Discipulado Nº 44.. Viene el Rey

Estudios Biblicos

ESTUDIOS BIBLICOS.. TEMA: DISCIPULADO Nº 44. TIEMPO DE PREPARARSE ¡VIENE EL REY!

Comenzamos el penúltimo mes del año 2019, NOVIEMBRE; en el mismo estudiaremos la Parábola de las 10 vírgenes y la palabra profética es: TIEMPO DE PREPARARSE, VIENE EL REY.

Versiculos Biblicos: Mateo 25:1-13 (Parábola de las diez vírgenes) (RVR1960)

En este discipulado trataremos de explicar el significado de esta parábola, y para poder entenderla tenemos que estudiar un poco sobre su contexto histórico.

CONTEXTO HISTÓRICO

Puesto que ésta parábola de las diez vírgenes incluye un banquete de bodas, será provechoso considerar primero una breve descripción de las costumbres que se observaban en las bodas del tiempo en que Jesús habló la parábola.

En la cultura judía, una pareja mantenía su noviazgo por largo tiempo antes de contraer nupcias y la promesa de compromiso era un pacto similar a los votos del matrimonio.

En el día de la boda el novio iba a la casa de la novia para la ceremonia; luego la pareja, regresaba a la casa del novio donde tenía lugar una fiesta que con frecuencia duraba toda una semana. Esta procesión nupcial se convertía en un gran desfile, lleno de alegría y algarabía; había hombres que tocaban tambores y otros instrumentos musicales, y personas danzando en el trayecto. Era una ocasión de sumo gozo.

A esta fiesta se iba agregando gente por el camino. Estos que se agregaban normalmente eran los convidados que no fueron a la casa de la novia, a éstos se les permitía unirse a la comitiva por el camino y todo el grupo va a celebrar las fiestas de bodas.

Había un detalle muy significativo y era que las calles de la ciudad en aquellos tiempos eran oscuras, y era necesario que se llevará lámparas o antorchas.

 Salmos 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”.

Sin lámparas o antorchas NO pueden unirse a la procesión y no se le permitía entrar a la casa del novio. Las lámparas eran hechas de barro con un orificio grande para el aceite y una pequeña abertura donde se colocaba la mecha, que era un pedazo de tela humedecida con aceite. Muchas veces llevaban esta clase de lámpara en la punta de un palo que se alzaba sobre la cabeza. Según los rabinos estas lámparas significan el pacto que hizo Dios con Abram de que como las estrellas de los cielos así sería su descendencia

Génesis 15:5 “Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”.

Estas diez vírgenes que se mencionan en la parábola, serían probablemente amigas de la novia y estaban esperando el pasaje del cortejo nupcial para unirse al  desfile con sus lámparas encendidas y así entrar en la casa y participar en el banquete de bodas.

Pero el paso de la comitiva dependía de la hora en que el novio decidiera emprender la marcha y esto podría suceder a cualquier hora; de modo que los que pretendieran unirse al cortejo nupcial tendrían  que estar preparados esperando en algún punto del recorrido para salir a su encuentro a recibir al novio cuando se le ocurriera llegar.

A veces la espera podría ser muy larga y cansadora y extenderse hasta muy avanzada la noche.

El relato de Jesús nos dice que el novio tardó mucho en llegar; las diez jóvenes que esperaban el cortejo nupcial vencidas por el cansancio se quedaron dormidas hasta que las despertó el clamor que anunciaba que llegaba el novio.

Entonces, al tomar sus lámparas para salir a recibir al novio, las cinco jóvenes descuidadas comprobaron  que sus lámparas se quedarían sin aceite, y como las prudentes se negaran a prestarles algo de la reserva de aceite que ellas tenían, debieron salir a comprarlo.

Mientras iban a buscar aceite, se les hizo tarde y no pudieron participar en la fiesta, porque era también costumbre que luego de cerrada la puerta de la casa, ya nadie podía entrar para participar del festejo.

Esta parábola la enseñó Jesús a sus discípulos para mostrarles la necesidad de ser vigilantes, de estar despiertos, de permanecer fieles y estar siempre preparados para la venida de nuestro Rey.

© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.

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