterno. Y esa es la razón por la que Jesús en Mateo 10:28 dijo: “no temáis a los que matan el cuerpo, sino temed a Aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Como puede ver, el infierno es alma y cuerpo.
Con el cuerpo actual, no se podría tolerar el infierno. El cuerpo que tenemos ahora sería consumido en un momento. Entonces, Dios, así como prepara a los redimidos con cuerpo nuevos para el cielo, Él prepara a los condenados con cuerpos nuevos para el infierno. Nosotros conocemos un poco acerca de eso a partir de lo que el Señor dijo.
Él dijo, “el gusano de ellos no muere” (Marcos 9:33-49). Ahora, ¿qué quiso decir con eso? Cuando un cuerpo va a la tumba, y entra en un estado de descomposición, se llena de gusanos. Y comienzan a consumir ese cuerpo, y los gusanos van a morir cuando el alimento se acabe.
Entonces, una vez que el cuerpo es consumido, los gusanos mueren. Pero en el infierno, los gusanos nunca mueren porque el cuerpo, aunque está siendo consumido de manera continua nunca es consumido. Entonces, el gusano nunca muere.
Hace unos 3 años atrás tuve una experiencia con gusanos que no morían que todavía se me “espeluca la nuca”. Un día me encontré un gusano pequeño en la encimera de mi cocina, lo maté enseguida, pero me pareció tan extraño, pensé que era de la papelera, pero la revisé bien y estaba limpia, sin comida, ni olores.
Al poco rato volví a la cocina y en esta oportunidad, había otro gusano en una de las paredes de la cocina. Ya estaba preocupada, cogí un insecticida y rocié la cocina y la cerré por un buen rato.
Pasaron varios días donde me encontraba gusanos en todas partes de la cocina, el colmo fue cuando comencé a ver varios en el techo y ya estos eran grandes, perece que no morían, sino que se multiplicaban.
De verdad les digo que ore al Señor echando fuera toda malicia del Diablo, porque hasta llegué a pensar que era una brujería. Este episodio duró como una semana y ya yo casi entraba en la desesperación y oí al Señor que me dijo “LIMPIA” y la verdad sea dicha hacía muy poco que había hecho una limpieza general de la cocina y no estaba sucia.
Pero entendí que era algo más profundo. Comencé a tirar todo los alimentos que estaban guardados, pero que estaban abiertos, un montón, hasta que descubrí el origen.
Había una harina que estaba mal cerrada y se había metido una polilla y había puesto allí sus huevos y se había reproducido hasta el punto de casi sacarme de mis casillas. Esto fue por causa de unos cuantos gusanitos. ¿Se imaginan, miles de ellos que no mueren? ¡¡¡Terrible!!!.
El Señor estaba diciendo el tormento sin alivio del cuerpo continúa y continúa. Y también dice, el fuego nunca se apaga. Ahora, un fuego siempre se acaba cuando se acaba el combustible. Pero el combustible nunca se acabará. Aunque el fuego continúa, el combustible nunca se consume. Y entonces, usted tiene un tormento sin alivio de cuerpo y alma.
El tercer pensamiento. En el infierno, usted tiene un lugar de tormento sin alivio, de cuerpo y alma en diferentes grados.
En otras palabras, para algunas personas, el infierno será peor que para otros. Para todos los que estén ahí, será horrible. Será sufrimiento definitivo. No habrá alivio para ellos, pero para algunos, habrá grados de sufrimiento más severos. En Hebreos 10 dice: “Cuánto más severo será el castigo que merezcan aquellos que han pisado al Hijo de Dios y han considerado la sangre del pacto algo inmundo.”
La gente que ha pisado a Jesucristo, que ha rechazado a Su cruz, conocerá un infierno mayor que aquellos que no lo han hecho. Habrá grados, así como habrá grados de recompensa en el cielo.
En cuarto lugar, el infierno es un lugar de tormento sin alivio para el cuerpo y el alma en diferentes grados y será interminable.
El gusano de ellos nunca muere, el fuego nunca se apaga y la luz nunca llega. El alivio dulce de la muerte nunca viene. Interminable. La única razón y la única manera en la cual en esta vida nosotros podemos vivir en medio de las pruebas y el dolor y el sufrimiento y la enfermedad es porque creemos que habrá un fin para todo esto. Pero ellos no tendrán eso.
Es tan eterno como el cielo porque en el mismo versículo el Señor usó los mismos términos. Mateo 25:46: “e irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.” Lo que sea la vida eterna en términos de su duración, así lo es el castigo eterno. Ése es el infierno.
Dios no preparó el infierno para Su pueblo. Lo preparó para el diablo y sus ángeles. Pero las personas eligen ir ahí. Es una miseria inconcebible.
Tal vez te preguntes cómo evitar el infierno. Evitas el infierno sólo al recibir a Jesucristo como tu Señor y Salvador. Si tu no te apropias del Reino, si tu no tomas el tesoro, si tu no compras la perla de gran precio, no hay manera de salir. Pero si vives una vida de santidad, veras al Señor cara a cara. ¡Nos veremos en el cielo!
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