Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: El sueño de Dios
Mensaje Cristiano Corto Texto Biblike: “Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato.” (Proverbios 3:24)
¿Qué son los sueños?
El sueño es un estado de reposo del cuerpo. Cuando estamos dormidos muchas veces soñamos. En los sueños la realidad es otra, aquí no aplican las leyes de la física muchas veces y podemos experimentar en ellos otra realidad. Pero cuando despertamos el sueño desaparece, pues la realidad choca con ellos.
También podemos llamar sueños a aquellos deseos que anhelamos se hagan realidad, pero el deseo es tan fuerte que lo vemos ya materializado. Los sueños no son reales en el momento que los estamos teniendo, pero pueden convertirse en una realidad.
Sabemos también que los sueños son uno de los medios que Dios ha usado para comunicarse con sus hijos. En su palabra encontramos como nos dice que podremos soñar sueños, o como Dios se comunicó por ejemplo con Jacob. Dios puede usar este medio para hablarnos acerca de algún asunto. Así es que los sueños son uno de los lenguajes del Señor.
El sueño de Dios para ti
Podríamos decir también que Dios tiene sueños, pues él anhela que seamos sus hijos obedientes, que cumplan con su palabra. Pero Dios no nos obliga a que le reconozcamos como Salvador, nos da consejo pero deja en nosotros la decisión de servirle o no.
Dios diseñó un plan de acuerdo a sus sueños, en el que toda la humanidad pudiera reunirse bajo sus alas y Él ser el Dios de todos. Para esto envió a su hijo a morir en la cruz, para que por medio de Él obtuvieramos la vida eterna. Pero no solo a darnos vida, sino que a través de la victoria que Jesús obtuvo en la cruz pudiéramos también cumplir nuestros sueños en el Señor.
De esta manera somos convertidos en hijos de Dios, como hijos también herederos. Por eso podemos acercarnos a nuestro Padre y pedirle lo que necesitemos que Él nos responderá. Jesús declaró que cuando pedimos recibimos, cuando buscamos hallamos, cuando llamamos las puertas se nos abren, por el amor de Dios.
Caminando en fe
Como hijos de Dios tenemos sueños en Él. Soñamos con aquel día cuando escucharemos la trompeta sonar en el cielo y seamos levantados de esta tierra siguiendo a los que duermen. Soñamos con ese día glorioso cuando conocemos a nuestro salvador y le veremos en el paraíso.
También nos hemos convertido en soñadores, así como José. Las personas pueden vernos y decir aquí viene el soñador. Porque ya no estamos limitados por la realidad material, sino que ahora el límite en nuestro ser es Dios y Dios no tiene ningún límite.
Vivir nuestros sueños es vivir por fe, porque no andamos por vista sino que el poder de Dios en nosotros nos indica a dónde iremos. Es por eso que escuchamos la voz de Dios y nos dice conquista esa montaña, vamos con fe y conquistamos la montaña porque Dios lo ha mandado. No importa si en la montaña hay gigantes, no importa si hay ejércitos enteros, en el nombre del Señor somos más que vencedores.
Cumpliendo el sueño de Dios
Es nuestro deber el cumplir el sueño de Dios en nuestra vida. Dios tiene un sueño, un plan de bien y no de mal, un plan que nos llevará a volar alto, muy lejos. Dios tiene un sueño que es vernos bien, a su lado. Cumplamos el sueño de Dios y seamos hijos fieles.
Seamos hijos que cumplan la voluntad de nuestro Padre; hijos fieles que le entregan todo el ser al Señor. Seamos hijos que se mueven por fe y que a cada paso están sabiendo que Dios es real, que Cristo vive y que pronto le veremos. No nos movamos por vista o por lo que el mundo diga, debemos caminar y mantenernos caminando por lo que Dios diga, a donde su Espíritu nos lleve.
Cumplamos el sueño de Dios de vernos crecer, de vernos prósperos, de vernos alcanzar los planes, cada uno de los plantes que tiene para nuestra vida. Porque hemos sido llamados a ser cabeza y no cola. Hemos sido llamados a vivir de victoria en victoria, hemos sido alcanzados para que veamos la gloria maravillosa del Señor.
Cumplamos el sueño de Dios de vernos andar por sendas de justicia, de vernos alimentándonos cada día con su palabra. Cumplamos el sueño del Señor de convertirnos en hijos fieles que dan su vida por el Maestro, que entregan todo en las manos de Dios para que Él se glorifique. Seamos esos hijos agradecidos y caminemos al lado de nuestro Padre.
Una vida de sueños
Nuestros sueños no deben ser limitados, no podemos caminar viendo lo imposible, sino debemos caminar viendo a nuestro Dios. Con la mirada puesta en Cristo, el autor y consumador de la fe. Cuando nuestra mirada está puesta en el Señor no existe lo imposible, no existe lo reducido, no existe la escasez. Cuando nuestra mirada está puesta en Dios y en el cumplimiento de su sueño en nuestra vida, sólo existe la victoria, sólo existe el éxito, sólo existe el triunfo sobre todas las cosas.
Que nuestra vida esté llena de sueños de Dios, esos sueños se harán realidad en el nombre del Señor. Caminemos con fe, confiando que en el nombre del Señor todas las cosas son un sí y amén. En el nombre del Señor veremos los sueños cumplirse uno a uno. En el nombre del Señor seremos esos soñadores, que lo que sueñan se hace realidad en el nombre del Señor.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.