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Los amigos de la media noche

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Los amigos de la media noche

Predicas cristianas lectura bíblica de hoy: Lucas 11:5-13

INTRODUCCIÓN:

¿Tiene usted amigos que le han llegado en la media noche? ¿Se sintió feliz al levantarse? ¿Los ha atendido de buena gana? Los discípulos se acercaron a Jesús para hacerle una petición que debiera ser continua en nuestras vidas: “Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos” (Luc. 11:1b). De ese planteamiento vino la bien conocida oración del Padre nuestro, porque como alguien dijo: “El que aprende a orar, aprende a obrar”.

El escritor Lucas agrega una parábola a la llamada oración modelo. Es una parábola muy interesante pero que por no ser tan popular como la del “hijo pródigo” o la del “Buen samaritano”, no se toma muy en cuenta. Sin embargo, un estudio detenido de ella nos muestra una profunda enseñanza solo de la oración sino también de la persona que está en necesidad en la media noche.

La parábola se presta para que hablemos de hombre de la “media noche”. De esta manera vemos que en la parábola hay tres personajes. La persona que viene de camino a esa hora de la noche. El anfitrión que sale a buscar el pan porque no tiene. Y el amigo que provee -medio enojado- el pan para el que llegó con hambre.

Este mensaje lo traemos para despertar en todos nosotros la importancia de dar de comer al hombre de la media noche. Bien vale la pena estudiar este tema con esa expectativa, considerando a cada personaje en su orden de aparición.

Una reflexión detenida nos induce a ver en esta parábola como estos tres personajes se cruzan a esa hora para darnos el tema: LOS AMIGOS DE LA MEDIA NOCHE. A quién representa cada uno de estos personajes. Analicemos su actuación y sus aplicaciones.

I. HAY UN AMIGO QUE ANDA EN LA MEDIA NOCHE (El inconverso)

1. Un amigo mío ha venido v. 6.

Lo primero que tenemos que decir es que los no cristianos no son nuestros enemigos. El prejuicio religioso pudiera convertirnos en sociedades exclusivas, donde solo unos pocos tienen acceso a nuestro espacio. Una de las críticas más abiertas que le hicieron a Jesús fue que llegó a ser amigo de publicanos y pecadores. Y lo que nos llama la atención es que Jesús no rechazó tal calificativo.

Los judíos ortodoxos de su tiempo habían delineado muy bien las diferencias con las personas con quien ellos se reunirían, o a quienes aceptarían en su grupo íntimo. Pero Jesús fue amigo del ciego, del cojo, del paralítico, de la prostituta y de los ricos también.

Esa fue la gente a quien él vino a buscar, de allí que los hizo sus amigos para ganárselos para su reino. El hombre que viene en la media noche y busca representa a todos aquellos que vienen a él en sus diferentes circunstancias. Note que el texto nos dice que ese amigo anda en la media noche de su vida. ¿Quién es la gente que anda en la media noche de su vida? Pues todos aquellos que están en sus delitos y pecados. Son los hombres y mujeres a quienes Satanás les ha cegado su entendimiento para que no les resplandezca la luz del Señor.

2. Es un amigo que viene de viaje v. 6ª.

Los viajes siempre son agotadores. Los componentes de una larga caminata son el agotamiento físico, mental, emocional y la ansiedad por llegar a casa. El deseo por un buen baño, una buena comida y descanso es lo más requerido. Esta pudo ser la realidad del caminante de esta parábola. En aquellos tiempos casi todos los viajes se hacían a pie. Los caminos eran polvorientos o llenos de lodo. Las provisiones se agotan pronto, de allí que la llegada del visitante presagiaba mucha hambre. Esta es la vida de un hombre sin Dios.

Desde que nació se embarcó en el largo viaje de su vida. En su recorrido se habrá enfrentado con emociones encontradas. Sin bien es cierto que hay tiempos donde las alegrías y las risas han llenado algún espacio, también es cierto que las decepciones por la vida misma pudieran ser sus compañeros de viaje.

En ese largo camino se ha encontrado a la soledad como “compañera” de viaje, con el dolor de alguna enfermedad que no le deja o con una profunda pena del alma a la que no ha podido renunciar. En fin, el amigo sin Cristo es un viajero dominado por el cansancio de la vida. Un gran vacío no satisfecho es su peor compañero en su largo recorrido.

3. Es un amigo que viene hambriento v. 5.

Este versículo nos revela que el viajero ha llegado con bastante hambre. Note que cuando su amigo sale en búsqueda del pan le dice a su vecino “préstame tres panes”. El hambre es uno de los asuntos más notorios en el viaje de la vida. Y esta es en si la más terrible condición del inconverso. En este hombre sin Cristo hay un hambre insatisfecha. Si bien es cierto que ha comido todo lo que el mundo le ha ofrecido, se ha dado cuenta que nada lo ha saciado, por tanto no es feliz.

Sus comidas predilectas son las religiones que le dejaron sus padres con mandamientos de hombres o filosofías que le confunden más cada día para que tenga un encuentro cercano con el salvador Jesucristo. Es el hombre que vive buscando las comidas “chatarras”, eso es, aquellas comidas rápidas que no lo llenan ni lo nutren. Sin embargo este hombre tiene un hambre no satisfecha todavía.

El amigo inconverso llena su vida con las “algarobas” de este mundo porque no se ha satisfecho con la comida que hay en la casa de su Padre celestial. El amigo inconverso necesita venir a Cristo y comer de él por cuanto él es el Pan de Vida que descendió del cielo. Quien de él coma no tendrá hambre jamás.

II. HAY UN AMIGO QUE ESPERA EN LA MEDIA NOCHE (EL cristiano)

1. El amigo cristiano comparte su hogar v. 6.

La frase “ha venido a mí de viaje” pone en perspectiva la importancia que le da el “amigo cristiano” de recibir al “amigo inconverso” que llega a su casa. Por lo tanto, el hogar de un cristiano se convierte para este viajero en un sitio de esperanza y abierto para aquel que anda en la media noche. Esto nos habla mucho del amor que debe tenerse para con los que están fuera.

Alguien dibujó muy bien a este hombre, cuando dijo: “extiende tu mano y toca al alma que anda hambrienta; extiende tu mano y toca la vida que está deshecha; extiende tu mano y toca al hombre que está angustiado…extiende tu mano y da tu amor al que está sólo; extiende tu mano y da de lo tuyo al que no tiene; extiende tu mano y da luz al que está en tinieblas”. El amigo cristiano no dice ser suyo lo que puede compartir con otro.

La Biblia nos muestra al cristiano como el hombre de la mano abierta, del corazón abierto, pero sobre todo, de su hogar abierto. Así fue al principio del cristianismo. El evangelio creció por todas partes a través del ministerio que los cristianos hicieron por medio de sus propias casas. Cuando nuestros hogares se abren al amigo inconverso le estamos dando el mejor uso.

2. El amigo cristiano es diligente v. 5.

El texto no nos dice esto pero es lógico pensar que el amigo que recibió al caminante de la media noche interrumpió su sueño y tuvo que levantarse. ¿Cómo se ve la diligencia de este amigo? Pues se ve no solo al levantarse a la media noche, sino cuando sale a esa misma hora a la casa de su otro amigo e insiste en tocar la puerta para pedir pan para el hambriento. Hablamos entonces del amigo que intercede por la salvación del que está perdido. Los hombres que se salvan diariamente han sido previamente presentados en algún “aposento alto” bajo las rodillas de algún intercesor.

La salvación de los hombres no es automática. A Dios le costó su propio Hijo. En el caso de nosotros nos cuesta la intercesión continua. Pero lo más distinguido de esta parábola es ver que entre el amigo inconverso y el amigo que da el pan, hay un amigo que intercede, pero sobre todo ese amigo sale de su casa. He aquí lo que hace interesante esto. El amigo cristiano es diligente. Bien sabe él que no podrá estar tranquilo mientras hay hombres afuera clamando por el pan que satisfaga su alma.

3. El amigo cristiano no tiene pan v. 6b.

Ninguno de nosotros puede llenar el hambre espiritual de otra persona. Si así fuera estuviésemos quitándole el lugar a la palabra divina y a la obra del Espíritu Santo. Por lo tanto tenemos que ir al único que nos puede entregar los panes para el necesitado. Este hombre pide prestado “tres panes”. Esta es una actitud humilde, decorosa y cortés. Puesto que sabía de su importunidad, pide prestado y especifica su pedido. “Tres panes” son suficiente para alimentar al hambriento. No pide más nada sino lo necesario para la salvación. Esa debe ser la oración por el hambriento de la palabra.

En este reconocimiento de “no tengo que ponerle delante” hay un sentido de dependencia en la provisión divina. Cuando el creyente reconoce esto sabe que el trabajo de evangelización es una tarea que hay que hacerla con los recursos del cielo y no con los recursos humanos.

Hay gente que es convencida por otros a seguir a Cristo pero necesariamente no es convencida por Dios. Tenemos que acudir a buscar el pan. Los discípulos reconocieron su incapacidad cuando Jesús les dijo: “Dadle vosotros de comer”. El hambre espiritual es satisfecha con la palabra eterna.

III. HAY UN AMIGO A QUIEN SE DESPIERTA EN LA MEDIA NOCHE (Cristo)

1. A Jesús no se le importuna nunca v. 7.

Las casas judías más pobres para el tiempo cuando Jesús presentó esta parábola eran muy distintas a las modernas en Palestina. Eran muy sencillas. Construidas de adobe con apenas una habitación y una ventada. Por lo general eran divididas en dos partes.

En tiempo de frío casi toda la familia dormía junta al brasero que les permitía calentarse mutuamente. Puesto que dormían juntos, el tener que salir a la media noche despertaba a todo el mundo. Y en efecto el padre de familia se levantó a esa hora de la noche, y a pesar de su disgusto finalmente entregó el pan.

Ahora bien, debemos recordar que esta es una parábola y como tal está puesta para mostrarnos diferentes verdades. Por un lado Jesús no es el dueño rudo y mal humorado que duerme con su familia. Tampoco tenemos que golpear la puerta e insistir para que nos abran o nos escuchen, como hacían los profetas de Baal para que les respondieran.

El Amigo Cristo se levantará a cualquier hora que lo solicitemos. A él nunca le molestaremos con nuestras peticiones y nuestras necesidades. La verdad es que el Amigo Cristo está presto para atender nuestro pedido a favor del amigo inconverso. “Molestémosle” con esto.

3. El amigo Cristo da lo mejor que tiene v. 13.

¿Qué es lo que más quiere darnos? Vea lo que dice el v.13. Lo que el hombre más necesita no es dinero, no es más salud, no es más comodidad, no es más tiempo, no es más edad, no es más reconocimiento, no es más vida, no es más esperanza. Lo que el hombre más necesita es tener al Espíritu Santo obrando en su vida. Si usted lo tiene, lo tiene todo. Sin él usted no tiene nada. Él es el don divino que Dios tiene para todos los hombres.

¿Por qué decimos esto? Porque el Espíritu Santo te regenera y te sella para el día de la redención. Pero además de esto te hará vivir una vida de santidad; y sobre todo, te llenará de su poder para que hables a otros acerca de Señor Jesucristo. El Amigo Cristo está listo para levantarse, abrir su puerta y bendecirte.

Él habló de no dejarnos huérfanos, pues enviaría al Consolador (Jn. 14:18). Vea que este ofrecimiento no es exclusivo. Dice: “¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? V.13b. Ciertamente al caminante de la “media noche” se le dará el pan, símbolo de la palabra viva, pero sobre todas las cosas se le dará al Espíritu Santo que es el mejor regalo para todos los hombres. Cristo es el más grande amigo que tenemos. Venga usted él en su viaje de la vida.

CONCLUSIÓN:

Una de las revelaciones en la belleza del carácter de Jesús se ve cuando él dejó de llamar a sus discípulos “siervos” y los llamó “amigos”. ¿Por qué esta distinción? Bueno lo hizo porque él sabía la diferencia entre estas personas. El uno era esclavo y lo único que él tenía que hacer era cumplir las órdenes de su señor.

Las palabras que el esclavo repetía siempre era: “Si señor, lo haré…”. Nada más. En cambio Jesús dice que todo lo que él conocía del Padre se lo decía a sus amigos. Por supuesto que ser amigo es mejor.

Mis amados, en esta parábola tenemos tres amigos. Uno es el inconverso, otro es el cristiano y por supuesto el otro es Cristo. Están juntos en la “media noche”. Hay una movilización a favor del “amigo viajero”. La intercesión del amigo cristiano y el amigo Cristo hace posible el descanso y la satisfacción del amigo hambriento.

La tarea del evangelio es convertir a los hombres esclavos del pecado y del mundo a amigos de Jesucristo. Jesús le dará a conocer lo que sabe de su Padre únicamente a sus amigos. Hay un hombre que camina en la media noche a quien Jesús quiere convertirlo en su amigo. Vayamos y pidamos el pan al Señor para llenar su hambre de Dios.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Ambiente de Gracia, Fairfax, VA

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