Influenciados por la ley o por la gracia

Franklin Riera

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Estudios Biblicos... Discipulado Nº 38.. La gracia

Influenciados por la ley o por la gracia

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Estudios Biblicos

Estudios Bíblicos Predicas Hoy: Influenciados por la ley o por la gracia

Estudios Bíblicos Lectura de la palabra de Dios de Hoy: Efesios 2:8-9

Tema: ¿Qué es la gracia de nuestro Señor Jesucristo?

Introducción 

En mundo o en la sociedad en que vivimos normalmente nos dejamos llevar por estos principios generales:

  1. La ley humana que resalta que debes recibir lo que te mereces de acuerdo a tus actos o acciones.
  2. La gracia, la Biblia me enseña qué es recibir de Dios a través de Jesús lo que él en su sabiduría crees que necesito y no lo que merezco, ya que es la única manera de estar bien con Dios.

Podemos parafrasear de otras maneras que existen dos principios que operan principalmente en este mundo más siempre nos damos cuenta que cada uno de nosotros tratamos de vivir influenciados por estos dos principios

Realmente es un poco complicado o difícil reconocer cuál principio está influenciando más en nuestras vidas, sin embargo el día de hoy tú y yo y todo el mundo están siendo influenciados por estos principios y que al final orientan o guía nuestra manera de pensar, actuar, reaccionar y sentir.

1. PRINCIPIO DE LA LEY.

Términos Moral o Bíblico.

De las palabras heb., la que se usa más es TORAH y puede referirse a instrucciones humanas, a instrucciones divinas, a reglas, a la ley de Moisés.

La palabra gr. muy común NOMOS ocasionalmente se refiere a ley(es) pero en el sentido más universal como un principio que gobierna las acciones de uno, o al Pentateuco, o a otras porciones a la ley de Moisés.

Otros sinónimos en castellano incluyen mandamiento, derecho, instrucción, juicio, ordenanza, decreto, estatuto y testimonio.

Término Social.

Una ley es una regla, una norma, un principio, un precepto. Como tal, proviene del latín lex, legis.

La ley natural es un concepto de ética filosófica que hace referencia al conjunto de principios que se atribuyen como características inherentes a la naturaleza humana y que, en este sentido, pueden emplearse como guía y modelo para valorar y considerar las conductas de las personas y determinar las leyes civiles a las que están sujetas. Como tal, la ley natural se rige por la razón para distinguir lo que es correcto de lo que no.

El principio de la ley es muy sencillo.

Si haces lo que debes hacer, si obedeces, te irá bien. Por lo menos, evitarás un castigo; puede ser que incluso recibas algún beneficio. Por ejemplo, si manejas por la carretera sin violar las leyes de tránsito, generalmente evitarás una multa.

Hace algún tiempo, recuerdo que un amigo que trabajaba en un almacén de distribución nos dijo a sus amigos. “¿Saben lo que recibí hoy?” – nos preguntó. “¡Recibí mi reconocimiento por mejor empleado del mes!”. Alguien le consultó si el reconocimiento incluía algún premio monetario. Cuando dijo que no, se perdió el interés. Pero bueno, algo es algo. Peor es nada.

Así es que funciona la ley. Funciona en base a lo que te mereces. Es un principio que se extiende a cada parte de nuestra vida. En la familia, es la base de la disciplina de los hijos.

En el trabajo, define la relación entre patrón y empleado. Si haces el trabajo, recibes tu salario; si no cumples con las instrucciones, puedes terminar despedido.

Dios también dio leyes a su pueblo. Eran leyes muy buenas. Si se obedecían, habría bendición. La sociedad prosperaría. Todos vivirían en armonía. Por esto, Dios dijo a su pueblo: “Observen mis estatutos y mis preceptos, pues todo el que los practique vivirá por ellos. Yo soy el Señor. ” (Levítico 18:5)

Dios le dio a su pueblo una ley que era perfecta para ellos, y luego les prometió vida a través de estos mandamientos. ¿Cómo llegaría esa vida? Solamente llegaría por medio de la obediencia. Así es que funciona la ley: la obedeces, te portas bien, y recibes los beneficios. ¡Fácil! ¿No?

Este principio de la Ley es esencial y muy necesario para la sociedad; sin leyes, la sociedad se convertiría en un caos. Pero el problema con el principio de la ley es que nosotros, los seres humanos, somos débiles. Dios nos promete vida si obedecemos toda su ley, pero ninguno de nosotros hemos podido cumplido esa ley, más bien la hemos quebrantado y muy seguido.

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Franklin Riera
Autor

Franklin Riera

Magister en Teología y Estudios Bíblicos, Lic. en Teología Pastoral y Estudios Transculturales. Pastor en Ecuador por 20 años.

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