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El enemigo de nuestra fe

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: El enemigo de nuestra fe

Estudio Bíblico Texto Bíblico:¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.” (Isaías 14:12)

Introducción

Por decirlo de alguna manera Dios tiene un enemigo, este es conocido con muchos nombres. Trata de muchas maneras de estropear el plan de Dios por diferentes motivos y se ha propuesto atacar al ser humano para que este no alcance el propósito que Dios le ha trazado.

Menciono que de alguna manera es su enemigo porque nadie puede contender contra Dios. Es infructuoso todo intento de contender con el creador, no hay opción en ir en contra de su voluntad pues Él es soberano y está sobre todas las cosas. 

Sin embargo el enemigo de nuestra fe si tiene poder que puede actuar en este mundo contra los desamparados, contra aquellos que no han conocido al Señor. También actúa contra aquellos que ya hemos conocido al Señor, tratando siempre de engañar, por algo es conocido como padre de mentira.

Origen del mal

En el libro de Ezequiel 28 encontramos una profecía que se refiere al origen del enemigo. En este texto bíblico leemos cómo fue creado por Dios como un sello de perfección, hermoso en gran manera. Su pecado fue aspirar a ser como Dios y sentarse en su trono. 

Dios no comparte su gloria, su poder sobrepasa todo entendimiento y solo Él es digno de ser adorado. Por lo tanto Dios lo lanzó del cielo, lo enjuició y condenó para siempre. Ese es el origen de la maldad, el origen del pecado, de como un ángel de Dios intentó rebelarse contra la voluntad perfecta del Padre.

Esa ambición por ser adorado le siguen hasta el día de hoy. Trata de ocupar en el corazón del hombre, a través de engaños, un lugar preferencial en lugar de Dios. Trata de desviar a la humanidad para que no busquen al Señor Dios Todopoderoso. 

El enemigo intentó contaminar al hombre y a los ángeles con sus ideas contrarias a Dios y cuando fue lanzado del cielo le acompañaron algunos ángeles también, como aliados contra Dios. 

Los nombres del enemigo

Una de las formas con la que le conocemos es como enemigo de Dios. Sin embargo en el cielo, antes de su rebelión se le conocía como Lucifer que significa “porta antorcha o portador de luz”. Pero además tiene otros nombres que nos muestran el carácter del enemigo:

Satanás

Este nombre significa adversario. Esto nos deja ver que él se opone a todo lo que tiene que ver con Dios y siempre está atacando los propósitos del Señor para que no se lleven a cabo.

Podemos ver como atentó contra la humanidad en el huerto del Edén, luego atento nuevamente volviendo malvado a Caín y matando a Abel. Nuevamente usó su astucia para engañar a la humanidad y toda ella solo buscaba el mal, pero Noé halló gracia ante los ojos de Dios. De muchas maneras y en muchas partes de la historia vemos como se levanta el enemigo intentando destruir a los escogidos de Dios y los planes del Señor. 

Finalmente quiso dar muerte a Jesús, pero con esto solo consiguió que Dios mismo le levantara de los muertos para darnos vida juntamente con Él. Continúa el enemigo hablando mentiras y levantándose contra los hijos de Dios. A Través de la falsa doctrina busca desviar nuestra vida de los caminos del Señor y evitar que le adoremos al único y sabio Dios.

Diablo

Este nombre significa calumniador. De muchas maneras trata de calumniar a Dios con la humanidad o calumniar a la humanidad contra Dios. Incluso trató de engañar a Jesús durante su tentación en el desierto. Por eso es conocido como calumniador y padre de toda mentira. 

Es por eso también que debemos conocer la palabra de Dios y estar firmes en ella para no ser engañados por el maligno. No debemos permitir que las mentiras del enemigo logren su cometido y perdamos el camino por causa de ellas. La palabra de Dios es la luz que necesitamos para andar por las sendas de justicia y no desviarnos a ningún lado.

El diablo es mentiroso y lo seguirá siendo. Muchas son las trampas y engaños en las que el mundo entero está confiado, pero la verdad es Cristo y no hay otra verdad.

El enemigo de nuestra fe

Serpiente

También se le conoce como Serpiente, pues fue la forma que tenía cuando engañó a Eva. El enemigo puede tomar diferentes formas, dice su palabra que incluso puede tomar forma de un ángel de luz y así engañar a los santos.

No importa la forma que tenga debemos siempre examinar los propósitos de algo. La biblia dice que examinemos todo lo que es justo, puro, de buen nombre. Todo lo que de gloria a Dios, pues el enemigo no soporta que Dios reciba el honor.

Los cristianos no andamos por vista, sino por fe. Por fe en el Hijo de Dios y en el poder de su mano. Por lo tanto no vemos formas o figuras sino a Dios y lo podemos sentir en nuestro corazón y lo podemos escuchar hablando desde nuestro interior.

Sus actividades

La primera de las actividades que el enemigo hará es oponerse a todo lo que de Dios procede o todo lo que le de a Él toda la gloria. Como vimos anteriormente el enemigo quiere la gloria para él mismo.

Otra de las actividades del enemigo es la de hacer caer en lazo a los malvados. Cualquier oportunidad que el enemigo vea en alguna persona, tratará de aprovecharse para llevar a cabo sus planes. Es por eso que nuestra vida debe estar totalmente dispuesta a la voluntad de Dios, a sus propósitos.

No debemos dejar de ser usados por Dios, sino el enemigo toma la oportunidad para usar a las personas en contra de los hijos de Dios, en contra de la predicación del evangelio, en contra de la gloria de Dios y de su reino.

Sabemos también que no es una persona, es poderoso para hacer el mal. También es orgulloso, feroz y cruel. No es una maldad suave la que posee, es la maldad pura y no hay bien en él. Es alguien a quien no podemos enfrentar con armas humana ni con nuestra propia prudencia.

El enemigo ha estado aquí mucho tiempo y es bastante astuto para ser engañado o enfrentado por las personas desprotegidas.

Su fin

Cualquier persona sin Dios en el corazón puede ser usado para los propósitos del maligno. Pero para todos aquellos que han reconocido a Jesucristo como Salvador, los que han nacido de nuevo, el enemigo ya está derrotado. 

Jesús lo ha vencido en la cruz del Calvario, Jesús lo derrotó públicamente. A todos los que hemos creído nos ha dado las armas de la fe para enfrentar las huestes de maldad en las regiones celestes. Dios nos da su protección para enfrentar la maldad, para enfrentar al enemigo en el nombre del Señor. Dios está de nuestro lado y nos defiende de todo ataque del maligno, pues somos sus hijos amados y en Él tenemos refugio.

Dice su palabra que debemos resistirle y entonces él huirá de nosotros. El enemigo saldrá corriendo delante de todos aquellos que tienen a Jesucristo en su corazón y le adoran solo a Él. No hay nada que el enemigo pueda hacer contra los escogidos de Dios, los que han decidido rendir todo su ser ante el Señor de Señores.

Sin el permiso de Dios el enemigo no puede tentarnos, no puede afligirnos, no puede tocarnos. Por eso debemos estar cerca del Señor, para obtener su protección de todo ataque, para tener la bendición de contar con su presencia en nuestra vida todo el tiempo.

Un día llegará su fin. Ya está decretado por Dios que no tiene modo de escapar. Será echado en el lago de fuego y azufre y ahí pasará la eternidad. El enemigo lo sabe y apresura sus pasos para engañar a las personas, para segar el entendimiento de la gente y que no vengan al conocimiento de la verdad de Dios.

Por eso el Señor nos ha enviado a predicar la palabra en todo lugar, en todo momento, a toda la humanidad, para que vengan al conocimiento de Cristo Jesús.

Conclusión

El poder de Dios no tiene límites, el poder del enemigo si lo tiene. Dios lo echó del cielo por una razón, por creerse superior a lo que era realmente. Por tener envidia de Dios y de su poder sobre todas las cosas. Dios no puede soportar la maldad, no puede soportar el orgullo de ese ser y desde entonces el enemigo intenta interrumpir el plan de Dios. 

Pero la herida que Jesús le dio en la cruz ha sido mortal. No es necesario que el ser humano sufra los ataques del enemigo. Dios puede ser nuestro amigo y guardarnos de todo mal. El enemigo no estará contento cuando una persona viene a los pies de Cristo, pero desde ese momento el Señor está con esta persona para cuidarlo y ningún mal puede hacerle daño.

Dios es nuestro amparo y fortaleza, por lo tanto en Él debemos estar tranquilos. Debemos poner toda nuestra confianza en Dios y no escuchar los mensajes del enemigo. No prestar atención a las maldades que de su corazón salen, sino poner atención a nuestro Dios y a Él darle la gloria para siempre. Amén.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.

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