Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: Fuente de orgullo ¿De qué nos podremos enorgullecer?
Mensaje Cristiano Corto Cita Base: Mateo 24:1-2
Introducción
No es un secreto para ninguno lo que significó, y significa el Templo para los Judíos, este fue el orgullo nacional, la herencia que los caracteriza. Además de otros motivos que para ellos son de suma importancia, debemos aprender lo que Jesús dijo en estos dos versículos.
Recreemos los hechos: Jesús salía del Templo en Jerusalén, después de hablar de manera nostálgica por la decisión de su pueblo de no dejarse guiar, manifestando así el gran amor que tiene por Israel (Mateo 23:37-39). Sus discípulos, como todos los Judíos, se maravillaban de lo hermoso que era su Templo y Jesús no parecía sorprendido, más bien les hizo entender que no era más que algo pasajero.
Fuente de orgullo
Como personas nos pasa algo semejante a los discípulos, nos enorgullecen de nuestros logros por el esfuerzo que hemos hecho, y todo lo que hemos podido alcanzar por ello. Puede ser la profesión, las cosas materiales que hoy en día hacen creer que las personas valen por ello, viajar, tener un carro o una casa, en fin cosas que para Jesús, al igual que en ese entonces nos diría “¿ven esto? De esto no quedará nada”.
En estos versículos sucede algo muy importante, y hay una enseñanza muy profunda. Las cosas que son importantes para Jesús, deben ser importantes para nosotros, pero lamentablemente esto no es algo que sucede con constancia, y en muchas ocasiones las cosas de Dios no se parecen a las cosas que son importantes para nosotros.
Puesto que somos un reflejo de Cristo acá en la tierra, y no actuamos igual que las personas de este mundo, estas son algunas cosas que como hijos debemos tener claras:
Es importante la salvación del alma:
En Mateo 16:26 Jesús muestra que lo importante no es amontonar riquezas o cosas pasajeras en este mundo, lo que importa es entregar nuestra vida a Cristo, y dejar lo que creemos es nuestro templo para que así mismo tengamos vida eterna, de esta manera llegamos a agradarle a Él.
Debemos hacer tesoros en el cielo (Lucas 12:32-34):
Esto es muy valioso para Dios, Él quiere que en nuestra vida se manifiesten los actos de misericordia; pensemos en otros y sus necesidades, puesto que es de esta manera que nuestro corazón no se envanece y seremos agradables a Dios amontonando tesoros celestiales.
Debemos ser Santos:
Ser santos tiene mucho que ver con mantener nuestro corazón limpio, en Mateo 5:8 Jesús fue claro, esta es la manera en que veremos a Dios manifestarse en nuestras vidas. No hay otro camino agradable a Dios, que guardarnos en santidad (Hebreos 12:14). Además de esto, debemos mantenernos lejos de las cosas vanas que nos alejan del propósito de Dios para nuestras vidas (Salmos 24:4).
Conclusión
Estas palabras de Jesús, que en su momento pudieron ser algo extrañas para sus discípulos, ya que para todos los judíos era muy importante mantener este orgullo en su corazón frente al Templo, dejaron muchas enseñanzas y más a nosotros Sus hijos.
Ahora quiero que usted piense que su corazón puede ser un templo, teniendo en cuenta que el templo puede ser algún causal de orgullo en su interior, algo de lo que usted se sienta que ha logrado por su esfuerzo y valor.
Es indispensable poner nuestro corazón frente al espejo de la palabra de Dios; Dios quiere que nosotros seamos llenos de su Espíritu Santo, y para ello debemos dejar que en nuestro corazón no quede piedra sobre piedra de cualquier cosa que sea motivo de enorgullecerse. Esta obra la hace Jesús por nuestro bien, y por amor (Romanos 8:28).
Por esto es mejor dejar en las manos de Dios lo que para nosotros sea nuestra seguridad o motivo de orgullo, solo usted en Dios puede descubrir que es aquello que lo aleja de la perfecta voluntad de Él, recuerde que Él mira de lejos al orgulloso (Salmos 138:6).
Ahora, ¿de qué nos podemos enorgullecer? De nada. No piense que sin ese Templo que hay en su interior usted se moriría, crea que Dios siempre tiene mejores cosas de las que nosotros como seres humanos podemos pensar; más si somos sus hijos, y buscamos ser agradables a Él (Jeremías 29:11).
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
