Fe es estar convencidos de que lo que anhelamos y soñamos vendrá, es estar plenamente seguros de que lo que no vemos se materializará; ese es la enseñanza de Hebreos 11:1; el material que Dios utiliza para hacer su obra es la nada misma.
Dios solo necesita su palabra; y con ella creó todas las cosas; si hablamos la palabra divina veremos grandes resultados; Marcos 11:22-23.
5. Su propósito en la iglesia – Practicar el amor unos con otros y con los de afuera
La iglesia es una familia, debemos estar dispuestos a bendecir a los de la familia de la fe, pero también a todo aquel que nos necesita. Es importante recordar la parábola del Buen Samaritano, entendiendo como resume la voluntad de Dios para nuestra vida: “Amaras al Señor tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo “
6. Su propósito en la iglesia – Dar en todo la gloria a Dios
El hombre soberbio hace alarde de sus logros, el humilde da gloria al Señor. Pocos hombres lograron lo que Pablo logró; su vida estaba rodeada de múltiples virtudes; sin embargo, pudo decir que la excelencia del poder es de Dios y no de nosotros; por que el gran tesoro que es Dios mismo, está guardado en vasos sencillos de barro que somos nosotros, 2 Corintios 4:7.
Todo aquel que se humilla será levantado y el que se exalta será humillado, Lucas 14:11; Dios, dice el profeta, habita con el quebrantado . Santiago dice que el da gracia a los humildes y resiste a los soberbios, Santiago 4:6.
7. Tener un profundo amor por las almas perdidas, iniciando en nuestros pueblos alrededor y extendiéndonos al mundo entero. Hechos 1:8.
No podemos vivir conformes cuando multitudes, aquí en los Estados Unidos y en nuestras naciones, se están perdiendo día a día. Somos la luz del mundo; nosotros estamos llamados a manifestar el amor de Jesús a todos los hombres.
Somos la sal de la tierra; nuestro compromiso es grande delante de Dios por que fue a nosotros que se nos encomendó la gran comisión de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura, Marcos 16:15.
Si lo hacemos, sucederá lo que sucedió al principio de la iglesia; seremos respaldados con poder y señales, Marcos 16:20.
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