Semilla de mostaza

El relato de Elías y la viuda nos muestra cómo Dios usó al profeta para bendecir a una viuda que no tenia mas para comer. Solo tenia un poco de harina y un poco de aceite para hacer su última comida y morir de hambre.

Pero el profeta le dice que le haga a él primero una torta y luego que haga para ella y su hijo. Cuando ella hizo lo que el profeta le indicó algo maravilloso pasó, la harina no faltó ni el aceite. No fue el milagro de un día, sino de mucho tiempo que permanecieron de la misma manera. todos los días cocinaban pero no se acabó la comida. 

El secreto es darle a Dios primero, ponerlo siempre a Él antes que todas las cosas. Entonces nos bendice con toda bendición espiritual y material para que nada nos haga falta. Pero es un acto no de una sola vez, sino de una confianza en Dios de todos los días durante el resto de nuestra vida. Esto nos permitirá trascender esta vida y entrar a la vida eterna con el Señor. Dios es primero, luego todo lo demás.

Multiplicaos (Génesis 1:28)

Un pequeño paso hace una división en nuestra vida. La decisión de creer en Cristo nos hace nueva criatura. Desde esa decisión debemos empezar a crecer en su palabra y vivir obedeciendo cada uno de nuestros días.

Dios quiere que crezcamos, que nos multipliquemos, que sojuzguemos la tierra. Así pablo inició una serie de viajes misioneros fundando iglesias en diferentes partes del mundo, obedeciendo el mandamiento de Cristo de ir y predicar hasta lo último de la tierra. Dios nos quiere bendecir y que crezcamos en Él. No hay límite en lo que podemos alcanzar en Dios.

No importa lo pequeña que se vea nuestra fe, lo importante es que esté fundada en Dios. En Él esa fe es inamovible. Demos pequeños pasos y poco a poco nuestra fe crece en el Señor y pronto nos encontraremos con grandes desafíos que no podremos resolver por nosotros mismos. Desafíos que pueden abrumar a cualquiera, pero en los que veamos la mano de Dios obrar poderosamente.

Conclusión

Aceptemos el llamado de Dios, aunque sea demasiado grande el llamado, si Dios lo pidió lo único que nos queda por hacer es obedecer su palabra. Lo que Dios nos pida debemos hacer, sin miedo, sin duda, solo dar un paso a la vez confiando en su poder eterno.

Dios es fiel y si Él nos llamó es fiel y justo para darnos la fortaleza y las herramientas necesarias para ser más que victoriosos en cualquier cosa. Dios es poderoso.

© Mauricio Alvarez. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones… Mensajes Cristianos

Deja un comentario