Poder y peligro de la lengua

Pero Santiago dice que este tipo de persona que no ofende habitualmente es maduro. Es capaz de controlar su lengua, es decir su hablar. Ejemplo del mal uso de la lengua incluye las murmuraciones, el menospreciar a otros, la manipulación, la enseñanza falsa, las exageraciones, las acusaciones, y la mentira.

Verss. 3-5. en este párrafo el autor apela a las situaciones de la vida diaria para ilustrar su enseñanza. Señala que así como el freno en la boca de los caballos tiene la función de controlar toda su potencia, el dominio sobre nuestro hablar indica la capacidad de controlar el resto de nuestros ser.

El otro ejemplo que usa Santiago  es el control que el piloto de una embarcación ejerce a través de un simple y pequeño timón. Ese control determina el control de la nave. La lengua siendo un órgano muy pequeño realiza una función muy importante. Por eso el mal uso de ella por descuido es tan destructivo como un incendio forestal.

2. El peligro de una lengua sin control (Santiago 3:6-10)

Lo que decimos y como lo decimos es una prueba del cristianismo que vivimos. Santiago presenta la necesidad de controlar la lengua para que todo el cuerpo y la vida vayan de acuerdo con lo que se profesa ser. Santiago discute la naturaleza maliciosa y destructiva de la lengua.

La lengua es un fuego, esta metáfora ilustra el carácter ingobernable de la lengua y llama la atención a su poder destructor que produce ruina y miseria.

Además la lengua es un mundo de maldad, apuntando al abundante mal que la lengua es capaz de producir. Puede corromper el carácter de una persona y afectar todo el curso de la creación, ese poder que tiene la lengua destructiva y malévolo tiene su fuente en el mismo infierno. La lengua es fácil de domesticar completamente. La lengua está llena de veneno, no hace falta buscar mucho para encontrar las victimas de su actividad.

Vers. 9-10. Estos versículos nos muestran el uso que le damos a la lengua, algunas veces la usamos bien, para bendecir a Dios, otras veces la usamos para mal, para maldecir a los hombres. Lo que Santiago demuestra con estas palabras es que al maldecir a los hombres, realmente también se está maldiciendo a Dios quien ha creado a todo ser humano a su imagen y semejanza.

3. La sabiduría para el uso de la lengua (Santiago 3:13-17)

Vers. 13. Cuando se menciona a un hombre sabio se piensa en alguien que tiene una inteligencia y educación por encima del promedio, es hablar en términos técnicos, de un maestro.

En este caso se trata de alguien que posee un conocimiento verdadero de cosas tanto humanas como divinas. Un aprueba confiable de que una persona es sabia es analizando sus obras y no tanto sus palabras. La palabra está íntimamente relacionada con la humildad, la paciencia, y el amor que es lo opuesto a la arrogancia.

Vers. 14-16. A continuación sigue la discusión acerca de la falsa sabiduría que se evidencia en la vida de una persona a través de sus características distintivas y de sus consecuencias destructivas. La falsa sabiduría se evidencia en la vida de una persona mediante celos amargos y contenciones.

Santiago agrega algunas de las características de esta sabiduría y afirma que es  terrenal, animal y diabólica. Proviene de consideraciones humanas, no espirituales y tiene su fuente no en Dios, sino en el diablo. Sus consecuencia sisón destructivas, porque causa confusión, desorden, disturbio entre el pueblo de Dios.

Vers. 17. En cambio la verdadera sabiduría se define como libre de intereses mezquinos. Proviene de los principio divinos, por lo cual es pura, pacifica, tolerante, complaciente, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial no hipócrita.

La lengua fue creada por Dios como un instrumento para comunicarnos con él  y otros, su propósito original fue proporcionar bendición al hombre. Pero la hemos utilizado para mal.

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Predicaciones Cristianas

Deja un comentario