Discipulado Nº 33 – Un padre de familia con tesoros

Estudios Biblicos

DISCIPULADO Nº 33. UN PADRE DE FAMILIA CON TESOROS

Mateo 13:52 “El les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”.

Seguimos analizando esta linda parábola, de la cuál hemos aprendido la necesidad inmensa que tenemos de adquirir entendimiento espiritual otorgado por el Espíritu Santo; para poder llegar a ser un discípulo preparado en el manejo de las Escrituras y dispuesto a enseñarlo a otros. Pero encontramos aquí que Jesús sigue aclarando la parábola a sus discípulos y agrega que “todo escriba docto en el reino es semejante a un padre de familia:

UN DISCÍPULO QUE ES COMO UN PADRE DE FAMILIA CON TESOROS.

Como hemos visto a lo largo de todas las parábolas, que el Señor Jesús siempre buscaba iluminar una verdad espiritual y eterna, usando una comparación con algo que los discípulos conocieran, de cosas cotidianas, de la vida diaria, para que ellos luego pudieran recordar esas enseñanzas con mas facilidad. Era un secreto de los escribas y rabíes, hacer recordar.

Aquí nos habla de un padre de familia que saca de su tesoro aquello que necesita su familia, usando cosas viejas y nuevas; pero todas con la única finalidad de procurar el bienestar a sus propios hijos.

La palabra “tesoro” según el diccionario Perspicacia dice que es un: “Lugar, generalmente un edificio o habitación, donde se guarda dinero u otros valores para mantenerlos seguros”. En este pasaje, la palabra tesoro que se usa, es “βησαυρός” que viene del griego y significa “riqueza, depósito” y se refiere a un arcón donde se guardaban las cosas de valor, heredadas o necesarias al hogar.

Este es un buen “padre de familia” que para bien de los suyos se vale no sólo de las cosas nuevas, que por su modernidad podrían considerarse mejores, sino también de aquellas cosas viejas que a pesar de su antigüedad permanecen siendo útiles y vigentes, como fundamentos sobre los que se desarrollan las cosas nuevas.

Ese tesoro es la Palabra de Dios, la cual aun con la revelación parcial del Antiguo Testamento era, como dice el salmista en Salmos 19: 7-11 “Deseable más que el oro, y más que mucho oro refinado”. O que es “Mejor que la plata, que el oro fino, y que los rubíes”; y “y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.” Proverbios 3:13-18.

El valor de ese tesoro es aumentado con la revelación total y final de la voluntad de Dios a través de Su Hijo Jesucristo. Colosenses 2:2-3 “para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

Como hemos visto, el tesoro en esta parábola, es la palabra de Dios, el padre de familia es todo aquel discípulo de Cristo, que tiene conocimiento de la palabra y es un verdadero maestro que enseña la verdad de las escrituras.

Los discípulos pudieron entender las revelaciones del reino de los cielos porque todo lo que ellos sabían del antiguo testamento se estaba cumpliendo en la persona de Cristo Jesús.

El propósito de Jesús al dar esta parábola, era enseñar a sus discípulos que venía un nuevo tiempo donde el Reino de Dios tenía que extenderse por todo el mundo y ellos eran los elegidos.

Los escribas eran los encargados de copiar el antiguo testamento luego se convirtieron en expertos que no solo la copiaban, sino que la preservaban y la enseñaban, Jesús nos enseña que, así como los escribas tendrían la capacidad de sacar el mayor provecho de los escritos del viejo pacto entonces serían como ese padre de familia que sacaba para sus hijos tesoros viejos, es decir algo que se usó en el pasado, pero tenía mucha utilidad en este presente.

El Antiguo Testamento tiene muchas cosas que enseñarnos. Desde Génesis hasta Malaquías podemos encontrar no solo historias, sino principios y valores que pueden ayudarnos en el entendimiento de la salvación que Cristo nos ofrece. Estos libros fueron las bases para crear el nuevo testamento, familia que sacaba para sus hijos tesoros viejos, es decir algo que se usó en el pasado, pero tenía mucha utilidad en el presente.

Los lideres religiosos se quedaron en el antiguo testamento y no recibieron el nuevo testamento ellos buscaban un reino temporal y físico y no pudieron discernir la verdad del reino de los cielos en Cristo Jesús, El es la revelación del nuevo Pacto. Jesús nos manda a ser un escriba docto en el reino de los cielos es decir ser instruido sobre el reino de los cielos.

Como hijos de Dios hemos sido bendecidos con un conocimiento especial, que el Señor en su infinita misericordia ha permitido que suba a nuestro corazón, la palabra de Dios penetra y se guarda en lo más profundo de nuestro ser y ella sale a recordarnos en los momentos de dificultad las promesas tan fieles que Dios nos ha dado.

En este evangelio vemos que todo hombre que se instruye en la palabra de Dios sabe sacar cosas nuevas de lo que ha atesorado en su corazón. La palabra de Dios es tan rica espiritualmente que nunca se agota y el fin de Dios es que todos las escuchen y saquen bienestar espiritual para sus vidas.

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados

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