Lluvias de bendición

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Prédica de Hoy: Lluvias de bendición

Mensajes Cristianos Texto Bíblico: “Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán.” Ezequiel 34:26

Tiempo de sequía

En esta vida todo tiene su tiempo. Así lo declara la palabra en el libro de Eclesiastés, dejándonos ver que no sirve de mucho el afán de la vida si no estamos en las manos del Señor.

Al contrario, Jesús nos pidió que no nos afanemos porque Dios sabe de qué cosa tenemos necesidad y como hijos de Dios tenemos a un Padre amoroso que buscará siempre lo mejor para nosotros.

Sin embargo es probable que experimentemos tribulaciones, momentos difíciles de llevar que nos traen mucho dolor y angustia. Pero ninguno de estos momentos debe ser un tropiezo en nuestra vida espiritual.

No es ningún pecado atravesar momentos difíciles. Es en estos momentos que nuestra fe debe fortalecerse y seguir confiando en que Dios tiene el control de todas las cosas y no nos dejará ahí para siempre. 

Pablo declara que puede vivir en abundancia, pero también sabe cómo es vivir en escasez. Porque el momento que estamos viviendo no determina nuestro grado de fe, no determina nuestra confianza y servicio a Dios. No importa si estamos en tiempo de lluvia o en tiempo de sequía, igual nuestra fe en Dios debe permanecer firme.  

Lluvias de bendición de Dios

Pero Dios tiene preparada una lluvia especial al final de cualquier tiempo de sequía. Dios tiene reservada esta lluvia para aquellos que puedan permanecer fieles hasta el final. Para aquellos que perseveren hasta el fin y resistan la temporada de sequía. 

La lluvia que Dios trae a nuestra vida es abundante, tanto que pronto humedece la tierra y satura el suelo.

Aunque la tierra haya pasado mucho tiempo sin agua, será mojada y pronto empezará a correr hasta formar ríos de bendición. Ríos llenarán toda la tierra y permanecerán mojados. Ríos que permitirán alimentar al ganado, que permitirán sembrar la tierra y producirá al ciento por uno. Los ríos de del agua de Dios llenará nuestro ser y estaremos saciados. 

Lluvias de bendición para tu vida

Así como la lluvia cae del cielo sobre toda la tierra, así Dios tiene preparada una lluvia de bendiciones sobre nuestra vida. No importa el lugar donde estemos esa agua descenderá del cielo y nos cubrirá. 

Esa lluvia se traducirá como salud, como ascenso, como prosperidad, como bendición de Dios. Todos podrán ver como Dios derrama esa bendición sobre sus hijos, sobre sus santos para la gloria de su nombre. El tiempo de la sequía habrá terminado, el momento difícil habrá pasado y no nos recordaremos de ese tiempo. 

El tiempo de Dios es perfecto, y aunque aún por un poco de tiempo pasemos por el desierto, ciertamente la bendición de Dios vendrá sobre tu vida y esta no añade tristeza.

Todo lo contrario, la bendición de Dios es para alegría, para regocijarnos y darle alabanza. Lo único que pide nuestro Dios es que le demos a Él siempre toda la gloria, porque solo Él la merece.

Lluvias de bendición para todos

La lluvia de Dios no solo es para una persona, sino que está preparada para todo aquel que quiera, para quienes le reconozcan como su Señor y Salvador. Dios hace un llamado para todos, Él está a la puerta y está llamando.

Solo debemos escuchar su voz cuando nos dice que nos ama, solo debemos escuchar su voz cuando nos pide que nos acerquemos a Él, que dejemos el pecado y nos arrepintamos de nuestros malos caminos.

Jesucristo ha pagado el precio por nuestra bendición, Él ha comprado nuestra salvación y con ella todas las bendiciones celestiales. Dios abre las fuentes de los cielos para que todas sus bendiciones caigan sobre sus hijos santos. Dios no está limitado a solo darnos algunas cosas, sino que todas las cosas están en sus manos.

Muchos escucharán el llamado del Señor, pero no todos se atreven a aceptar ese llamado. Pocos son los que le aceptan y toman la puerta estrecha para llegar a recibir sus bendiciones.

Todos a la verdad quieren esas bendiciones pero no están dispuestos a recibirlas por fe, no están dispuestos a esperar el tiempo de Dios, no están dispuestos a creer en su poder. Pero aquellos que saben tener fe, que aprenden a esperar, las ventanas de los cielos son abiertas sobre ellos y sobre todos los que le rodean.

Lluvias de bendición – Lluvias de vida eterna

Las bendiciones materiales no son lo más grande que podemos recibir de Dios. Hay una bendición que es muchísimo más grande que no se limita a este mundo material y perecedero. La bendición de Dios va más allá de lo terrenal, su bendición es eterna.

En la eternidad podremos estar siempre con nuestro buen Dios y contemplar su hermosura para siempre. No hay limitaciones para nuestro Padre, ya ha pagado el precio por nuestra salvación, ya ha comprado con su sangre nuestra felicidad en la eternidad.

Cuando la lluvia está a punto de caer el cielo se oscurece, parece que no hay luz ahí afuera pero eso significa que la lluvia está a punto de caer. Es posible que ese problema, esa dificultad nos muestra unos cielos cubiertos y no podemos ver lejos por causa de esas nubes, pero son nubes de bendición, que trae la lluvia de Dios sobre nuestra vida. 

Aprendamos a esperar en Dios y cuando esa lluvia llegue, demos a Él toda la gloria y el honor. No esperemos recibir algo de nadie más, solo de nuestro Dios proceden todas las bendiciones porque Él es Bueno y para siempre es su misericordia.

© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.

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