¿A quién enviaré?

Los enviados (Romanos 10:15)

Son hermosos los pies de aquellos que anuncian este mensaje del Señor. Jesús dijo que la mies es mucha y los obreros son pocos, por tal motivo el Señor llama obreros para que lleven el mensaje a toda creatura. Para que todo el mundo escuche el mensaje debe ser predicado por esos hijos de Dios que ya han conocido la verdad de Dios.

Dios llama y nuestra respuesta debe ser la misma que dio Isaías, debemos responder heme aquí, teniendo la total disposición en nuestro corazón de hacer la voluntad de nuestro Padre. Samuel también fue uno de aquellos que respondieron al llamado del Señor con un heme aquí.

Estas palabras significan que nos negamos a nosotros mismos y aceptamos ese llamado a predicar el mensaje, a anunciar las buenas nuevas de salvación. Este llamado nos lleva no a hablar con nuestras palabras, sino a hablar la verdadera palabra de Dios, a predicar aquello que el Señor nos envíe a decir.

Los enviados tienen hermosos pies que van a donde Dios nos manda. Los enviados no tienen nada como propio, sólo lo que Dios les da. Los enviados no saben que hablarán, pero cuando hablan pronuncian las palabras de Dios. Los enviados no dependen de su fuerza ni capacidades, dependen exclusivamente de Dios. 

El poder de Dios

No hay mejor regalo que depender de Dios. Pocos son los que se atreven a depender de esa manera de Dios. Pero no hay bendición más grande el saber que no vivimos más para agradarnos, sino que vivimos para agradar a aquel que nos ha llamado. 

Por un mensaje es que venimos a los pies del Señor. Por escuchar su palabra es que creímos en Él. Ahora el Señor nos pide que seamos nosotros ese canal de bendición que Él usa para que otros también vengan a ese conocimiento del Señor y haya fiesta en el cielo.

Es un enorme privilegio el ser usado por Dios para que otros vengan a sus pies y le conozcan. Dejemos que Dios nos use y seamos siervos fieles del Señor, no hay de que temer pues Dios tendrá el control de todas las cosas.

Redactado por Mauricio Aquino para Central de Sermones.

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