Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: Discipulado Nº 50.. El de 2 talentos
INTRODUCCIÓN
Seguimos aprendiendo de la Parábola de los Talentos. Hemos visto que si somos agraciados con muchos Dones y Talentos, tenemos mas responsabilidad delante de Dios y de los hombres, pero que Dios también al exigirnos más, dará también su respectiva recompensa.
Estudios Biblicos… Texto biblico: Mateo 25:22
A este siervo, su señor solo le entregó 2 talentos. Si nos fijamos bien, le entregó menos de la mitad del otro a quien le había entregado 5, pero como su señor conocía muy bien su capacidad, vio propicio que solo le debía entregar 2 talentos. Sin embargo todos tenían la misma comisión “ponerlos a producir” no importando el como, el cuando, el donde, cada uno debía entregar cuentas del dinero que habían recibido.
El que había recibido 2 talentos, multiplicó el dinero y asi se lo entrego a su señor al éste volver y recibió las mismas recompensas del que recibió 5 talentos.
Los talentos y los dones otorgados por Dios, no sólo representan las cualidades naturales, sino también las riquezas que el Señor Jesús nos ha dejado en herencia para que las hagamos fructificar. Son todos los regalos naturales, espirituales y materiales. Incluye a nuestras habilidades y recursos naturales -nuestra salud, educación- tanto como nuestras posesiones, dinero y oportunidades.
Son esos dones espirituales que nos ha dejado para bendecir y edificar su iglesia. Por eso no es tan importante la cantidad de talentos y dones que tengamos o que nos haya dejado nuestro Señor y Dios; sino que lo mas importante es que los pongamos a producir.
Cuando hablamos de fructificar nuestros dones y talentos, estamos hablando de producir buenos resultados, que los que hagamos produzca un interés a favor del Reino de Dios; que nuestros dones y talentos al usarlos dejen beneficio y bendición a las iglesias en las cuales Dios nos ha plantado.
Ser fructíferos fue uno de los propósitos de Dios al ponernos aquí en la tierra. Fue una ordenanza para nuestros primeros padres Adán y Eva.
Génesis 1:27-28 “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”
Fue también una orden de Dios para Noé y su familia, luego que había extinguido todos los habitantes con el diluvio.
Génesis 9:1,7 “Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra…7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.“
Es una orden que Dios puso en la naturaleza.
Génesis.1:22-23 “Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto”.
Todo esto; la tierra, las aves, los peces, los animales producen y se multiplican a diario por el poder de la palabra de Dios, por que el lo dijo y fue hecho y por el poder de su palabra sigue siendo hasta hoy en día. ¿Cuánto más seguirá vigente la promesa para nosotros los hombres que fuimos hechos a su imagen y a su semejanza?.
Hemos sido llamados a la productividad y multiplicación de nuestros dones y talentos y no hay lugar para el conformismo y la pasividad. El se encargará de mirar nuestra fidelidad y de recompensarnos por ser útiles en Su Reino.
Para reflexionar:
Romanos 12:6 “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. 9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.”
© Moreiba Cabrera. Todos los derechos reservados.
Leer: Discipulado Nº 51. Un solo talento
