Mensajes Cristianos
Prédica de Hoy: Los hechos valen más que mil palabras
Introducción
En la palabra de Dios encontramos que el Señor nos pide que realicemos Su obra, y que con nuestra conducta lo honremos a Él. Nuestro Señor murió por nosotros y nos revela que así mismo debemos entregar la vida por nuestro hermano (1 Juan 3:16), no solo por nuestros hermanos en Cristo sino por nuestra familia.
Una cristiana un día orando, el Señor le mostró claramente que debía reconciliarse con su hermana mayor. Ella había dejado de hablarle por más de un año, porque esperaba que se vendiera la casa donde vivía su madrastra para reclamar parte de la herencia, ya que su padre había fallecido tres años atrás. Pero su hermana mayor no tuvo la mejor actitud, pero la menor, luego de saber lo que Dios quería la busco, y le pidió perdón.
Cuando hablo con su hermano mayor ella de dios cuenta de que su corazón ya no era de piedra; se notaba que había sufrido mucho y se había acercado a Dios, (1 Pedro 5:10); ella estaba atenta a lo que su hermana menor le decía, y le pidió perdón también por su mala actitud.
La hermana mayor estaba en una situación económica muy difícil, su esposo no tenia trabajo y tienen tres hijos menores de edad. Ella estaba angustiada, y en su momento de tribulación, la familia no le brindo la colaboración que ella estaba esperando. Pero la hermana en la fe sabía que debía hacer algo, y pidió dinero prestado al banco, y alivio un poco su situación.
Debemos amar con hechos, y no solo con palabras
En la palabra de Dios 1 Juan 3:17-18 nos dice que debemos vender nuestros bienes materiales cuando nuestro hermano está pasando necesidad, ayudarlo, porque de lo contrario el amor de Dios no habita en nosotros. ¿Qué significado tiene esto para nosotros? Lo que esto nos deja saber claramente, es que debemos amar con hechos, y no solo con palabras.
Dios le multiplica lo que hagamos por nuestros hermanos, y así lo hizo con la hija de Dios. Pero nunca debemos actuar esperando una recompensa, sino que debemos y tenemos que hacer las cosas pensando en Dios, ya que nuestra meta siempre debe ser tener el carácter que Él tuvo, y no actuar esperando recompensa.
A veces nuestro juicio creemos saber que estamos obrando bien, pero muchas veces no es así; lo menciono porque la hija de Dios creyó que alejándose de una persona rencorosa, que no escuchaba razones estaba bien, pero no era así.
Nuestro Señor tiene la forma de hacerte saber cuál es Su voluntad, y lo importante es que dispongas tu corazón para realizarla.
Llamados a ser humildes, pacientes y perseverantes
En la historia que les describí, a la hermana en la fe le costó mucho trabajo llamar a su hermana mayor, porque la última vez que ellas habían hablado, ella no había sido nada amable, y le había dicho muchas palabras hirientes. Pero los hijos de Dios no estamos llamados para ser orgullosos, sino a ser humildes, pacientes y perseverantes.
Dios en su tiempo cambia los corazones de las personas, (Ezequiel 36:26). Para Él no hay nada imposible (Marcos 10:27), y quiere que actuemos con AMOR y misericordia.
La historia que les describí solo es una forma de obrar y demostrarle al Señor nuestra fidelidad. Cuando nuestro Señor Jesús convivió con los apóstoles, Él fue su maestro, vieron sus obras, milagros y enseñanzas.
En Juan 14:11 menciono que le creyéramos por sus obras, y en Juan 14:12 dijo “Ciertamente les aseguro que el que cree en mi las obras que yo hago también El las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre”.
Seguir a Jesús por convicción
Como seguidores de Cristo, lo que nuestro Padre celestial nos pide es ganar nuestra autoridad para enseñar y aplicar lo se que nos enseña. Seguir a Jesús es una decisión, no una condición, donde por convicción obramos por fe.
Me encanta esta frase popular “Si tus palabras no convencen, deja que tus acciones hablen por ti”. Jóvenes Cristianos, hermanos, no hay forma de que una palabra tenga mayor trascendencia que una acción.
Mostrarnos coherentes entre lo que decimos, pensamos y hacemos. Pero vale más el “hacer”, como hijos de Dios nuestro hacer empieza por nuestra familia e hijos es nuestra base, ayudarse mutuamente fortaleciendo su Espíritu como uno solo es lo primero.
Conclusión
Hermanos oren sin cesar, que sea el Espíritu Santo mostrándoles lo que su corazón no ve, que seamos atentos y dispuestos ayudar a nuestro hermano.
¡Dios los bendiga!
© Jose R. Hernandez. Todos los derechos reservados.
Central de Sermones.. Mensajes Cristianos
Pastor: Es una bendición contar con sus bosquejos pues son de mucha ayuda. Muchas gracias por su servicio y apoyo. Bendiciones y que nuestro Dios le bendiga grandemente