Mensajes Cristianos
Prédica de Hoy: Gozo en el Señor
Introducción
La alegría es una palabra que edifica y bendice. Se vuelve más importante, cuando agrega que está “en el Señor”. Pablo, escribiendo a los Filipenses, nos da la dimensión de esta importancia:
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!” (Filipenses 4:4)
Entendamos por qué Pablo habla de regocijarse en el Señor. Comenzando con lo que dice en el libro de Hebreos:
“…pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Hebreos 5:14)
El adulto es quien puede diferenciar unos de otros: el bien y el mal.
A veces las cosas están bien camufladas y confunden a los distraídos. Digámoslo: lo real y lo que es “similar” a lo real.
El Señor Jesús nos enseñó en una parábola que cizaña y el trigo llegaron a crecer juntos, y que no se arrancaba la cizaña para que tampoco se arrancara el trigo. Era necesario esperar a que se separara la cosecha. (Mateo 13:24-30)
La cizaña es similar al trigo, pero no es trigo
El apóstol Pablo antes de ser alcanzado por el Señor Jesús fue un perseguidor de cristianos que los llevó a la cárcel y los mató. (Hechos 26:9-11)
Incluso tenía autorización de los principales sacerdotes para encerrar en prisiones, y matar cristianos. Fue un hombre de la cumbre religiosa más alta de la época (Filipenses 3:5; Hechos 22:3).
Pablo actuó como alguien que se siente tan moralmente por encima de los demás, que no puede soportar reconocer su insignificancia ante el Señor.
No es nuestra justicia moral y ética lo que nos da un lugar en el reino de Dios. La Biblia nos dice que cuando el Señor Jesús se le apareció a Pablo, cayó al suelo. (Hechos 9:4)
Allí nació un nuevo hombre. Comenzaba una nueva vida. Un transgresor alcanzado por la gracia divina.
Pablo, ese mismo transgresor, escribió más tarde:
“…Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.” (2 Corintios 5:19)
También dijo:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8-9)
Tener razón moral no significa que alguien haya sido justificado.
Justo es quien camina por sus propios méritos.
Justificado es depender de la expiación de Cristo.
Convertirse a un sistema religioso no significa vivir en Cristo. El evangelio de la gracia es tener la vida de Cristo en nosotros, después de haber sido crucificados con él.
Estoy crucificado con Cristo. Ya no vivo, pero Cristo vive en mí. (Gálatas 2:19-20)
En la práctica, podemos vivir y usar las cosas de este mundo, pero ya no tienen dominio sobre los que están crucificados con Cristo.
Conclusión
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos!” (Filipenses 4:4)
El Señor Jesús nos dice:
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26) ¿Cree usted esto?
Si crees, vive el gozo de la vida del Señor Jesús en ti.
En Cristo tenemos gozo en su plenitud.
¡El Señor Jesús te espera con los brazos abiertos!.
© Luis Andre Rocha. Todos los derechos reservados.
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NOTA: Este mensaje fue traducido de Portugués a Español por el equipo de Central de sermones.
