Alábale el gran Rey vive

Vers. 1 en este pasaje María magdalena fue la primer testigo, no se menciona las otras mujeres Mateo, Marcos. Ella es digna de mencionar por su afecto que tenía al maestro que había sacado 7 demonios Lucas 8:2. Sirviendo. Al pie de la cruz, en el sepelio de Jesús. El amor a Cristo es sincero pero también constante.

Era aun oscuro: Los que buscan al señor en lo oscuro una luz brilla mas y mas.

Vers. 2 Como es que no tomo en cuenta las palabras de Cristo de que el resucitaría al 3 día, pero recordemos nuestras vidas que en los tiempos oscuros no tomamos en cuenta las promesas de Jesucristo.

Vers. 8 Ellos ,Juan y Pedro todavía dudaban y no habían entendido las escrituras

Vers 11. Cuando buscamos algo que creemos buscamos y rebuscamos.

ALÁBALE EL GRAN REY VIVE

Color blanco: Pureza y santidad

¿Por que lloras María? Por que tienes tantos motivos para regocijarte.

Vers. 14: ¿Qué hizo María volverse? Muchos dicen que los ángeles se postraron eso hizo voltear a María. Apuntaron a Jesús. Por que María escucho los pasos. Esto nos debe recordar lo que dice el salmo 34.18 “Cercano esta Jehová a los quebrantados de corazón”

Raboni: Maestro mió.

Ve a mis hermanos: antes los había llamado siervos.

La cuarta persecución, bajo Marco Aurelio Antonino, 162 d.C.

Policarpo, el venerable obispo de Esmirna, se ocultó al oír que le estaban buscando, pero fue descubierto por un niño. Tras dar una comida a los guardas que le habían prendido, les pidió una hora de oración, lo que le permitieron, y oró con tal fervor que los guardas que le habían arrestado sintieron averío hecho. Sin embargo, lo llevaron ante el procónsul, y fue condenado y quemado en la plaza del mercado.

El procónsul le apremió, diciendo: «Jura, y te daré la libertad: Blasfema contra Cristo.»

Policarpo le respondió: «Durante ochenta y seis años le he servido, y nunca me ha hecho mal alguno: ¿Cómo voy yo a blasfemar contra mi Rey, que me ha salvado?» En la estaca fue sólo atado, y no clavado como era costumbre, porque les aseguró que se iba a quedar inmóvil; al encenderse la hoguera, las llamas rodearon su cuerpo, como un arco, sin tocarlo; entonces dieron orden al verdugo que lo traspasara con una espada, con lo que manó tal cantidad de sangre que apagó el fuego. Sin embargo se dio orden, por instigación de los enemigos del Evangelio, especialmente judíos, de que su cuerpo fuera consumido en la hoguera, y la petición de sus amigos, que querían darle cristiana sepultura, fue rechazada. Sin embargo, recogieron sus huesos y tanto de sus m~ como pudieron, y los hicieron enterrar decentemente.

ALÁBALE EL GRAN REY VIVE

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