Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos predica de hoy: Consecuencias
Mensajes Cristianos lectura bíblica de hoy: Romanos 7:24
Introducción
¡Todo en la vida produce consecuencias!
Si algo en la vida es seguro, es nuestras acciones, o falta de ellas, producirán consecuencias. Toda acción tiene una reacción, buena o mala, justa o injusta. Como decían mis abuelos: “Todo en esta vida tiene su recompensa”, esa era su manera de decir: “Todo en esta vida tiene consecuencias”.
Lamentablemente las consecuencias de nuestras acciones son malas en la mayoría de las ocasiones. Digo esto porque el mal comportamiento siempre da el primer fruto. En otras palabras, la personas que nos rodean tienden prestar más atención a un mal comportamiento, que a las buenas obras o santidad en nuestra vida.
Ahora bien, con esto no quiero decir que las buenas obras y la santidad no produzcan resultados. Por ejemplo, para recibir la Medalla de Honor en los Estados Unidos, una persona debe haber arriesgado su vida más allá del llamado del deber en combate contra un enemigo de los Estados Unidos.
En algunas partes de los Estados Unidos, una persona que conduce ebria y se ve involucrada en un accidente que mata a otra persona enfrenta hasta 15 años de prisión y multas cuantiosas.
I. Para ver consecuencias buenas
Como podemos apreciar, para que se produzcan buenas consecuencias en nuestra vida, hay que esperar con paciencia, hay que prepararse, y hasta arriesgar nuestra vida. Por otro lado, solo toma unos minutos obtener un resultado negativo. Pero eso no es nada nuevo. lamentablemente aa sido así desde el principio, así que no tengas miedo.
Para que entiendas bien lo que te digo, reflexiona en el tiempo que le tomó a Eva hacer una mala decisión. Una mala decisión la cual produjo consecuencias de las cuales todavía hoy en día sufrimos.
Todos podemos pensar en esos momento que nos gustaría cambiar en nuestra vida. Por ejemplo: nos gustaría nunca haber asistido a esa cita, nunca haber dicho lo que dijimos en un momento determinado, nunca haber actuado de la forma que actuamos sin pensar, etc. etc.
Estos son pensamientos que muchas ocasiones llenan nuestra mente, y hasta nos pueden hacer perder el sueño, pero son cosas que no podemos cambiar. Por mucho que nosotros deseemos, el pasado algo que ninguno de nosotros podemos cambiar.
Y es exactamente esto lo que estaba haciendo el apóstol Pablo en la epístola a los romanos cuando dijo: “!!Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?“. Creo que todos podemos sentir la frustración y dolor que sintió el apóstol al decir estas palabras. La realidad es que tratar de hacer las cosas bien, y por años abstenerte de hacer algunas cosas, y de repente acabas perdiéndolo todo.
Según Efesios 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Dios nos perdona y mientras pidamos perdón y ayuda, hay algo de lo que no podemos deshacernos, y esto es las consecuencias.
II. Dos formas de afrontar las consecuencias
Hay dos formas de afrontar las consecuencias. Puedes usar esto como un trampolín, o como un pozo profundo del que es difícil salir.
Si cometes un error con grandes consecuencias, puedes adaptarte a tu nueva vida; por ejemplo, de acuerdo a los cambios que trae. Cuando una adolescente se convierte en madre soltera, tiene dos opciones. Puedes mantenerte inmadura u omitir los pasos necesarios para alcanzar la madurez que exige tu nuevo estatus de madre.
Alternativamente, esta joven puede avanzar de forma inmadura y trasladar la responsabilidad a otros para evitar enfrentarse a nuevas realidades. Si lo aprovechas y aprendes de él, puedes asegurarte nuevos niveles de crecimiento en todos tus sentidos.
En este nuevo nivel, puedes cometer otros errores que tengan consecuencias, pero cuando dejes de cometer los mismos errores y de enfrentar las mismas consecuencias, te encontrarás diciendo: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” Romanos 8:37
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