Sino que quiere hacerte grande en él y que conozcas tan grande amor que tiene Dios para ti joven. Hemos cometido errores, pues me incluyo, pero es mas grande el amor del Señor que el desprecio del enemigo (Satanás) y de la sociedad.
Un espejo para no repetir
Muchos ahora se escudan, aun después de haberle conocido, diciendo que Dios no existe. Pero déjame decirte joven como cristiano primero que todo y luego como “exatacante al evangelio”, pues busqué por muchos años demostrarme que Dios no existía. En cada paso que iba dando en la historia, esta misma me demostraba que el Señor Jesús sí existe.
Entonces hoy amigo y hermano joven, dejemos atrás todo este ocio que en realidad en nada nos edifica o ayuda. El Señor Jesús te dice: “ Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.” (Efesios 5:14-16)
Nuestro gran maestro
Le diremos al Señor Jesús en este hora que haga como el buen alfarero que es: QUE NOS DESTRUYA SI ES NECESARIO, para hacer de nosotros nuevas criaturas, con nuevos ideales, nuevos anhelos, nuevos proyectos, un nuevo Andrés, un nuevo Jorge, una nueva Daniela…
Ahora en el Señor Jesús tenemos esperanza, pues en él fuimos predestinados para ser salvos y parte importante en la obra del Señor. Aunque la sociedad usada por el enemigo nos diga que no somos nada, o que es mejor seguir la corriente del mundo, el Dios de amor te dice: YO TE MOLDEO PARA QUE NO TENGAS MIEDO DEL MAÑANA, sino que vivas siempre confiado en mí, en el Dios todo poderoso.
“Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.” Isaías 64:8
Por favor digamos al Señor Jesús, soy tu arcilla o barro, arcilla en manos del buen alfarero. Moldéame o destrúyeme si es necesario, porque mi inactividad en tu obra ha sido grande. Pero mas grande será la nueva obra que harás en mí, pues me escogiste para ser salvo y parte fundamental de tu obra.
El Señor Jesús no se equivoca y no se equivocó en escogerte. Pero él quiere tu tiempo, al Señor Jesús solo le tomó un momento crear al universo, pero si se tomó su tiempo en ti, preparando todo para que hoy estuvieras aquí, escuchando su llamado porque ya te predestinó para grandes obras y para ser salvo. Ríndete
Conclusión
RÍNDETE A LOS PIES DEL MAESTRO, DEJA LA INACTIVIDAD PORQUE EL LLAMADO YA ESTÁ:
“NO PODEMOS OLVIDAR QUE LO QUE SOMOS Y TENEMOS HOY, SE LO DEBEMOS AL DIOS QUE NOS ENCONTRÓ CUANDO NO ÉRAMOS NADA”
Redactado por Jorge Pinzón para el uso exclusivo de Central de Sermones.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
