Las tentaciones y sus diferencias con las pruebas

Adulterio

Puedes tener una relación matrimonial armónica, perfecta, eres feliz. Pero la tentación te engaña y te hace desear más. Terminas adulterando y pierdes tu matrimonio perfecto por solo 15 minutos de placer.

Despido

Puedes trabajar en una buena empresa, tener un increíble puesto y tener un buen salario. Todo está perfecto. Pero la tentación, hace un nido en tu cabeza y te hace sentir que necesitas más dinero para comprar cosas que en realidad no necesitas. Robas a la empresa para la que trabajas, te descubren y te despiden. Ahora quedaste con mucho menos que antes. No con más, y ese es el engaño de la tentación.

Cárcel

Tienes poco o nada de dinero y la tentación aparece de nuevo. Esta vez para hacer que cometas delitos como el “robo”. Te atrape la policía y termines en la cárcel, igual que en el caso anterior, con menos dinero del que tenías al principio.

Conclusión

Para terminar, podemos decir que la tentación. No es una prueba como tal, ya que esta viene de adentro de nosotros y no de afuera. La resistimos, pero no tenemos que soportarla externamente. Es más que nada, deseos que trae consigo nuestro cuerpo físico, y que debido a ciertas circunstancias estos deseos se manifiestan.

Sin embargo, a pesar de no ser una prueba como tal. La tentación hay que resistirla, ya que puede arruinar nuestra vida. Tenemos que hacer como nos enseñó nuestro Señor Jesucristo, es decir, velar y orar constantemente para evitar ser tentados. Además de ser sabios y apartarnos de mal (Proverbios 14:16).

¿Y tú, que haces cuando te sientes tentado? Recuerda siempre confiar en el poder del espíritu santo y apartarte del mal.

© Hilda Hernandez. Todos los derechos reservados

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