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El Señor Jesucristo

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Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: El Señor Jesucristo

Estudios Bíblico Lectura Bíblica: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

El Señor Jesucristo – Introducción

Nuestra historia está dividida en dos partes, antes de Cristo y después de Cristo. Su presencia en esta tierra dividió la historia en dos partes y ahora vivimos y contamos el tiempo desde su venida a esta tierra.

La revolución que inició hace casi dos mil años en esta tierra por medio de Jesús continúa. Hoy en día se sigue predicando el mensaje de salvación que nuestro Señor inició con unos pocos. Ahora hay millones que conocen la verdad de Dios, el mensaje de salvación.

El mensaje inició con nuestro Señor,  y luego con unos pocos discípulos. Las personas pensaron que tratando de impedir que los cristianos hablaran de Jesús lograrían acabar con la historia de Jesús, pero los planes de Dios no pueden ser detenidos por nadie. Por eso hoy en día se sigue predicando, por eso este mensaje, por la gracia y el poder de Dios en este mundo a través de Jesucristo.

Jesucristo – El centro del mensaje

Como cristianos nos consideramos Cristo céntricos pues tenemos a Jesucristo en el centro de nuestra vida, a Dios encarnado quien vino a derramar su sangre para redimirnos de todo pecado, aun cuando no lo merecíamos.

Jesucristo se ha convertido en el centro de nuestra vida.

Se convirtió en el centro de la vida de los que le vieron en esta tierra. Tanto fue su impacto que las personas estaban dispuestas a dar su vida por Él. Y así fue, muchos murieron predicando el mensaje de Jesús. Entregaron su vida con total libertad, pues sabían que es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres.

Hoy en día, en algunas partes del mundo siguen muriendo personas por causa del Señor. El mundo no comprende el mensaje del Señor porque no le han conocido. Pero a quienes le hemos conocido nos ha cambiado la vida totalmente, ahora ya no vivimos para nosotros mismos, sino para Él.

Jesucristo – Su nombre

Los nombres con los que le hemos llamado reflejan su obra y poder. En esta tierra se le dio el nombre de Jesús, que proviene del hebreo Jeshua que significa Jehová es salvación. Antes de que se manifestara en su ministerio se le conocía con este nombre y se hizo realidad al ser Él el salvador del mundo.

También él mismo se llamó Mesías o enviado de Dios. Como leemos en Juan 3:16 Dios Padre le envió desde el cielo para que viniera a este mundo de pecado a salvar a la humanidad perdida. Este fue el acto de amor más grande que puede existir, el justo morir por los pecadores para salvarlos.

Otro de los nombres con los que se le conoce al enviado de Dios en las profecías es  Emanuel, que significa Dios con nosotros. El Señor Jesús fue todo hombre, pero también es todo Dios, por eso este nombre se hizo realidad con su venida a esta tierra, Dios mismo en forma de hombre entre nosotros. En su ministerio también le llamaron Nazareno, por el tiempo que pasó en este lugar. 

Sin embargo, además de los nombres, también se le dieron títulos con los que le conocimos. Uno de ellos era Hijo del Hombre, con lo que dejó ver su humanidad, mostrando que era hombre de carne y hueso como cualquiera de nosotros. Pero este nombre también dejando de ver su trascendencia como hombre ascendiendo al trono de Dios.

Jesucristo – El hijo de Dios

El título que en realidad le correspondía era el de Hijo de Dios. Algunos de los discípulos le llamaron por este nombre, reconociendo su realidad divina antes que su realidad humana. Pues por sobre todas las cosas Jesús era Dios. Y sigue siendo Dios pues está sentado en el cielo a la diestra del Padre, donde fue recibido después que dejara esta tierra.

Otro nombre es el Hijo de David, esto debido a que, según la genealogía, era descendiente del reino de David. En el pacto Davídico Dios le había prometido a David que su reino no tendría fin, cumpliéndose esto en la persona de Jesucristo, pues él reina para siempre. De esta manera Dios cumplió su promesa con David, al ser conocido como el hijo de David.

El Señor o El Verbo también son títulos que se le dan a Jesucristo, dejando ver su carácter soberano sobre todas las cosas. El verbo pues fue la palabra de Dios cuando creó todas las cosas. En el principio el Hijo estaba con Dios durante la creación. Él es la acción, Él es la palabra que da vida, que salva a la humanidad.

Finalmente, podemos conocerlo como el Cordero de Dios o el Cordero que quita el pecado del mundo. Esto debido a que como un cordero fue llevado al matadero. Un cordero es obediente, necesita a un pastor que le cuide y es llevado para sacrificarlo.

En el pasado, el pueblo de Israel realizaba sacrificios de corderos para expiación por el pecado del pueblo. De la misma manera, el Señor fue llevado como el Cordero de Dios y fue llevado en sacrificio como expiación por los pecados de toda la humanidad.

A través del sacrificio de Cristo en la cruz es que podemos tener la salvación de nuestra alma y tener la vida eterna como regalo de Dios para la humanidad. De esta manera cualquier persona puede acercarse a Dios, dejar sus pecados y vivir para Él, por el sacrificio de Jesús.

La venida de Jesucristo

Pero Jesús no apareció en esta tierra y fue conocido, Él fue profetizado desde el pasado y era esperado. Pero dice su palabra que a los suyos vino pero los suyos no le recibieron. Existen profecías en el Antiguo Testamento que nos dejan ver cómo el Señor vendría a esta tierra. 

De hecho existen profecías dadas por Dios desde el libro de Génesis que nos dejan ver cómo Dios proveería de un descendiente de la mujer, del ser humano, quien daría un golpe mortal a la serpiente en la cabeza. Así Jesús cuando murió en esa cruz estaba llevando todo el pecado y con esto quitando al acusador de nuestra alma.

En Isaías, Jeremías y otros profetas hablaron de cómo sería la venida del hijo de Dios y de su nacimiento en esta tierra. Los profetas eran inspirados por Dios y hablaban las cosas, aunque la gente en el momento no las comprendieran. Pero la palabra de Dios no regresaba vacía, sino que hace su trabajo y se cumple tal y como Dios la dio.

Jesús vino a esta tierra tal y como la palabra fue profetizada. Murió pero también resucitó y está sentado a la diestra de Dios. Pero el mismo Jesús profetizó su segunda venida. Así es que, como en el pasado le esperaban, ahora nosotros le esperamos una segunda vez. Pero esta vez el Señor vendrá como ladrón en la noche a llevarse lo que es suyo, a su iglesia santa.

Aparte de Jesús sus las escrituras dan testimonio de esa segunda venida, cuando le veremos en las nubes, cuando no tocará la tierra sino que nos llamará para que le alcancemos en el aire. Esperamos esa segunda venida, pues el Señor promete que cuando nos juntemos con Él en su segunda venida, siempre estaremos con Él. Nunca nos volveremos a separar del Señor, nunca lo dejaremos de ver y siempre estaremos sirviendo, por toda la eternidad.

La vida terrenal de Jesucristo

Como hombre pudo conocer cómo era la vida humana desde la perspectiva humana. Pudo conocer como un hombre puede ser perfecto delante de Dios, como Él lo hizo. Porque su palabra dice que fue tentado en todas las cosas, pero sin pecado.

Jesús fue tentado por el diablo mismo y este usó la palabra para intentar acusarle, pero el Señor también usó la palabra para reprenderlo y que le dejara. 

Jesús nació en un pesebre, fue un niño, fue un joven. Dice su palabra que cuando era adolescente se perdió de sus padres y cuando le encontraron estaba en la sinagoga hablando de la palabra de Dios y la gente se sorprendía de su sabiduría. Siempre el Señor se caracterizó por acercarse a las cosas de su Padre, a las cosas de Dios.

También fue bautizado en el río. Así nos invitó a cumplir con este sacramento como símbolo de la nueva vida que tenemos en Él. Así somos bautizados y sepultamos nuestra vida pasada para vivir completamente para Él. Así Jesús cumplió toda justicia, cumplió toda la palabra y nos invita a nosotros para que también cumplamos con todos los mandatos de Dios para cada uno de sus hijos.

Por toda la obra, por cómo cambió la historia universal uno pensaría que el ministerio del Señor duró mucho tiempo. Pero en realidad su ministerio duró solo tres años.

Durante tres años el Señor estuvo predicando el mensaje de Dios para que las personas se arrepintieran y se acercaran a Dios. Solo tres años fueron suficientes para que el mensaje se convirtiera en universal y predicado en toda la tierra para salvación.

Después de esos tres años Jesús fue crucificado y muerto. Pero al tercer día resucitó de entre los muertos. Dejó en la tierra a doce discípulos y muchos seguidores para que siguieran predicando el mensaje que nos permite salvar nuestra alma de la condenación eterna.

Conclusión

Nadie en la historia ha hecho tanto por la humanidad como lo hizo Jesús. Jesús no solamente fue un hombre, sino que fue un hombre perfecto. Fue el enviado de Dios para rescatar a la humanidad de la condenación eterna a la que estaba destinada. 

Como siervos del Señor debemos aspirar a ser como Él y obedecer toda la palabra de Dios para ser imitadores de nuestro Señor. Ahora le esperamos, esperamos que vuelva y sabemos que será pronto. Pronto viene y nos invita para que estemos preparados y obedientes a su palabra perfecta.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.

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