Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos Predica de Hoy: El conocimiento de Dios
Mensaje Cristiano Texto Biblico: “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed. Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia.” (Isaías 5:13, 16)
Cautividad
En este pasaje de la palabra de Dios en el libro de Isaías nos habla del cautiverio que pasó el pueblo de Israel, pero es aplicable también a la vida cristiana. Nos habla de una cautividad, de la falta de libertad de una persona o grupo de personas.
La vida sin Cristo para muchos es una vida de libertad, pues hacen lo que quieren y no tienen que rendir cuentas a nadie. Pero la realidad es que el mundo no hace lo que quiere, hace lo que la carne les ordena.
Es cautivo de los deseos de la carne aquellos que la alimentan, que la sacian y obedecen sus impulsos. Son cautivos al pecado aquellos que hacen lo malo y no toman en cuenta las consecuencias que sus actos tendrán en la eternidad. Son cautivos aquellos que no elevan su mirada para pensar diferente, pensar contra corriente en este mundo de maldad.
Dios nos ofrece una vida libres de la esclavitud del pecado, libres de las ataduras de la carne, libres de esos impulsos que nos condenan y nos llevan a la muerte. la manera para ser libres del pecado es a través de Jesucristo, quien murió para derramar su sangre y ser limpios por medio de ella.
Conocimiento
El versículo trece del capítulo cinco de Isaías nos dice que esa cautividad es producto de la falta de conocimiento. Es así de simple como una persona pierde su libertad, por no tener conocimiento. Pero ese conocimiento al que se refiere no es al de cultura general o al de algún tema en específico, ese conocimiento es el de Dios.
Hay un versículo en la palabra que nos indica que podemos solo escuchar de Dios y saber de Él y podemos realmente conocerlo y verlo con nuestro espíritu. En Job 42:5 vemos como un hombre realmente conoce a Dios, no por lo que otros dicen de Él o lo que la ciencia diga de Él, sino que conoce a Dios por lo que Él es y por su relación con el Dios Todopoderoso.
Dios quiere que le conozcamos, que tengamos una verdadera relación con Él. El Señor no quiere estudios carentes de su Espíritu, no quiere rituales que se repiten sin sentido, el Señor quiere corazones que de verdad le busquen y le encuentren en su santidad.
Hambre de Dios
Se puede perecer de hambre, nuestro cuerpo moriría si no nos alimentamos. Pero aquí podemos entender en el sentido espiritual que podemos morir si no alimentamos nuestro hombre interior. La manera de alimentarlo es con la palabra del Señor.
Jesús nos dijo que no solo de pan vivirá el hombre, porque es necesario alimentarnos de su palabra, no para que viva nuestro cuerpo, sino para que nuestra alma tenga una vida eterna. Es más importante alimentar lo eterno que alimentar lo perecedero. No decimos que la alimentación del cuerpo no valga la pena, pero en importancia es primordial alimentar nuestro espíritu con la palabra del Señor antes que saciar a nuestro cuerpo.
La sociedad no entiende este punto, piensan que lo que pueden ver, lo que pueden tocar es lo único que importa. Pero eso que no podemos ver, esa esencia humana es a lo que debemos prestar atención. Dios nos alimenta con su palabra para que crezcamos en fe, para que estemos fuertes en su Espíritu y para que vivamos por la eternidad con Él. Debemos alimentarnos diariamente para que nuestro ser espiritual pueda estar saludable y fortalecido.
Sed de Justicia
También Jesús nos habló acerca del agua de la vida, esa que podemos beber de Dios y no tener sed jamás. En el libro de Apocalipsis leemos como del trono de Dios salen ríos de agua viva para su pueblo. De Dios es la vida y Él la da a quien le sea obediente y no se ocupe tanto por lo perecedero sino que se ocupe por lo eterno, lo que proviene de Dios.
Pero la manera en que buscamos esa agua de Dios debe importarnos. Porque las bendiciones son dadas a los valientes, a aquellos que luchan la buena batalla de la fe. Debemos anhelar la presencia de Dios como el aire que respiramos, como cuando alguien está en medio del desierto sin agua, debemos buscarle de todo corazón.
Debemos tener hambre del Señor y también sed, para ser saciados con su justicia. Dios es Juez Justo y gobierna sobre todas las cosas. Busquemos su presencia, seamos obedientes,
Dios exaltado
En nuestros labios no deben faltar alabanzas a nuestro Dios. Que nuestra boca sea una fuente de palabras de alabanza y adoración al Señor por todas sus bondades. Esto no debe resultarnos difícil, porque Dios multiplica sus bendiciones sobre nuestra vida cada día.
El salmista escribe que si hablara de las maravillas del Señor no tendría tiempo para terminar de enumerar esas bendiciones. Demos gloria al Señor como se lo merece, con todas nuestras fuerzas y de todo corazón.
Libertad de Dios
Eso es lo que hace a una persona verdaderamente libre, que conozca al Señor tal y como es. Que cada uno de nosotros tengamos esa relación con Él y le conozcamos en intimidad, en oración hablemos con Él. Que atesoremos su presencia, que le busquemos con hambre y sed.
Eso es lo que hace a una persona libre de pecado y maldad, que Dios esté con nosotros y podamos recostarnos en Él con confianza, sabiendo que solo en Él estamos seguros. Y que le demos toda la gloria a Él, porque solo nuestro Dios la merece para siempre.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
