Inicio » Estudios Bíblicos » Los 4 mundos de Perdición – Parte 2

Los 4 mundos de Perdición – Parte 2

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Los 4 mundos de Perdición – Parte 2

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Juan 8:32

Introducción

En la primera parte de estos cuatro estudios bíblicos, se analizó la importancia que tienen para perdición los pecados sexuales. La época actual, ya no son solo pecados, sino un mundo completo, donde las personas que persisten, pues van hacia un destino destructivo.

Fueron observados desde su etimología bíblica la fornicación, el adulterio (común hoy en día, sin pudor), la inmundicia perversa humana, y la lascivia. Estos primeros pecados, del mundo gobernado por el príncipe de la potestad del aire, están descritos en Gálatas 5: 19.

Asimismo, estos mundos de pecado ocultan en lo fabuloso de su ejecución, una horrible verdad. Nadie que los haga podrá ver el reino de los cielos, si no se arrepiente de corazón ante Dios. La segunda parte ha hecho un estudio de los pecados que parecen haber venido directamente de los tiempos antiguos. Las obras religiosas, legalistas de los hombres parecen nunca acabar, y el mundo corre y corre en pos de ellas. Sin embargo, no había palabra alguna para describir la religión o manifestaciones de adoración a una deidad.

Cabe destacar que todos los pecados (antes de ser tales son tentaciones) son agradables, apetecibles y sin peligro aparente. Pero lamentablemente, una vez que te sumerges, conoces lo árido y desprotegido de estar en estos mundos. Cuando Adán y Eva cayeron en las garras de la tentación, fueron sacados del huerto del edén, y ciertamente, conocieron la muerte.

Después de ese infortunio, la descendencia empezó a buscar maneras de relacionarse con Dios. Pero pervirtieron el derecho y se buscaron muchas cosas pecaminosas para restablecerla. Una de ellas es la religión, el mecanismo que ha hecho que las generaciones se pierdan con constancia en la relación con el Señor.

La iglesia de Galacia – Ejemplo de influencia legalista

En la época de Pablo, la iglesia de Galacia parecía ser bastante susceptible a dejarse llevar por las corrientes legalistas o judaizantes. Los “legalistas”, libertinos por sí, predican que la salvación depende de los esfuerzos personales, negando rotundamente la eficiencia de la cruz. Sin embargo, Pablo combatía la legalidad judaizante con la libertad cristiana que ofrece el evangelio de la gracia. Y es por ello que a los pecados sexuales le siguen los religiosos.

Los pecados religiosos – continuación de Gálatas

En la entrega anterior del evangelio de hoy, se expuso los pecados que mayor contaminan al hombre a nivel sexual. Adulterio, fornicación, inmundicia y lascivia han sido descritos por el apóstol Pablo como los primeros anti frutos espirituales. Sin embargo, quedan tres grupos de pecados, que hacen que nuestra relación con Dios, cruzando un mundo perdido, sea más difícil si no le tememos. En este estudio bíblico empezaremos con los pecados religiosos del paganismo.

Para el caso de este estudio bíblico, se estudiarán los primeros dos pecados del versículo de Gálatas 5:20. Estos son la idolatría y la hechicería, que se definen dentro del mundo religioso.

Concepto de Religión

Este vocablo se estudia desde el griego. Su etimología es Threskeia y se traduce como la expresión externa de una devoción espiritual. Se expresa como una aplicación al ritualismo, servicios y reglamentación para denotar una fe y la devoción a alguna deidad o cosa parecida.

De acuerdo con el Diccionario del mundo hispano, en el antiguo testamento no existe una palabra directa para la aplicación religiosa. La adoración y el temor a Dios describían estos efectos más bien como un convencimiento mental en contraposición con un ritualismo religioso.

Uno de los mayores exponentes en contra de los ritualismos religiosos es el apóstol Santiago. En su carta hace referencia a las diferencias existentes entre el fingimiento y la realidad religiosa. En su versículo 1: 26, la palabra del griego para describir lo religioso es la Superstición.

Para los apóstoles del Nuevo testamento, este vocablo es más una representación externa de adoración. Es algo muy superficial y que se debe cumplir cabalmente. Pablo, antes de ser convertido al Evangelismo, fue un ferviente ritualista hebreo. Este punto, él mismo lo expone ante el Rey Agripa en Hechos 26:1-5.

Pecados relacionados con las religiones

En este punto  se quiere dar a conocer las diferentes tipos de adoraciones humanas que existen en el mundo religioso que nos rodea, con la finalidad clara de presentar defensa del evangelio ante todo aquel que la requiera de nosotros como pueblo escogido de Dios (1 Pedro 3:15).

En este estudio bíblico hablamos verdad que nos pueda edificar y llevarnos por medio a nuestro Señor Jesucristo a vida eterna. Los argumentos bíblicos que fundamentan nuestra fe son sumamente importante para compartir en convicción y certidumbre y así dar la buena batalla contra la idolatría y hechicería.

La Idolatría como primer pecado religioso

Práctica, religiosa o no, para describir la rendición culto y adoración a un ídolo en particular. También se alude cuando una persona siente éxtasis excesivo hacia una persona, animal o cosa. La fe depende exclusivamente de Dios y desafía en forma sustancial a la idolatría de la ley (Gálatas 5: 1).

La ley puede ser buena, pero si solo buscamos la salvación por medio de la ley, ésta se convierte en un ídolo mortal: en «cosas y principios sin sentido». La ley no libera por sí misma; el hombre termina sintiéndose esclavizado: hace lo que no quiere y quiere lo que no debe hacer.

La idolatría aún puede ser más abrumadora y destructora que otros pecados, ya que llega a pervertir la misma conciencia del hombre. Al igual que la idolatría del dinero, a las divinidades, al poder político y mundial, destruye las relaciones humanas, sociales y políticas. Ella es causa y consecuencia de un mundo opresor y represivo. Un buen ejemplo son las guerras por idolatría a un país o a un líder, el cual con deseos de ambición desenfrena por tenerlo todo.

Adoración a imágenes paganas (catolicismo)

La adoración a imágenes se presenta desde los tiempos bíblicos de Moisés con la adoración al becerro de oro (Éxodo 32:8) y ha seguido en aumento con las diferentes sectas. Una de ellas es la doctrina del catolicismo, que su esencia y figuras son publicidad a través de imágenes. Un cristo crucificado símbolo pagano de adoración a la muerte, y las advocaciones de vírgenes, llevándolas a comparar a la “madre” de Dios.

Hay algunas características que resaltan la idolatría en esta religión como lo son:

La creencia en Maria (maternidad divina, inmaculada concepción, la perpetua virginidad y la asunción, entre otros). Y es llamada también madre de la iglesia, madre de todos los hombres.

Órdenes religiosas las cuales dependen exclusivamente del papado establecido desde sus orígenes romanos.

Beatificación de difuntos cuyas virtudes han sido certificadas por el papa y para poder ser honrados en cultos. Asimismo, la veneración a persona “más cercanas y entregadas a Dios”, ya sea que hayan muerto en gracia o hayan sido llevados al cielo, colocando como ejemplo al profeta Enoc o Elías.

Adoración a los Santos fundadores de la religión católicas entre ellos: Francisco de Asís, Teresa de Jesús, Juan Bosco o Teresa de Calcuta una de las más actuales. Estas órdenes se refieren a distinta enseñanzas espirituales de sus fundadores (as).

El mandamiento principal dice con palabras contundentes: no adorarás ni te inclinaras a Dioses ajenos (Éxodo 20:3-5). Les aseguro hermanos míos que esto es palabra de verdad más profunda que todas las ciencias juntas hechas por hombres. Profundicemos este punto a la luz de la palabra de Dios y llevar su crítica de manera constructiva a todo aquel que este confuso de a quién solo debemos adorar. Nuestro amado Dios Jehová el principio y el fin de todas las cosas que vemos y de las que aún no han visto nuestros ojos.

Idolatría al dinero y la vanidad (el dios Mammón)

El fervor al dinero es entregarse a él, creyendo que riquezas son sinónimos de la presencia de Dios. Por eso la ferviente contraposición de Jesús, que no sólo pone frente a frente a Dios y a «Mammón», sino también exige a sus súbditos una opción exclusivista. De ahí la irreverencia contra los ricos «porque ya tienen su consuelo» (Lucas 6:24), declarándolos excluidos de las bienaventuranzas porque su fuente de seguridad y contento es el dinero y no Dios. He ahí, ya tienen su completa recompensa.

Transformación del dinero en ídolos

Actualmente el dinero se ha ramificado en diferentes formas de idolatría hacia el mismo:

El vestuario: es una aflicción tanto si hay mucho como también si no tenemos. Algunos cristianos llegamos al punto de dejar de ir a la iglesia por no tener “nada que ponernos“. A veces, la realidad es que tenemos alrededor de 50 vestuarios o más. Y aun no nos saciamos de comprar o tener algo diferente cada día. La moda ya es una forma de vida teniendo y siguiendo a famosos personajes de moda.

La estética: se ha vuelto un ídolo que admirar por medio de personas que se han sometido a cirugías de todo tipo. Con ello pretenden ser más hermosas de lo que Dios predestinó para cada uno de nosotros.

Lamentablemente, la ausencia de conocimiento de lo que verdaderamente valemos permite que queramos ser como muchos artistas o personas vanas.

El alcohol y drogas: puede darnos visajes momentáneos de alegría o de libertad, sintiendo que podemos hacer lo que nos parezca. Teniendo como fin cosas que al principio no vemos como malos comportamientos, acciones que conllevan a enfermedades, e incluso la muerte.

La televisión, el Smartphone y el internet: engorda la exponencialmente terrible ociosidad de la humanidad. Le roba suficiente tiempo para alejarse de la comunión con Dios. Esto es suficiente para que nuestra vida se consuma en momento sin sentido ni fruto espiritual.

Casinos y Juegos de azar: cumplen un propósito devastador para quien caiga en esta trampa el cual lleva al individuo a un vicio sin retorno a una perdida no solo de dinero sino también de conciencia y falta de prudencia por gastar has lo que no poseemos robándonos la paz en nuestro entorno.

Glotonería “amor” la comida: Dios la creo para satisfacer una necesidad mas no para sé de ella un dios del cual queremos abusar. Gastamos diariamente excesiva cantidad de dinero comprando comida que muchas veces desechamos.

Hay un ejemplo inefable en la palabra donde se resumen que Cristo obtuvo la victoria en toda cosa material. Desde la comida hasta riqueza, reinos y bienes materiales. Esta fue la primera tentación, cuando vino satanás en su presencia y le tentó tres veces, pero en diferentes cosas como alimento, poder, prosperidad e idolatría (Mateo  4:1-10).

Idolatría a un poder político

Ciertamente en la carta a los Romanos 13:4-5, hay solo dos razones por la que debemos obedecer al gobierno. La primera por cuestión de castigo que el gobierno ejecuta contra quien comete un delito (vers. 4). La segunda, por causa de la conciencia limpia que queremos mantener delante de Dios, quien ha permitido el establecimiento del gobierno, y nos manda obedecerlo.

Por estos dos factores es que, mientras no existe ninguna amenaza, hostigamiento o nos arrastre por sus corrientes, los cristianos debemos obedecer legalmente sus previsiones. Debemos tener claro lo anterior, cuando el límite es rebasado y el deseo de ser dueño de algo grande como un país se vuelve realidad. Cuando jugamos a ser pequeños dioses de naciones o hacer que la gente de un pueblo te venere.

Llegamos como un dios salvador que viene a cambiar vidas netamente materiales.

Según Lucas, cuando Satanás tentó a Jesús nos hizo una gran revelación: «Te daré todo ese poder y esa gloria, porque me lo han dado a mí y yo lo doy a quien quiero» (Lucas 4: 9). Satanás es dueño, es señor con verdadero dominio, y los idólatras son administradores suyos que reciben de él poder, bienes y éxito.

En todo lo anteriormente expuesto podemos notar que el fin de estos falsos ídolos es seducir a la humanidad, para que adore a la Bestia. Es decir, a un sistema económicamente globalizado y culturalmente humillante del pueblo. Y así a través del miedo e incertidumbre, logran controlar los factores sociales, entre ellos la economía. Gracias a estos Satanás, el emperador del mal, se puede considerar a sí mismo, sin peligro, como dios y dueño del mundo.

La Hechicería

Palabra que proviene del vocablo griego Pharmakeia. Su raíz es Pharmakon. No es más que el uso de medicamentos, en casi todos los casos venenosos o hechizos. Solamente se nombra tres veces en el nuevo testamento con diferentes significados. Todos ellos aluden a los engaños y seducciones que se obtienen con la idolatría.

La hechicería abarca muchas ramas como la magia negra, adivinación, espiritismo, astrología, drogadicción e hipnotismo, que emplean cultos, palabras y pasiones para influir en personas. El propósito de quienes lo practican es engañar a las personas sobre sus vidas y situaciones personales. Crean un velo de dependencia hacia lo que el destino les depara, dándoles una sensación de seguridad para llevar la vida como les parezca.

También, en el libro de apocalipsis, se emplea este término para referir a los efectos que se tienen con las drogas. No al uso que se hacen de fármacos para curar enfermedades, las cuales son dosis debidamente administradas.

Actualmente, las drogas es un mundo total de perdición, y muy pocas personas logran verlo, salir de él y arrepentirse. Estas drogas influyen fuertemente en el carácter, en la manera de pensar y abren las puertas al dominio de satanás. Con ello, el maligno busca separar fuertemente a los seres del Dios verdadero, encaminándolas a la destrucción total.

La época medieval como centro de hechicería

Anteriormente, brujería y hechicería eran sinónimos. Una persona bruja era aquella que practicaba eventos supersticiosos para traer bendición o condenación. Esto traía fuertes consecuencias sobre esas personas.

Pero también, algunas de ellas eran fuertes practicantes de estas cosas, que las separaba rotundamente de la presencia de Dios. Más bien, algunos de ellos practicaban abiertamente estos conceptos y eran fuertes discípulos de Satanás.

La hechicería siempre ha estado relacionada con Satanás. Otro concepto manifiesta que la hechicería es el empleo de poderes que provienen de los demonios, al servicio de los hombres. Esto va en contraposición a la palabra, pues la confianza de todo ser debe estar solo en Dios.

Las culturas civilizadas del medioevo, y las culturas indígenas del mundo antiguo occidental, creían fervientemente en este pecado. Con símbolos paganos, rituales estrambóticos y otras artimañas, expresa tener un poder oculto o secreto para otros.

Hollywood como centro de drogadicción

En los tiempos actuales, uno de los epicentros de este pecado idólatra proviene de una región americana. Hollywood, el mayor fabricante de películas de diversos tipos a nivel mundial, es una meca de la hechicería o drogadicción.

Se puede decir que el 45% de las personas que hacen vida dentro de esta industria, abusan de drogas y el alcohol. Un 30% de esta cantidad corresponde solamente a actores o actrices, productores y directores.

Esto quiere decir que son personas con una fuerte influencia sobre las masas, llamando a más personas a practicar esta gran y pervertida hechicería.

Wall Street, otro centro de idolatría y hechicería

Este es uno de los centros donde se combinan fuertemente la idolatría y la hechicería. El amor al dinero y a proveer más es característico de este centro financiero. Asimismo, los corredores de bolsa y personas cercanas a este centro financiero, también practican de manera oculta la drogadicción.

Una película ejemplo de estos dos ejemplos se puede ver en “el lobo de Wall Street”. Se puede ver la interpretación de Leonardo Di Caprio, en un hombre que inició desde abajo con el asesoramiento equivocado. Una persona, muy influyente dentro del mercado bursátil, es a su vez un drogadicto empedernido. Con ellas, trata sus frustraciones personales y sus éxitos financieros.

Asimismo, se puede decir que la circulación de todo tipo de valores dentro de este gran entorno financiero, también depende de fraudes fiscales. Manipulaciones, trampas, entre otros tipos, se ven a diario en esta sucursal infernal. De igual forma, mucho dinero en este centro puede provenir directamente de la droga, el secuestro, homicidios, mafia, entre otros entornos.

Conclusión de la segunda parte

En este punto se ha podido observar como se ha desvirtuado la relación con Dios a través de dos tentaciones muy peligrosas. La primera ha hecho no solo que la religión desvíe la relación humana, sino también, el mismo mundo de placer y vanidades.

Para mantener la integridad espiritual hace falta conocer a fondo este tipo de temas específicos. Las religiones son una parte pequeña de lo que la idolatría hace con respecto a la adoración y el temor de Dios.

La idolatría y la hechicería, con el pasar de los tiempos, han tenido transformaciones dramáticas para poder influir sobre los hombres. Ya no son pociones, magia o encantamientos (en mayor parte) los que seducen a los hombres.

Aunque si existen, se tienen otros ídolos mayores que pueden hacer el mismo papel con menos dramatismo. El dinero, los celulares, la televisión, las computadoras, las drogas, y un sinfín de cosas más están dando mejor protagonismo sobre estos pecados.

En el próximo estudio bíblico se estará tratando un mundo importante de perdición, que tiene que ver más con la individualidad. Dice la palabra que lo que de la boca sale, del corazón procede. Por ello se estudiará el mundo de perdición que tiene que ver con los pecados de carácter.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Estudios Biblicos.

Leer: Los 4 mundos de Perdición – Parte 1

Deja un comentario