Comercialización del evangelio

Estudios Bíblicos

Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Mercado y comercialización del evangelio

Estudio Bíblico Lectura Bíblica: Lucas 22: 25-27; Mateo 20:28

Introducción

Provoca angustia ver a la iglesia que ha perdido la sencillez y la humildad que le caracteriza en su afinidad con Jesús. Ha perdido el objetivo y la razón para el cual fue constituida.

Este tema lo escribo desde América Latina, de mi país El Salvador, donde la religiosidad ha crecido tanto, que se ha convertido en mercado y comercialización del Evangelio.

Hombres que en algún momento de su historia fueron ministros del Evangelio, y por amor al dinero perdieron su vocación para convertirse en mercaderes del Evangelio. “Ministros” lejos de servir a la iglesia, se están sirviendo de ella ¿Qué piensa Dios de nosotros?

Preocupa lo que estamos haciendo. Las personas están cansadas de tanta religiosidad, la iglesia está formando personas adeptas a una religión; pero no al Evangelio de Jesús (Mateo 23:23).

Muestran una actitud de repudio, no es que no quieran nada con Dios, el problema está en la iglesia que no hace presencia visible de Jesús, y su mensaje no es creíble en el mundo, Mateo en su evangelio nos dice: <<Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos>> (Mateo 5:16).

La Iglesia no es pregonera del Evangelio, ha convertido el Evangelio en un mercado con el que comercializa. Las grandes discusiones religiosas de la iglesia, impactan negativamente en este mundo.

Hay una competitividad religiosa, las iglesias geográficamente están aglomeradas y a la hora que tienen asamblea todo se convierte en un ruido que incomoda a los vecinos, producto de la carrera competitiva del mercado y comercialización del Evangelio.

Los “ministros” dan mayor aprecio a miembros que poseen mayor capacidad económica, ven un potencial en la comercialización del Evangelio por el diezmo que dan, y aquellos miembros de bajos recursos económicos, son menos importantes en la congregación.

Si analizamos el Evangelio de Jesús, vemos todo lo contrario, su servicio fue enfocado con los más necesitados, los despreciados por la sociedad, lo vemos desde su nacimiento en un pueblo desconocido en las montañas de Galilea, una aldea desconocida “Nazaret” de donde nadie esperaba que pudiera salir algo interesante (Juan 1:46).

Jesús nunca llevo su mensaje a Seforis, capital de Galilea, no es que no apreciara a sus habitantes, los despreciados y menos interesantes de la sociedad, son los que apreciarían mejor el Evangelio de Jesús.

La iglesia debe seguir el ejemplo de Jesús, cuidar y velar por las necesidades del más necesitado de la congregación. Pablo a los romanos, <<compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad>> (Romanos 12:13).

La iglesia ha espiritualizado el Evangelio, se ha olvidado que el Evangelio es humano. La predicación de Juan en el desierto nos da una orientación de lo que es el Evangelio:

<<Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario>> (Lucas 3:11-14).

La iglesia lamentablemente cada día se está alejando de practicar el Evangelio de Jesús, sus ministros han encontrado una forma económica de vida, tomando de sus recursos económicos que sus miembros aportan con mucho sacrificio.

LOS DIEZMOS Y LAS OFRENDAS.

La razón del mercado y comercialización del Evangelio, consiste en el diezmo y ofrendas que los miembros aportan.

“Ministros” que utilizan la Palabra de Dios para manipular a personas de fe y con muy poco conocimiento de las Sagradas Escrituras, se apropian de esos recursos y han establecido un modo de vivir, descontextualizando la Palabra de Dios y adecuándola a su conveniencia (1ª Timoteo 5:18).

Pablo habla del tema, <<Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio. Pero yo de nada de esto me he aprovechado, ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie desvanezca esta mi gloria. Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio>> (1 Corintios 9:14-16).

El trabajo de Dios siempre ha sido orientado a solucionar las necesidades humanas, en Deuteronomio en su capítulo quince contiene los lineamientos que el pueblo debería de seguir para evitar que no hubieran menesterosos en el pueblo <<para que así no haya en medio de ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la tomes en posesión>> (Deuteronomio 15:4).

El diezmo como ley no es una práctica con sustento legal en las Sagradas Escrituras para este tiempo, cada congregación tiene la obligación de explicarlo a sus miembros. El apóstol Pablo lo explica así: <<Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre>> (2 Corintios 9:7).

¿PARA QUE DEBEMOS DIEZMAR?

La congregación se financia con el aporte de sus miembros, que deber hacer voluntariamente, por agradecimiento en el porcentaje de sus posibilidades. Cuál debe ser el uso de estos recursos financieros de acuerdo a la Palabra de Dios.

Es de aclarar que estos recursos no son para el pastor o “ministro”, el pastor solamente es uno más de la congregación.