Es por ello que el tiempo que dedicamos a observarnos debe ser tomado en serio. Cada cierto tiempo debemos examinarnos a nosotros mismos y escribir cada experiencia vivida.
Nuestras acciones son mas importantes de lo que parecen. Por ello debemos tomarlas con calma y de manera acertada. Por ello la observación de nuestros pasos, aciertos y caídas deben ser una actividad constante en el ser humano, y más en los creyentes, puesto que estamos llamados a alcanzar la estatura del varón perfecto. Esto es posible hacerlo si nos dedicamos a crecer.
Conclusión
El ser humano no debe quedarse esperando a que todo le salga bien, o a que todo siga saliendo mal.
Nuestro cuerpo, alma y espíritu son regalos divinos que deben ser cuidados por nosotros. Perfeccionar estos elementos van más allá de buscar la mejor versión de ti mismo.
Debemos aprender a leer cada situación que nos acontece. Pero, sobre todo, tenemos que tomar el habito de mirar al cielo y preguntar a nuestro Padre el motivo de cada suceso.
Debemos entender que hay algo superior, un mensaje, una señal de parte de Dios para bendecir y salvar nuestras vidas.
Cada creyente debe tener una intimidad hermosa con el Señor. Un lugar para ser transparentes y desnudar nuestro día a día delante de la presencia de Dios. Es la única forma de ser llenos de la verdad, y de descubrir cada misterio que a nuestro criterio no tiene razón ni motivo. Cristo es la luz a todo tipo de tinieblas y dudas.
Bendiciones querido hermano.
© Julio Torres. Todos los derechos reservados.
El plagio es robo, decepción y mentira. “No hurtaréis, ni engañaréis, ni os mentiréis unos a otros.” Levítico 19:11. No comprometas tu testimonio cristiano.