Conociendo a Isaías

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Estudios Bíblicos Predica de Hoy: Conociendo a Isaías

Serie: Conociendo a los profetas mayores en la Biblia Parte I

Estudios Bíblicos Lectura Bíblica: Isaías

Introducción

Isaías es uno de los profetas más importantes del Antiguo Testamento. Fue llamado por Dios para profetizar a la nación de Judá durante un período crítico de la historia de Israel, que abarcó desde alrededor del año 740 a.C. hasta su muerte en el año 680 a.C.

Durante este tiempo, Isaías habló con valentía y pasión, proclamando el mensaje de Dios de juicio y salvación para el pueblo de Judá y para todas las naciones del mundo. En este estudio bíblico, exploraremos la vida de Isaías y su mensaje eterno para nosotros hoy.

1. Llamado y comienzos del ministerio de Isaías

Isaías fue llamado por Dios para ser profeta en el año 740 a.C. durante el reinado del rey Uzías de Judá (Isaías 6:1). En esa época, Judá era una nación dividida y debilitada, amenazada por poderosos enemigos externos e internos.

Isaías recibió una visión de Dios en el templo, donde vio al Señor sentado en su trono, rodeado de serafines que clamaban: “Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6:1-33). En respuesta a esta visión, Isaías se sintió abrumado por su pecado y el pecado de su pueblo, pero fue purificado y capacitado por Dios para ser su profeta y portavoz.

Después de su llamado, Isaías comenzó a predicar el mensaje de Dios a Judá y sus vecinos, incluyendo Samaria, Siria y Egipto. Isaías denunció la idolatría, la injusticia social y la corrupción en el liderazgo de Judá, y advirtió sobre el juicio de Dios que vendría si el pueblo no se arrepentía y volvía a él. Isaías también habló de la salvación y la restauración que Dios ofrecería a aquellos que confiaran en él y obedecieran su voluntad.

2. Profecías de Isaías sobre el Mesías

Isaías es uno de los profetas del Antiguo Testamento que más profecías hizo sobre el Mesías. Estas profecías son muy significativas, no solo porque anuncian la venida de Jesús como el Salvador del mundo, sino también porque proporcionan detalles sobre su vida, muerte y resurrección. A continuación, te presento los versículos más destacados de las profecías de Isaías sobre el Mesías:

Isaías 7:14: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel“. Este versículo profetiza el nacimiento virginal de Jesús, que fue cumplido en Mateo 1:22-23.

Isaías 9:6-7: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto“. Este pasaje profetiza que el Mesías será un rey que gobernará para siempre, y que será un gobernante justo y misericordioso.

Isaías 11:1-10: Este pasaje describe las características del Mesías como alguien lleno del Espíritu de Dios, sabio y justo. También profetiza que traerá paz y justicia al mundo, incluso entre animales que normalmente son depredadores.

Isaías 42:1-7: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. No se desanimará ni se acobardará, hasta que haya establecido en la tierra la justicia, y en sus leyes esperarán las islas“. Este pasaje profetiza que el Mesías traerá justicia a las naciones de una manera gentil y pacífica.

Isaías 53:1-12: Este es uno de los pasajes más conocidos de las profecías de Isaías sobre el Mesías. Profetiza que el Mesías sufrirá y morirá como sacrificio por el pecado del mundo, pero también que será resucitado y verá el fruto de su sufrimiento. Este pasaje se cumple en la vida, muerte y resurrección de Jesús.

En resumen, las profecías de Isaías sobre el Mesías son una parte fundamental de la revelación de Dios sobre su plan de salvación para la humanidad. Estas profecías son una prueba del amor y la gracia de Dios, que envió a su Hijo a la tierra para redimir a la humanidad del pecado. 

3. Isaías y la política de Judá

Isaías fue uno de los profetas más destacados del Antiguo Testamento, y su ministerio tuvo un gran impacto en la historia de Judá y de la nación de Israel. A través de su mensaje profético, Isaías buscó guiar al pueblo de Dios en la dirección correcta, tanto en términos espirituales como políticos.

Isaías vivió en un tiempo tumultuoso en la historia de Judá. Durante su ministerio, el reino de Judá se encontraba bajo la amenaza constante de sus vecinos poderosos, especialmente de Asiria. El rey Acaz, quien gobernó Judá durante los primeros años del ministerio de Isaías, buscó ayuda de Asiria para protegerse de sus enemigos, pero esto tuvo consecuencias graves para la nación.

Isaías se opuso firmemente a la política de Acaz, y profetizó que Judá sufriría la ira de Dios como resultado de la alianza con Asiria. En Isaías 7:14, Isaías anunció que Dios enviaría un signo para mostrar que él estaba con su pueblo: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel“. Esta profecía se cumplió siglos más tarde con el nacimiento de Jesús.

A pesar de las advertencias de Isaías, la política de Acaz llevó a la nación de Judá a la ruina. Los asirios invadieron y destruyeron gran parte de la tierra, y se llevaron a muchos judíos como prisioneros. Sin embargo, Isaías no perdió la esperanza en el futuro de su pueblo.

En el capítulo 9 de Isaías, el profeta predijo que un nuevo rey nacería en Judá, y que su gobierno traería paz y justicia al país. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).

Este rey mesiánico, a quien Isaías se refiere como “el Siervo del Señor”, sería el redentor del pueblo de Dios y traería la salvación no solo a los judíos, sino a todas las naciones del mundo. Isaías habló con gran detalle sobre la vida, muerte y resurrección de este Siervo del Señor en el capítulo 53, que es uno de los pasajes más poderosos y profundos de toda la Biblia.

Isaías habló sobre la necesidad de arrepentimiento

A través de su ministerio, Isaías también habló sobre la necesidad de arrepentimiento y de volver a Dios. En Isaías 1:16-18, por ejemplo, insta a su pueblo a lavarse y limpiarse de sus pecados: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. 18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.“

Aunque Isaías fue un consejero cercano a Ezequías, no siempre estuvo de acuerdo con sus decisiones políticas. En Isaías 39, Ezequías mostró al embajador babilónico todo su tesoro, lo que enojó a Isaías. El profeta le dijo a Ezequías que Dios había profetizado la destrucción de Judá y que algunos de sus hijos serían llevados cautivos a Babilonia.

4. Lecciones para hoy de la vida de Isaías

La vida y ministerio de Isaías contienen muchas lecciones para los cristianos de hoy en día. A continuación, te presento las lecciones que considero más importantes:

a. Dios está en control

Isaías 6:1-8 nos recuerda que Dios está en control de todas las cosas, incluso en los momentos de incertidumbre y crisis. Como cristianos, debemos confiar en Dios y su soberanía en todas las situaciones.

b. La importancia del arrepentimiento

Isaías 1:18-20 y 55:6-7 nos recuerdan la importancia del arrepentimiento y la necesidad de volver a Dios en todas las cosas.

c. La necesidad de obedecer a Dios

Isaías 1:19-20 y 58:13-14 nos recuerdan la importancia de obedecer a Dios en todas las áreas de nuestra vida, incluyendo nuestras relaciones con los demás y nuestra adoración a Dios.

d. La necesidad de luchar contra la injusticia

Isaías 1:16-17, 58:6-7 y 61:1-3 nos llaman a luchar contra la injusticia y la opresión en nuestro mundo.

e. La importancia de la fe en tiempos difíciles

Isaías 7:9 nos recuerda la importancia de tener fe en Dios en tiempos de dificultad y confiar en su promesa de estar con nosotros.

f. La esperanza de la restauración

Isaías 43:18-19 y 65:17-19 nos dan esperanza en la restauración que vendrá a través de Cristo y el reino de Dios.

g. El llamado a compartir el mensaje de Dios

Isaías 52:7-10 nos llama a compartir el mensaje de salvación de Dios con los demás y a ser sus testigos en todo el mundo.

Conclusión

La vida del profeta Isaías nos muestra la fidelidad de Dios en medio de las circunstancias más difíciles. Isaías fue un hombre que dedicó su vida a la proclamación de la Palabra de Dios y a la defensa de la justicia y la verdad. A través de su ministerio, Dios habló a su pueblo y los llamó al arrepentimiento, a dejar atrás la idolatría y a volver a Él.

Isaías también fue un hombre que se mantuvo firme en su fe a pesar de la oposición y la persecución que enfrentó. A pesar de las amenazas y el rechazo de su propia nación, Isaías siguió proclamando el mensaje de Dios y confiando en su protección.

Hoy en día, podemos aprender de la vida de Isaías y aplicar sus enseñanzas a nuestra propia vida. Podemos ser personas fieles y valientes que proclamen la verdad de Dios en un mundo lleno de engaño y mentira. Podemos confiar en la fidelidad de Dios y en su protección, incluso en medio de la oposición y la persecución.

Que la vida del profeta Isaías nos inspire a seguir adelante en nuestra fe y a ser instrumentos de Dios en el mundo de hoy. Que sigamos su ejemplo de humildad, fidelidad y servicio a Dios, y que nos esforcemos por vivir una vida que honre a nuestro Padre celestial.

© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.

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