Estudios Bíblicos
Estudios Bíblicos Predica de Hoy: El bautismo del Espíritu Santo
Estudios Bíblicos Lectura Bíblica de Hoy: Mateo 3:11
INTRODUCCIÓN
El tema que vamos a intentar explicar, es altamente conflictivo aquí en América Latina, en El Salvador específicamente. Se necesita que el estudiante de la Palabra de Dios, tenga una mente abierta al conocimiento.
No hay nada en esta vida más importante como el conocimiento personal de Dios (Juan 17:3), conocimiento intimo experimental por medio del cual establecemos nuestra propia experiencia de vida con Dios, de lo que Él es en sí, y lo que Él quiere de nosotros, solo podemos entenderlo por medio de su Palabra y de su Espíritu: Definamos un punto de partida para poder entender mejor el tema.
Identifiquemos dos misiones Divinas de Dios, dos misiones Divinas del Padre: La del Hijo y la del Espíritu.
El Hijo se hace visible en Jesús de Nazaret, que es una manifestación externa, exterior a nosotros, el Espíritu es invisible interior a nosotros. Estas dos misiones de Dios se ordenan a un mismo fin en el proyecto del Padre, <<El Reino de Dios>>. Los efectos de esta obra salvífica se atribuyen al Hijo y al Espíritu, que vienen a ser como las dos manos del Padre.
El Hijo nos hace presencia visible al Padre (Juan 1:18), mientras que el Espíritu es nuestro guía en el camino (Juan 16:13). Resumiendo este concepto podemos decir que el Padre nos ha dado el camino, y nos ha enviado un guíe que nos hace avanzar en el camino.
Pero el Espíritu no tiene un cuerpo místico, no se encarna en nadie ni en nada, sino que ayuda a formar el Cuerpo de Cristo, del cual somos miembros mediante el Espíritu. El Espíritu nos hace hijos en el Hijo (Romanos 8:29) coherederos de Cristo, semejantes a Él.
El Bautismo del Espíritu Santo ha sido mal interpretado, algunas veces por falta de claridad es inocente; pero es una lástima que estos falsos conceptos son promovidos deliberadamente, que privan al creyente de tener un conocimiento claro, de lo que es nuestra unión con Cristo, que es una base sólida para una vida santa.
I. ESPÍRITU SANTO – OPINIONES QUE HAN CREADO CONFUSIÓN
El Bautismo en el Espíritu Santo, ha sido interpretado como una segunda bendición.
El reconocido Dr. M. Lloyd-Jones, fue un médico pastor y predicador que influyó en la época de reformación del movimiento evangélico británico, fue uno de los que adopto esta interpretación, que se convirtió en un eslogan pentecostal <<se afirma que hablar en lenguas es la principal evidencia de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo>>, que lo considera como un poder especial.
<<Pentecostal: Dice referente a cualquier denominación o grupo que tome como su origen el reavivamiento pentecostal que comenzó en los Estados Unidos en 1,901 y sostiene las posiciones doctrinales:
- a) El bautismo en el Espíritu Santo es ordinariamente algo posterior a la conversión
- b) Que el bautismo en el Espíritu Santo, se hace evidente por la señal de hablar en lenguas
- c) Que todos los dones del N.T. han de ser buscados y usados hoy
En El Salvador, un buen porcentaje de la población es cristiana de tendencia pentecostal, que aún siguen creyendo doctrinalmente que hablar en lenguas es la evidencia de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo. Ante esta interpretación únicamente pretendo abrir una puerta a cada lector para que haga su propio análisis tomando en cuenta el texto bíblico. Quiero establecer dos puntos de referencia: 1) el bautismo de Cristo con el Espíritu Santo, 2) el bautismo del Espíritu Santo en Cristo
II. BAUTISMO DE CRISTO CON EL ESPÍRITU SANTO
Este hecho tuvo lugar exclusivamente el día de Pentecostés, fue Cristo quien bautizo con el Espíritu en ese día. Juan en su proclamación evangelista lo había profetizado (Mateo 3:11), que Cristo bautizaría con el Espíritu Santo. Jesús resucitado en su última palabra con sus discípulos les dijo: << Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días>>.
Podemos interpretar que fue Cristo quien bautizo con el Espíritu el día de Pentecostés. Fue una experiencia exclusiva de ese día, en que Cristo el Mesías, derramo sobre los reunidos en el Aposento Alto el Espíritu Santo. << A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís>>. El bautismo que Cristo llevo a cabo con el Espíritu el día de Pentecostés no tiene repetición, los demás hechos referidos (Hechos 8:6-20; 10:44-48; 19:1-6), fueron pruebas de identificación con la comunidad original de Jerusalén
III. BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO EN CRISTO
La Cueva en su libro Curso Práctico de Teología Bíblica (F), lección cinco dice << el único ministerio del Espíritu Santo que es exclusivo de la presente dispensación, es de introducir conjuntamente en el Cuerpo de Cristo a judíos y gentiles>>.
Veamos que nos dice Pablo con respecto al bautismo con del Espíritu Santo (Gálatas 3:26-27). Esta es una acción del Espíritu que nos lleva y nos sumerge al cuerpo de Cristo de tal forma, que al ser introducidos por el Espíritu en el cuerpo de Cristo, de Cristo quedamos revestidos, éste es el bautizo del Espíritu Santo.
Veamos otro ejemplo de Pablo (1ª Corintios 12:13)
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu“.
Interpretando las palabras de Pablo con relación al bautismo en el Espíritu Santo, entendemos que el Espíritu Santo nos lleva y nos introduce al Cuerpo de Cristo.
Jesús lo explico a Nicodemo: <<El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu>>. El Bautismo del Espíritu Santo no es un hecho visible, tiene lugar el día de la conversión y jamás vuelve a ocurrir de nuevo.
En ningún lugar de las Escrituras aparece la exhortación a ser bautizados con el Espíritu. Pero si a ser llenos del Espíritu (Efesios 5:18), que nos dejemos seducir y entregarle más de nosotros al Espíritu, para que Él tenga mayor control de nuestras vidas.
No hay personas salva sin el bautizo por el Espíritu Santo
Todos los que estamos en el cuerpo de Cristo, hemos sido salvados y bautizados con el Espíritu Santo en Cristo. No hay personas salvadas sin ser bautizados por el Espíritu Santo: << Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora e vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él>>
Pensemos que si el bautismo del Espíritu no fuere un hecho que ocurre en el día de la salvación inicial, habría creyentes salvados que no se encuentran el Cuerpo de Cristo, por no haber sido bautizados con el Espíritu Santo. Sería una situación totalmente anormal, pues es el bautizo que nos une a todos en un solo cuerpo. Si alguien pudiera ser salvo sin ser bautizados con el Espíritu Santo, sería un creyente fuera del Cuerpo de Cristo.
Si el bautismo del Espíritu necesitase ser repetido, significa que el creyente había sido separado del Cuerpo de Cristo y necesitaba ser unido de nuevo al Cuerpo de Cristo, y el salvado solo nace de nuevo una sola vez, no puede volver a nacer más de una vez << Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios>>
CONCLUSIÓN
Estar en el Cuerpo de Cristo, significa que hemos resucitado con él a una nueva vida (Rom. 6:4), ese es el contexto anterior y posterior de (1ª Corintios 12:13). El bautismo en el Espíritu es la exhortación para guardar la unidad del Espíritu en el Cuerpo de Cristo (Efesios 4:5).
El bautizo en el Espíritu nos une con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección, << Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva>>, para caminar en novedad de la nueva vida en Cristo por el bautismo del Espíritu Santo.
Bibliografía.
F. Lacueva, Espiritualidad Trinitaria, Clie
F. Lacueva, un Dios en Tres Personas; Clie
V. Codina, No Apaguéis al Espíritu Santo., Presencia Teológica, Salterrae
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