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Sumergiéndose en el Jordán

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Predicas cristianas predica de hoy: Naamán: Sumergiéndose en el Jordán

Predica Cristianas lectura bíblica de hoy: 2 Reyes 5:1-14

Introducción

Esta semana trataremos un concepto bien importante para la vida de cada creyente, y es la forma como puede obrar en cada una de nuestras vidas la presencia de Dios, para eso estudiaremos este concepto visto desde la óptica de un hombre importante, exitoso, fuerte, un gran guerrero querido por los suyos por su valentía y coraje para la batalla, pero el cual lastimosamente debajo de ese pulcro y bien llevado uniforme escondía una de las enfermedades más temidas y excluyentes de esa época, la lepra.

Naamán

Ese era el famoso general del ejército sirio llamado Naamán, un valiente y fuerte guerrero que había alcanzado el grado más alto de la milicia, el de general, un hombre lleno de éxitos, siempre erguido, lleno de condecoraciones, con los más altos grados de distinción, y con un ámbito de autoridad más amplio que el de sus subordinados, ese era Naamán, el cual escondía bajo toda esa impetuosidad y bajo ese despampanante uniforme, su contagiosa la lepra.

Esta era una de las enfermedades más temidas de la época producida por el bacilo de Hansen que se caracterizaba por el emblanquecimiento y deterioro de la piel, los primeros síntomas provocaban pérdida de sensibilidad en una zona de la piel luego Las membranas mucosas de la nariz, la boca y la garganta eran invadidas por un gran número de microorganismos.

Por lo cual debido a la afectación de los nervios, los músculos empezaban a sufrir parálisis. La pérdida de sensibilidad que acompañaba a la destrucción de los nervios, provocaba lesiones de las que el sujeto no se percata debido a la insensibilidad que padecía. Esto luego conduciría a infecciones secundarias, y a la destrucción de los huesos. Luego padecía la desfiguración corporal típica que sufría el sujeto con lepra, como la pérdida de extremidades debido a la lesión ósea, o la llamada facies leonina en la que el rostro se asemeja al de un león con gruesos nódulos cutáneos.

A este hombre algo horrible estaba a punto de sucederle con su apariencia exterior, ya que en la etapa mas avanzada de la enfermedad las consecuencias eran totalmente devastadoras, pero hubo una voz de alguien que fue capaz decir que había un Dios que podía de sanarlo, y restaurar su vida.

Naamán representa a todos aquellos que exteriormente aparentan una vida llena de logros y grandes éxitos, pero que por dentro se están destruyendo poco a poco a causa de aquellos problemas que se ocultan debajo de esas opulentotas vestiduras.

No se si tu lepra son los problemas en casa, con tu esposa, o con tus hijos, o tus padres, a causa de tu carácter o tu temperamento destructivo, a causa de sentimientos dañinos, a causa de celos incontrolables, o de algún vicio que te domina y que nadie conoce.

No sé con que se identifique tu lepra, pero quizás durante mucho tiempo has pretendido ocultarla a los demás debajo de ese uniforme de general, pero sabes estos síntomas cada vez se harán mas evidentes, irán invadiéndote desde tu interior y pronto difícilmente podrás ocultarlos.

Pero hoy Dios te trajo a este lugar para decirte que el te tiene la solución a tu circunstancia sin importar su nombre, Él tiene la capacidad para no solo sanarte de ella sino también para restaurarte.

DESARROLLO

A continuación estudiaremos 3 instrucciones que Naamán tuvo que ejecutar para poder ser sanado y restaurado.

1) NAAMÁN TUVO QUE ACUDIR A LA PRESENCIA DE DIOS – (VERS 8)

Luego de la instrucción dada por esta muchacha a la esposa de Naamán, ella se la comunico a el, y este a su vez a su rey, el cual tomó la decisión de enviarlo a Joram, que era rey de Israel con cartas de recomendación, y con grandes regalos, pero esta carta no mencionaba a Eliseo por ninguna parte, sino que solo le pedía al rey que Naamán fuese sanado, el rey de Israel se enfureció por esta petición tan irrazonable y absurda, y sospecho que el rey sirio solo estaba buscando una excusa para atacarle.

Luego que Eliseo se entero, le envió a decir al rey que le dijera a Naamán que se “acercara a el”. Amado hermano el profeta representa la presencia de Dios. Y es común ver como muchas personas buscan soluciones a sus problemas solo por medio de sus grandes influencias y el dinero.

Pero vemos que ni con los diez mil talentos de plata, ni las seis mil piezas de oro, ni con los diez costosos vestidos nadie pudo curarlo en el palacio.

Un día poco tiempo antes de morir un reportero de la BBC de Londres le preguntó a Pablo Escobar si no tenía miedo de morir e ir al infierno y él le contesto sarcásticamente que eso no le preocupaba porque con toda la plata que él tenía a lo mejor le pondría aire acondicionado.

Que necedad tan grande la de pensar que solo con dinero y grandes influencias todo está resuelto, Naamán solo debía acercarse a la presencia de Dios, para recibir las instrucciones claras de cómo encontrar sanidad para su enfermedad, lo mismo debes hacer tu amado hermano debes comprender que solo acercándote a la presencia de Dios puedes hallar las instrucciones precisas para solucionar ese problema que ni por medio de médicos, ni de psicólogos, ni de tratamientos infructuosos pudiste obtener. Solo Dios puede sanar la lepra que se esconde debajo de tu uniforme de general, lo único que debes hacer es acercarte a el.

2) NAAMÁN TUVO QUE HUMILLARSE DELANTE DE LA PRESENCIA DE DIOS – (VERS 9-14ª)

Naamán se acercó al profeta con sus caballos y en su carro, se paró en la puerta del profeta, y esperaba que este saliera a recibirle, vaya opulencia, prepotencia y orgullo de este pobre leproso vestido de general, Naamán tenía dos graves enfermedades el orgullo y la lepra, él necesitaba ser sano tanto de la primera como de la segunda.

este gran héroe, estaba acostumbrado a recibir respeto y se sintió agraviado cuando Eliseo lo trató como a una persona común. Como hombre de orgullo, esperaba un trato preferencial. El bañarse en un gran río era una cosa, pero el Jordán era pequeño y sucio. Lavarse en el Jordán, pensó Naamán, era indigno de un hombre de su jerarquía pero este debía humillarse y obedecer los mandatos de Eliseo para poder sanarse.

La obediencia a Dios comienza con la humildad.

Debemos creer que su camino es mejor que el nuestro. Quizá no entendamos su manera de trabajar, pero al obedecerlo humildemente, recibiremos sus bendiciones. Siempre es bueno recordar que los caminos de Dios son mejores y que el quiere más nuestra obediencia que cualquier otra cosa, solo así podrá alcanzar sus propósitos en nuestra vida Naamán se fue enfurecido debido a que la cura de su enfermedad parecía demasiado simple. Él era un héroe y esperaba una cura heroica.

Lleno de soberbia y de egocentrismo no pudo aceptar la simple cura por la fe. En algunas ocasiones la gente reacciona de la misma manera al ofrecimiento de perdón de parte de Dios. Sólo creer en Jesucristo de alguna manera no parece ser lo suficientemente significativo para alcanzar la vida eterna. Seguir el consejo de Dios no parece heroico pero es lo mas sabio que hombre alguno puede hacer.

“El entonces descendió” era necesario descender, bajar del lugar donde se encontraba para ir al lugar donde Dios quería que estuviera, debía dejar el lugar del orgullo, de la prepotencia, del egocentrismo, de la altivez, de la arrogancia, de la vanidad, de la auto exaltación, para ir al jordán, cuyo nombre en hebreo Yarden significa descender, el lugar de descenso donde debes humillarte, y confesar a Dios aquello que solo tu sabes te ha venido invadiendo como la lepra a Naamán, solo es allí, en la presencia de Dios donde al humillarte, el Alfarero podrá sanar y restaurar las magulladuras de la vasija.

3) NAAMÁN TUVO QUE  SUMERGIRSE DIARIAMENTE EN EL RÍO DE SU PRESENCIA – VERS (14B-15)

“y se zambulló siete veces en el Jordán”, este hombre luego de haber hecho la parte más difícil descender, sin pensarlo dos veces corrió y se zambulló en el rió de Dios, no una sino las siete veces como el profeta le había ordenado, se sumergió allí, en el río donde el poder y la gracia del padre celestial estaban listos para sanarlo y restaurarlo, que maravilloso como este general humillado delante de todos sin importar su condición obró conforme a la palabra de Dios dada por medio de Eliseo.

Amado hermano todo lo que este hombre, enemigo de Dios por ser general del ejército sirio, extranjero, desesperado, enfermo de lepra, tenía que hacer luego de humillarse, era obedecer la palabra de Dios y así sumergirse en el rió, para salir de el aguas convertido en un nuevo hombre no solo con piel nueva y sino con un nuevo corazón.

Sumérgete en el río de Dios y se obediente a su palabra, recuerda Naamán no se zambullo solo una, ni dos, sino siete veces. Vaya persistencia debía salir y entrar del río una y otra vez hasta cumplir las siete veces que el profeta le había mandado. La obediencia del verdadero creyente implica persistencia, ya que no solo es obedecer la palabra hoy y mañana pero pasado no. Es obedecerla los siete días a la semana, las 24 horas al día, es levantarse y acostarse, como si entráramos cada mañana y saliéramos cada noche del río de su presencia.

CONCLUSIÓN

Amado hermano no se que es aquello que quizás durante tanto tiempo has pretendido guardar bajo esa vestidura de general de cinco estrellas, pero que ha venido destruyendo poco a poco tu vida como la lepra de Naamán.

Hoy quiero hacerte una invitación a que pases al frente y puedas humillarte delante de la presencia de Dios, confesándole tu deseo de recibir su sanidad y restauración, las preciosa aguas del Jordán hoy están abiertas para todo aquel que desee ser restaurado por Dios, recuerda Jesús un día en la cruz del calvario murió por cada uno de tus pecados y enfermedades la Biblia dice en Isaías 53:4-5Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados.

El río en el que se sumergió Naamán siete veces, es tipo de Jesús ya que por medio de su preciosa sangre derramada en la cruz del calvario, la gracia del padre celestial es dada a los hombres, esa preciosa sangre esta dispuesta a limpiar y sanar a todo aquel que decida ser revestido por ella.

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