Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: Discipulado Nº 40.. Solamente excusas
INTRODUCCIÓN
Nuestro Rey ha preparado una fiesta porque quiere disfrutar contigo y conmigo en comunión intima. Esta intimidad con Dios solo se puede lograr a través de la cercanía con Él a través de la conversación en oración, cuando oramos desnudamos nuestra alma delante de Él y cuando leemos su palabra, Él nos habla y nos muestra su voluntad y dirección para nuestras vidas.
Pero es una realidad muy cruda, que muchos de nosotros, aún sabiendo que nuestro Rey, nuestro Padre, nuestro amado, quiere estar con nosotros, para disfrutar de su presencia; buscamos excusas para no hacerlo.
Mateo 22:4-6 “Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; y otros. . .”
Vemos como dice en el versículo 5 como los primeros, no hicieron y se fueron:
“Uno a su labranza“
La labranza, según Wikipedia, es la operación agrícola que consiste en trazar surcos medianamente profundos en la tierra con una herramienta de mano o con un arado. La acción de labrar la tierra mediante un arado es referida como «arar». La palabra «labrar»según Wikipedia deriva del latín laborāre, que tenía el significado genérico de trabajar.
No fue a esta importante invitación; porque tenía:
I. MUCHO TRABAJO.
¿No nos parece que esto pasa muy a menudo en nuestra actualidad? Que rechazamos la invitación de disfrutar de la presencia de Dios, porque tenemos mucho trabajo. Tenemos que estar alertas y reconocer que la provisión del trabajo vino de parte de Dios y es a Él a quien tenemos que agradecerle, ¿de que manera?
Aceptando la invitación y comenzar a buscarle en intimidad. No necesitas estar todo el día orando y leyendo su Palabra; lo que él busca es tiempo de calidad, donde te detengas de tu ajetreo diario, hables con Él y sientas que Él está contigo y puedas desnudar tu alma en su presencia, para encontrar el debido descanso espiritual.
“y otro a sus negocios”
II. MUCHOS NEGOCIOS.
En la etimología de la palabra “negocio” significa literalmente, “Lo que no es ocio” Para los romanos los negocios u ocupaciones son lo que hacemos cuando no estamos disfrutando de nuestro tiempo libre.
Yo lo asemejaría a MUCHAS OCUPACIONES. Vivimos en un mundo tan frenético, que es como una pequeña bola de nieve que lanzamos desde lo alto de una montaña nevada y esta va creciendo más y más conforme va bajando; así es la vida en la actualidad. Debemos cuidarnos por nos llenamos cada vez de ocupaciones sin fin, que no nos queda tiempo para disfrutar de la presencia de Dios en nuestras vidas.
“..y otros. . .“
Aunque el versículo nos continúa hablando de lo que hicieron los invitados con los siervos, que los afrentaron y los mataron; quiero quedarme con solo esa frase: “y otros….”
Me vino a la mente la imagen de la mujer Sulamita de Cantar de los Cantares; cuando su amado deseaba estar en intimidad con ella y ella respondió: (Cantares 5:3) Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?. Ella no quiere incomodarse.
III. MUCHA COMODIDAD.
Lamentablemente vemos que la Novia no quiere mojarse; no quiere salir de la comodidad de su cama.
Si analizamos un poco el pasaje encontramos que primero el amado llamó por su doncella, pero el sonido de su voz no fue suficiente para persuadirla a abrir la puerta. Luego él afectivamente elogió a su doncella, con cada uno de estos términos cálidos y complementarios: Hermana, amiga, paloma, perfecta mía. Pero esto aún no fue suficiente para persuadirla a abrir la puerta.
Le sigue diciendo que su cabeza está llena de rocío, describiéndole que ha sufrido molestias al ir a buscarla. El amado hizo varias súplicas hacia la doncella; diciéndole que le abriera la puerta. Aún, con todo esto, la doncella no abrió la puerta para su amado, permitiéndole así que entrara.
Esta ilustración – del amado estando fuera de la puerta y llamando a su doncella para entrar – podría proveer la única referencia del Nuevo Testamento hacia los Cantares de Salomón, encontrado en Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.“
Vemos aquí que la doncella le responde con excusas. “Me he desnudado de mi ropa; ¿cómo me he de vestir?”. Ella estaba cómoda en su cama, así que él no podía entrar. Ella no podía ser molestada con el inconveniente de vestirse a si misma y para prepararse a si misma para irse a dormir otra vez “He lavado mis pies; ¿cómo los he de ensuciar?”.
Quizás ella simplemente no tenía la voluntad para ser molestada; quizás ella no apreció la naturaleza inesperada de la visita de su amado; quizás él llegó mucho más tarde de lo que ella esperaba, y, por lo tanto, ella se sintió irritada.
Quizás este era su esfuerzo para controlar la relación (“¿Por qué he de ir tan pronto como él toque? Él puede esperar un poco de tiempo.”) Sin importar la razón en específico, ella se rehusó a levantarse rápido de la cama para abrir la puerta.
Su problema no era de que ella no quería ir a la puerta; sino que lo hizo tan despacio y de mala gana, haciendo excusas todo el camino. “Esta actitud muestra un espíritu insensible. Ella estaba pensando en su confort y para nada en los deseos de Salomón o en su relación con él.” (Estes)
Esta ilustración en la Biblia nos enseña que si nosotros queremos tener intimidad con nuestro Dios y disfrutar de su presencia, debemos dejar a un lado el hecho de sentirnos cómodos y pensar solo en nuestros deseos egoístas y procurar atender la llamada de nuestro amado, quien nos llama, porque quiere estar con nosotros.
No dejemos que el trabajo, ni las ocupaciones, ni siquiera la comodidad en la que nos encontramos nos impidan disfrutar de la compañía del Rey. ¡Abramos la puerta de nuestro corazón y digámosle al amado de nuestra alma: Si quiero disfrutar hoy disfrutar de tu presencia!
© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.
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