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El verdadero significado de la Navidad

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: El verdadero significado de la Navidad

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica:Pues nos ha nacido un niño, un hijo se nos ha dado; el gobierno descansará sobre sus hombros, y será llamado: Consejero Maravilloso, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.Isaías 9:6

Preguntas:

1. ¿Cuál es el verdadero significado de la Navidad?
2. ¿Qué pasaría si Jesucristo no hubiera nacido?
3. ¿Cómo podemos celebrar a Jesús en esta época del año?

Introducción:

“Si Cristo no se hubiese venido.” Un hombre tuvo un sueño en donde en tiempo de navidad habían desaparecido los adornos, las luces, no había campanitas de Navidad, ni coronas, ni Jesús para consolar, alegrar y salvar.

Salió por las calles y no encontró iglesias con sus aspirales señalando hacia el cielo. Volvió a casa, se sentó en su biblioteca, pero todos los libros que hablaban del Maestro habían desaparecido.

Sonó el timbre de la puerta y un joven le dijo que fuese a visitar a su madre que estaba muriéndose. Al llegar a la casa se sentó a la cabecera de la cama y dijo: “Tengo algo que podrá consolarla”.

Abrió su Biblia para buscar una promesa, pero ella terminaba en Malaquías y no había ni Evangelio ni promesa de esperanza y salvación, así que lo único que pudo hacer fue inclinar su cabeza y llorar con ella con amargura y desesperación.

Dos días después, se encontraba junto el ataúd de la mujer, conduciendo su funeral, pero no había ningún mensaje de consuelo, ni palabras referentes a la gloriosa resurrección, ni un cielo abierto, sino solamente “polvo y polvo, cenizas y cenizas, “y una larga y eterna despedida”.

Finalmente se dio cuenta que “Cristo no había venido” y comenzó a llorar amargamente en su sueño.

De repente despertó, y un gran grito de gozo y alabanza salió de sus labios cuando oyó cantar al coro de su iglesia que estaba junto a su casa: “Venid, fieles todos, alegres y triunfantes, Venid, venid y marchemos a Belén Y al Rey de los Ángeles nacido veremos, Venid, adoremos a Cristo el Señor.

1. NAVIDAD – UN POCO DE HISTORIA:

Si el nacimiento de alguien fue profetizado con miles de años de antelación, y luego anunciado por una hueste celestial en la noche de su llegada, ¿no consideraría usted este hecho sumamente importante? Sin embargo, para muchas personas, la Navidad es simplemente una temporada para hacer fiestas, decorar árboles y envolver regalos. Por supuesto, no hay nada de malo con hacer estas cosas —a menos que sustituyan el verdadero significado de la celebración.

La Navidad es más que un evento.

La verdad es que la Navidad es más que un evento; es una promesa dada a la humanidad que tuvo su origen mucho antes del nacimiento del Señor Jesús. De hecho, Dios planificó este acontecimiento desde antes de la fundación del mundo. Él sabía de antemano cada detalle en cuanto al nacimiento, la vida y la muerte del niño que vendría (1 Pedro 1.20).

La primera de una larga lista de promesas con respecto a este niño fue dada inmediatamente después de que Adán y Eva pecaran. El Señor les dijo que la “simiente” de la mujer heriría un día la cabeza de la serpiente (Génesis 3.15). A pesar de que tomó miles de años para que su Palabra se cumpliera, la “simiente” finalmente entró al mundo en el momento preciso.

Las profecías acerca del niño esperado se encuentran a lo largo de todo el Antiguo Testamento, y con cada una de ellas, adquirimos mayor entendimiento de quién es Él y lo que Dios nos ha prometido.

Cuando el Señor escogió a Abraham para ser el padre de su nación elegida, prometió que en él serían benditas todas las familias de la Tierra (Génesis 12.3). Después, cuando los descendientes de Abraham se multiplicaron, el Señor identificó a la tribu de Judá como la línea por medio de la cual vendría ese Prometido. Finalmente, reveló que David sería el antepasado del Rey de Isaías rael que vendría.

He aquí, vienen días” —declara el Señor— “en que cumpliré la buena palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo justo, y El hará juicio y justicia en la tierra” (Jeremías 33.14-15 LBLA).

El profeta Isaías ofreció más detalles cuando escribió: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7.14). Puesto que este nombre significa “Dios con nosotros”, el mismo está lleno de la promesa de la presencia del Señor.

Aunque Él ha estado siempre con su pueblo, ahora estaba planeando morar con ellos de una manera muy especial: el Dios eterno del universo iba a hacerse presente en el género humano por medio de un nacimiento físico, para vivir en medio de su pueblo como hombre, sin dejar de ser Dios. Emanuel estaría presente físicamente en la Tierra, caminando entre su pueblo, revelándole al Padre, enseñándole verdades preciosas, mostrándole cómo vivir, y sanando a los enfermos.

En aquella oscura noche de la primera Navidad, estas antiguas promesas del Antiguo Testamento se cumplieron. Sin embargo, ese no fue el final, pues cuando el Hijo de Dios vino al mundo trajo más promesas a la humanidad. Incluso su nombre contenía una promesa.

Cuando José descubrió que María estaba encinta, un ángel se le apareció en sueños, y le dijo: “El Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1.20-21 LBLA). El nombre Jesús es la transliteración de Yeshua, que significa “Jehová es salvación”. Y eso es exactamente lo que es el Hijo de Dios: el Salvador que vino a salvar a la humanidad pecadora.

Cuando Jesús se convirtió en adulto y comenzó su ministerio, Juan el Bautista lo identificó como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1.29). ¡Qué descripción tan apropiada! Este fue el propósito de Jesús para venir a morir como el Cordero inmolado, reconciliándonos de esa manera con Dios. Hasta el lugar de su llegada fue el apropiado: el Cordero de Dios nació en un establo, y el anuncio de su nacimiento fue dado a humildes pastores.

A lo largo de todo su ministerio, Jesús hizo grandes promesas.

  • Todos los que le recibieran se convertirían en hijos de Dios (Juan 1.12).
  • Jesús prometió también responder las oraciones de sus seguidores cuando pidieran en su nombre y conforme a su voluntad (Juan 14.13; 1 Juan 5.14-15).
  • Y dijo también que quienes se unieran a Él, tendrían vidas fructíferas (Juan 15.5).

2. LA NAVIDAD DE HOY

Cada año, un sinnúmero de personas tienen la esperanza de que los festejos de Navidad suplirán sus necesidades emocionales y físicas. Piensan que si adquieren los regalos perfectos, decoran hermosamente las casas, y disfrutan de una armoniosa reunión familiar, podrán llenar el vacío de sus corazones. Pero eso nunca ocurrirá, a menos que acudan a Jesús. Él es el único que puede satisfacer verdaderamente un alma necesitada.

El día exacto del nacimiento de Jesús no lo sabemos muchos lo han calculado y aun lo siguen investigando, lo que es un hecho es que es que después de este suceso existe un antes y un después, en los libros de historia se abrevia A.C. (antes de Cristo) y D.C. (después de Cristo).

Diciembre es un mes lleno de luces de fiestas de regalos y de abrazos, donde nos ponemos la mejor ropa y manifestamos amor a nuestros seres queridos, pero detrás de todo esta celebración se encierra la llave mas poderosa de redención de la humanidad un propósito divino, el cumplimiento de la palabra profética, Dios en su infinita misericordia se hizo hombre para redimir al mundo del pecado y habito entre nosotros.

3. NAVIDAD SIGNIFICA SALVACIÓN Y QUE ESTÁ CON NOSOTROS:

Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». 22 Todo eso sucedió para que se cumpliera el mensaje del Señor a través de su profeta: 23 «¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”». Mateo 1:21-23

Hace ya más de 2000 años que nació en Belén un niño que vino con el propósito principal de ofrecer salvación al mundo. Dios envió a su único hijo a la tierra para que la humanidad fuera rescatada de la perdición eterna.

Navidad significa la oportunidad para todas las personas de vivir una vida mejor, de asegurar el futuro, es por eso que debemos aprovechar este tiempo para que otros también conozcan del amor de Dios.

Por eso no dejes de venir a tu Iglesia, más bien abre la puerta de tu casa, invita a otros para que conozcan que Jesús es la luz que cambiará sus vidas. Mucha gente se siente sola y triste en navidad, algunos hasta se quitan la vida o se deprimen por los recuerdos del pasado. Tratan de llenar sus vacíos con regalos, realizan grandes fiestas, pero cuando regresan a sus casas se dan cuenta que el vacío aun sigue ahí y es porque ese vacío solo lo llena Jesús.

Emmanuel significa Dios con nosotros. Navidad significa que no estamos solos, que Jesús está con nosotros y que nos dejará, ni abandonará, no sientas solo Él está contigo,

4. NAVIDAD SIGNIFICA GOZO Y PAZ Lucas 2:10;14

10 pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente.
14 «Gloria a Dios en el cielo más alto y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace».

  • Algunos están tristes porque están solteros;
  • El casado está triste porque sus familiares están lejos;
  • Los que tienen familiares aquí están tristes porque no tienen dinero;
  • Los que tienen dinero están tristes y enojados porque hay mucha gente en las tiendas.

Es tiempo de estar contentos y felices porque el Salvador del mundo nació para darnos esperanza, salud y prosperidad.

El pecado roba la alegría.

A veces perdemos el gozo porque nuestra conciencia nos acusa de áreas de las que nos avergonzamos, malos pensamientos, malos comentarios, maltrato a otros, malos hábitos, resentimientos, inseguridades y temores. Si estamos practicando algo que nos quita el gozo, acerquémonos esta Navidad a Dios y pidamos perdón por todo pecado, Él nos perdonará.

Paz con Dios: si vivimos lejos de Dios no importa cuántas luces pongas y cuantos regalos des, nunca tendrás paz hasta que te pongas a cuentas con Dios.

Paz con los hombres: aprovecha Navidad para perdonar a aquellos que te han herido, puedes hacer las pases con los que has herido.

Pero ¿cómo puede alguien que nació hace miles de años mantener tal promesa? Aunque Jesús dejó físicamente este mundo después de su muerte y resurrección, Él prometió a sus discípulos que le pediría al Padre que enviara su Santo Espíritu para que viviera en ellos por siempre (14.16-18). Y esta sigue siendo hoy su promesa a todo creyente. Jesucristo no es solo nuestro Salvador; es nuestro Amigo, Consolador y Guía constante que nunca nos desamparará, ni nos dejará.

Las promesas de Cristo no son solo para esta vida, sino también para la muerte. La Navidad puede ser especialmente difícil cuando uno ha perdido a un ser querido. Todas las actividades que antes traían alegría, ahora traen dolor y nostalgia. Pero Cristo nos promete que la muerte no es el fin.

5. NAVIDAD SIGNIFICA BUENAS NOTICIAS.

El ángel los tranquilizó. «No tengan miedo —dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. (Lucas 2:10 NTV)

Los pastores tuvieron miedo ante la aparición del ángel, pero él les dijo que no tuvieran miedo porque traía buenas noticias para ellos.

No temas a las malas noticias: a la enfermedad no temas, a la escasez no temas, a la crítica no temas, Dios tiene buenas noticias Estas apunto de ver la gloria de Dios, un milagro en tu vida. Vienen buenas noticias para tu vida, Dios te dará un trabajo, Dios está contigo, el es tu sanador el es tu ayudador, no temas, hay buenas noticias la obra que comenzó en tu vida la perfeccionará

6. NAVIDAD TIENE EL PROPOSITO DE ADORACIÓN

Mateo 2:2 «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Vimos su estrella mientras salía y hemos venido a adorarlo».

Los reyes magos se sacrificaron y viajaron un largo camino no les importó la distancia el tiempo, ellos tenían un propósito y era de adorar a Jesús, le trajeron regalos: oro, incienso y mirra.

La adoración no solo es cantos y música es más que eso la adoración es entrega absoluta y total a Dios de nuestras vidas en obediencia a Él es reconocerle como nuestro Rey Y Señor.

La adoración es sacrificio, es dar lo mejor que tenemos, es entrega, es rendición.

Así como los reyes magos trajeron presentes, ¿qué regalo de Adoración le ofreces a Jesús en esta navidad? ¿tu vida?, ¿tu tiempo?, ¿tu familia? ¿Tus finanzas? ¿Tu corazón?

En esta Navidad, adore a Aquel que vino como bebé y murió como hombre para darle vida eterna. Cuando vea los regalos, piense en el regalo de salvación que tiene para usted. Y recuerde que la Navidad es una promesa personal —una promesa de perdón, salvación y vida eterna.

Si usted cree que Cristo salva, sin duda podrá creer también todas las demás promesas que Él le ha hecho. “Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios” (2 Corintios 1.20).

Conclusión:

El propósito de la navidad es reconocer a Jesús como el único camino para llegar al Padre, es reconocer que a través de la cruz del Calvario recibimos el perdón de pecados.

La llave que abre la puerta de la bendición es Cristo, el mejor regalo que le puedes dar a Jesús es entregarle tu vida y entendiendo que la Navidad es más que una fiesta, es salvación, es Jesús y el tiene buenas noticias para ti, tiene paz, gozo, no esperes más entrégale tu vida hoy.

© Franklin Riera. Todos los derechos reservados.

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