Mensajes Cristianos
Mensajes Cristianos predica de hoy: Los 10 hijos de Amán
Mensajes Cristianos lectura bíblica de hoy: “En Susa capital del reino mataron y destruyeron los judíos a quinientos hombres. 7 Mataron entonces a Parsandata, Dalfón, Aspata, 8 Porata, Adalía, Aridata, 9 Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, 10 diez hijos de Amán hijo de Hamedata, enemigo de los judíos; pero no tocaron sus bienes”. Ester 9:6-9
Introducción
Uno de los eventos más importantes en el libro de Ester es la ejecución de Amán y sus diez hijos. Cobra especial valor el hecho de que se haya hecho justicia con aquellos que se levantaron para exterminar al Pueblo de Israel, y que a la final fueron castigados y eliminados. Todo aquél que se levanta contra el Pueblo de Israel, la nación escogida por Dios, es como si se rebelara contra el mismísimo Creador y director de todo el universo, y por lo tanto corresponde que sea ajusticiado.
Para los judíos Amán representa la naturaleza carnal y pecaminosa que todos tenemos desde el pecado de Adán y Eva y sus diez hijos simbolizan a sus diez rasgos de mal carácter.
Veamos el primer hijo de Amán.
- PARSANDATA.
Su nombre significa “Dado por oración”, o posiblemente significa: “El Investigador”. Se ha dicho que en el hebreo, este nombre “Parsandata” representa el “Distanciamiento de la Palabra de Dios”.
Un buen cristiano necesita estar en contacto diariamente con la palabra de Dios. Así como necesitamos el alimento para nuestro cuerpo, en lo natural y, necesitamos para nuestra vida espiritual, alimentarnos con la Palabra de Dios, la Biblia.
¿Qué pasaría si una persona no come lo suficiente cada día? Pues que se debilita, le faltan nutrientes, tiene anemia, y si dejan de comer completamente pues, sencillamente se mueren.
Asimismo pasa en lo espiritual, si un cristiano no lee la Biblia cada día, no come del alimento espiritual, se debilita, le faltan nutrientes, tiene anemia y finalmente mueren. Esto se traduce en que no hay fuerzas cuando vienen los problemas, es un cristiano inestable, no vive una vida cristiana acorde con las enseñanzas de Cristo y si continúa en esa misma condición, muere espiritualmente.
Salmos 119:10 “Me esforcé tanto por encontrarte; no permitas que me aleje de tus mandatos.
Alguien dijo: La distancia entre Dios y yo está entre mis manos y la Biblia.
Recuerdo haber oído la historia de una señora mayor cuyo pastor le sugería que leyera la biblia a lo que ella respondía que si, que lo haría. Al llegar a casa, ella se acordó del consejo del pastor y buscó sus gafas para leer la Biblia, pero no las encontró.
Pasaron muchos días, no, meses, y un domingo el pastor volvió a preguntar a la hermana que si estaba leyendo la Biblia, ella contestó: “No pastor, es que no consigo mis gafas y sin ellas no veo y no puedo leer”. El pastor le dijo: “¿has orado a Dios pidiendo que te indique donde las dejaste?”
Ah, respondió ella buena idea, asi lo haré, pues efectivamente ella oró a Dios y le pidió que aparecieran sus gafas. Al día siguiente, estaba buscando unas pastillas en el cajón de su mesita de noche y allí estaban, sus gafas y su biblia.
Es peligrosísimo llevar una vida cristiana sin leer la Biblia. El hacerlo es evidencia de que el demonio de Parsandata está tratando de debilitarte en tu fe, esta impidiendo que te fortalezcas en el Espíritu Santo y por ende, que lleves una vida cristiana sin frutos, sin dones, sin poder, sin unción y sin nada de nada. Porque todo eso se consigue solo apegados a la bendita Palabra de Dios.
CONCLUSIÓN.
¿Cuándo fue la última vez que leí la Biblia?
¿Cada cuánto leo la Biblia?
¿Cual es el propósito con que leo la Biblia?
¿Estudio y medito su Palabra?
¿Memorizo su Palabra?
Si no estas leyendo la Biblia, poco a poco las ideas del mundo te irán alejando de sus principios.
Es indispensable que te mantengas en su Palabra si quieres permanecer cerca de Dios.
ORACIÓN.
Hoy, Señor, te pido perdón por no leer la Biblia lo suficiente como para estar bien alimentado espiritualmente. Hecho fuera de mi vida, en el Nombre de Jesús el demonio de Parsandata que me está distanciando de la Palabra de Dios y me comprometo contigo a apegarme de tu Palabra, a amarla, a atesorar sus mandamientos y a ponerlos en práctica. En el nombre de Jesús, Amén.
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