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Mensajes Cristianos Prédica de Hoy: Renacer a una Esperanza Viva
Mensaje Cristiano Lectura Bíblica: 1 Pedro 1:3
Introducción
¡Buenas tardes, queridos hermanos y hermanas!
Hoy quiero hablarles sobre la esperanza viva que tenemos en Cristo Jesús. En momentos de dificultad y duda, nuestra fe puede ser una luz brillante que nos guía.
Como cristianos, sabemos que nuestra esperanza no se basa en las circunstancias del mundo, sino en la resurrección de Jesucristo. En el versículo de hoy leemos: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.“
La Esperanza
Déjenme contarles una historia que nos muestra cómo, incluso en los momentos más difíciles, la esperanza puede surgir de la manera más inesperada. Esta historia viene de la Biblia, del libro de Jonás. Todos conocemos a Jonás, el profeta que fue tragado por un gran pez. Pero quiero que reflexionemos sobre un detalle interesante de su historia.
Jonás fue llamado por Dios para ir a Nínive y predicar el arrepentimiento. Pero Jonás, temeroso y reacio, decidió huir en la dirección opuesta. Mientras estaba en el barco, una gran tormenta se levantó y los marineros, aterrorizados, finalmente arrojaron a Jonás al mar, donde fue tragado por un gran pez. Imagínense cómo se sintió Jonás en ese momento: desobediente, asustado, y aparentemente sin esperanza, dentro del vientre del pez.
Jonás oró a Dios
Sin embargo, desde ese lugar de oscuridad y desesperación, Jonás oró a Dios. Reconoció su error y buscó la misericordia de Dios.
Y fue en ese momento, en las profundidades del mar, donde Jonás encontró una nueva esperanza. Dios escuchó su oración y ordenó al pez que lo vomitara en tierra firme. Jonás recibió una segunda oportunidad para cumplir con la misión que Dios le había dado.
Esta historia de Jonás nos enseña que, incluso cuando nos sentimos atrapados y sin esperanza, Dios puede rescatarnos y darnos una nueva oportunidad. Nos recuerda que nuestra esperanza no depende de nuestras circunstancias, sino de la misericordia y el poder de Dios.
El autor y teólogo N.T. Wright, en su libro “Surprised by Hope” (2008), escribe: “La resurrección de Jesús no solo nos da esperanza para el futuro; nos da una misión para el presente. Nos llama a vivir como personas de la nueva creación aquí y ahora.” Esta cita nos recuerda que nuestra esperanza en Cristo no solo nos ofrece consuelo para el futuro, sino que también nos impulsa a vivir con propósito y misión en el presente.
Esperanza en momentos de desesperanza y desilusión
Quiero que reflexionemos sobre nuestras propias vidas por un momento. Todos nosotros hemos enfrentado momentos de desesperanza y desilusión. Tal vez sea una pérdida, una enfermedad, un conflicto en la familia, o una crisis personal.
Pero quiero que recordemos las palabras de Pedro y nos aferremos a la promesa de una esperanza viva en Cristo. Él nos ha hecho renacer para una esperanza que trasciende todas las dificultades de este mundo.
A veces, el camino puede parecer incierto y lleno de obstáculos. Pero con Dios a nuestro lado, podemos tener la confianza de que no estamos solos. Él nos guía, nos fortalece y nos da la esperanza que necesitamos para seguir adelante.
Permítanme hacer una pausa aquí y reflexionar juntos. Todos nosotros hemos tenido momentos en los que hemos necesitado renovar nuestra esperanza. Es una experiencia común, pero debemos recordar que no estamos solos. Dios está con nosotros, guiándonos y dándonos la fuerza que necesitamos.
En Jeremías 29:11, encontramos otra promesa maravillosa: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Esta promesa nos asegura que, cuando ponemos nuestra confianza en Dios, Él nos renueva y nos da las fuerzas para continuar.
Conclusión
Hermanos y hermanas, hoy les invito a renovar su esperanza en Dios. A confiar en que Él tiene un plan para sus vidas, un plan de paz y esperanza. Aun cuando las cosas parezcan difíciles, recordemos que Dios está con nosotros y que sus planes para nosotros son buenos.
Que Dios nos bendiga a todos, hoy y siempre. Amén.
Gracias a todos por estar aquí hoy, por compartir este momento y por ser parte de esta maravillosa comunidad. Sigamos adelante juntos, con esperanza y con fe, sabiendo que Dios está siempre con nosotros.
© Marco A. Hernández. Todos los derechos reservados.
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