Inicio » Predicas Cristianas » Construyendo una autopista celestial

Construyendo una autopista celestial

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Construyendo una autopista celestial

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Éxodo 3: 4-10

Introducción

En estos días pensaba en las cosas logradas todos estos años, las conquistas que tuvimos, lo que nos quedo a mitad de camino, lo que ni siquiera empezamos, y las cosas que quizás y sin darnos cuenta abortamos.

Pero si de algo estoy seguro, es que en todos estos años nos propusimos con Mary, que ustedes alcanzaran sus sueños, los anhelos de sus corazones, vivieran de una manera mejor el reino, y en alguna manera hemos logrado grandes cosas, ustedes y nosotros.

Todos queremos ser bendecidos por el Señor y muchas veces pareciera que las bendiciones se quedan a mitad de camino y no llegan, porque hace falta un puente por donde puedan venir las bendiciones, hay gente que dice que tiene los caminos trabados pero en realidad lo que no tienen son caminos.

Quiero hablarte de cómo construir una autopista celestial por donde puedan venir las bendiciones que llegaran a tu vida; y veremos cosas importantes en la vida de Moisés para que cuando Dios suelte una bendición ya sea de de salud, financiera, familiar, espiritual, haya un camino para que aterricen.

1. ¡Necesito ayudar a los demás a triunfar!

Aprende a ayudar porque así sales del egoísmo, egoísta no es el que piensa en sí mismo sino el que no piensa en los demás, es egoísta porque tiene en su cabeza el paradigma de que hay gente que gana y gente que pierde y se dice: Yo no quiero perder sino ganar; pero la persona que ayuda, piensa: Yo ganaré porque tu vas a ganar, porque así hay ganancia para todos.

Un egoísta no ayuda al otro a triunfar, piensa así: Tu triunfo es mi derrota, pero los que saben ayudar dicen: Tu triunfo es mi victoria y cuando triunfas todos ganamos, cuando empiezas a ayudar a los demás suceden cosas maravillosas. Pablo dice: No te canses de hacer el bien, porque si no desmayas vas a tener una cosecha.

El Señor me habló por medio de este pasaje de que hay una cosecha por hacer el bien a otros, un fruto, una abundancia que solamente viene por ayudar a otros a triunfar, por eso dice Pablo No te canses de ayudar a otros porque si desmayas la cosecha no vendrá a tu vida.

Cuando ayudas, estás construyendo una autopista divina para que la bendición llegue.

Jesús dijo que Juan el Bautista era el más grande de los hijos de los profetas porque le abrió el camino; es decir, que cuando abrís camino a otros eres grande para Dios, no eres grande cuando te nombran líder o jefe en tu empresa sino cuando abres camino a los demás, entonces, en ese momento Dios dirá que eres el más grande que hay en la tierra.

Juan el Bautista le abrió camino a Jesús y Jesús le abrió camino al Espíritu Santo, dijo: Me tengo que ir porque le estoy preparando camino al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo te abrió camino a ti y nosotros tenemos que abrirle caminos a los demás, una de las emociones más maravillosas que puedes sentir en esta tierra, es la emoción de ayudar al otro a triunfar.

Ayudar no es hipotecar mi casa por ti, te voy a prestar dinero, te daré el título de propiedad, me voy a sacrificar, que me duela a mí para que tu estés bien, eso no es ayudar, eso es suicidio con elegancia, ayudar es construir un puente, ayudar al otro a alcanzar su sueño, ayudar al otro es mostrarte el amino correcto de las decisiones sabias que debas tomar, y hay varias maneras de ayudar:

2. Reconociendo a la gente

John Maxwell, uno de los más grandes líderes que hay sobre la tierra en estos momentos y ex pastor, usa la regla de los treinta segundos: Usa los primeros treinta segundos para decir algo positivo a la persona que tienes al lado, lo más importante en una relación son los primeros segundos y debemos utilizarlos para reconocer, felicitar, para decir algo positivo de la persona, marcar un punto fuerte en ella. (hágalo, tómese treinta segundos)

Cuando uno deposita buena palabra en los demás va a cosechar buenas palabras de los demás, cuando hago contacto con los demás no tengo que enfocarme en mí sino en el otro, cuando aliento esos primeros treinta segundos, la impresión que genera en el otro es la apertura del corazón.

Hay gente que no puede felicitar, ni dar crédito a lo que dicen los otros: Esto lo hice yo, Dios me dijo a mí, lo hice porque Dios me dijo, tienes que dar merito al otro, gente que tiene baja estima y cree que por dar mérito a otro resta autoestima así mismo; pero cuando tu autoestima está sana, sabes quién eres en Dios y sólo entonces puedes dar crédito a los demás sin sentir que estás perdiendo.

Aprende a dar crédito, a reconocer a otros y cada vez que ayudes a triunfar, estarás construyendo un puente por donde vendrá tu bendición ¿No te sentís con más energía cuando alguien te afirma, cuando alguien te dice una palabra linda, cuando te felicitan y marcan algo positivo de tu vida? ¿No te sentís mejor? ¿No es verdad que cuando alguien te critica, te deprimís?

En cambio cuando una persona felicita, hace que el otro se acerque a él, en cambio, si tu llegas a un lugar y comienzas a quejarte, lograrás que esa persona se aleje de ti, hay gente que está sola porque ellos mismos se encargaron de espantar a todo el mundo, porque nadie los soporta, porque de su boca lo único que sale es queja.

Pero cuando empiezas a bendecir, empiezas a ser de bendición y otros te bendicen, al ayudar a los demás se acercarán dos tipos de personas:

1° Las que se benefician de tu vida y no aportan nada, solamente van a usar de lo que tienes y nunca darán nada.

2° Las que son designadas por Dios para bendecirte y tendrán Su provisión porque ayudas.

Una leyenda judía dice que dos hermanos estaban compartiendo un campo y un molino, cada noche dividían el producto del grano que habían molido juntos durante el día, un hermano vivía solo y el otro se había casado y tenía una familia grande, un día el hermano soltero pensó: No es justo que dividamos el grano de manera equitativa, yo sólo tengo que cuidarme a mí mismo pero mi hermano tiene niños que alimentar.

Así que cada noche, secretamente, llevaba algo de su harina a la bodega de su hermano, pero el hermano casado pensaba en la situación de su hermano y decía: No está bien que dividamos el grano equitativamente, porque yo tengo hijos que me proveerán cuando ya esté anciano, pero mi hermano no tiene a nadie, ¿qué hará cuando esté viejo? Así que también cada noche llevaba secretamente parte de su harina y la ponía en la bodega de su hermano.

Lógicamente, cada mañana ambos hermanos encontraban sus provisiones de harina misteriosamente con la misma cantidad, hasta que una noche se encontraron en medio del camino entre sus casas, se dieron cuenta lo que el otro estaba haciendo y se dieron un gran abrazo.

La leyenda dice que Dios fue testigo de ese momento y dijo: Este es un lugar santo, un lugar de amor y aquí es donde se construirá mi templo, se dice que el primer templo se construyó en ese mismo sitio.

¿Sabe cuál es la enseñanza? ¡Ayudaré a los demás a triunfar! Porque cuando abres camino a otros, cuando te conviertes en una canal por donde vendrá la bendición, eres grande para Dios y Él te dice que todo lo que hagas sobre la vida de los demás, Dios lo hará sobre tu propia vida, no te canses de ayudar a triunfar a los demás porque en su tiempo cosecharás grandes bendiciones.

3. Hay algo nuevo de Dios para mi vida

Construyo una autopista celestial cuando levanto mis expectativas y espero algo nuevo de Dios, Dios no terminó con tu vida, hay algo nuevo de Dios para ti, sanidad nueva, unción nueva, prosperidad nueva, bendición nueva, cuando levanto mi nivel de expectativa estoy construyendo, estoy poniendo otro ladrillo a mi puente de oro por donde vendrá mi propia bendición.

Dios bendice a quienes tienen altos niveles de expectativa, gente que dice: Estoy pasando por pruebas pero espero algo de parte del Señor, es verdad que estoy enfermo pero estoy esperando un milagro del Señor, es verdad que soy pobre pero estoy esperando prosperidad de Dios, es verdad que estoy en crisis pero estoy construyendo un puente por donde Dios mandará su provisión para mi vida.

Largo camino te resta, levanta tus expectativas, si estás deprimido, si perdiste cosas, cosas más grandes Dios te dará, hay gente que no tiene expectativas y dice: Porque perdí muchas cosas en la vida (casa, coche, familia, tiempo) Moisés era alguien muy importante en Egipto, criado bajo la sombra del faraón, vio a un egipcio maltratar a un judío y toma acción, lo mata, lo esconde y alguien lo ve, entonces Dios lo saca de allí y lo manda al desierto.

De pronto, de un minuto para el otro, Moisés pasó de tener todo a no tener nada, Dios lo mandó al desierto porque en Egipto iba a morir.

Dios te va a sacar de gente, de relaciones abusivas, de situaciones para que no mueras en ese lugar, te llevará al desierto y en el medio escucharás nuevamente una voz que te llamará: Moisés, Moisés, hay algo nuevo de parte mía.

Hoy Dios te llama y te dice que hay algo nuevo, algo grande de Su parte, es verdad que perdiste cosas pero fue para ganar otras más grandes, porque en Dios siempre hay algo nuevo, nunca se pierde, siempre hay una nueva oportunidad, Dios sacó a Moisés al desierto porque en Egipto lo matarían.

Dios te sacó de ese trabajo porque si seguías allí, te ibas a morir; si seguías con esa relación abusiva te mataría; si seguías con esa mentalidad, esa mentalidad te iba a destruir.

Pero Dios lo sacó al desierto para que Egipto salga de su corazón y en medio del desierto Dios lo llevó al monte, en medio de tu desierto Dios te llevará al monte donde te hablará y dirá: ¿Pensaste que habías perdido todo lo mejor? ¡No! lo mejor está por venir, lo que vas a ganar será más grande.

No frenes tu capacidad de ayudar a otros a triunfar, estaban los discípulos en el barco, vino una tormenta y Jesús estaba caminando y Pedro le dice: Señor, si eres tú manda que yo vaya a ti sobre el agua, y Jesús le dijo: Hombre de poca Fe, lo levantó y lo puso en la barca, lo más importante de la historia es que en medio de la tormenta vino Jesús, hay alguien viniendo en medio de tu tormenta, hay alguien acercándose en medio de tu prueba.

Lo más importante no es que Pedro caminó sobre las aguas sino que Jesús vino; y cuando pases por el valle de la sombra de la muerte, alguien vendrá para bendecirte, para sanarte, para liberarte, no importa la prueba que estás pasando.

Levanta tu nivel de expectativa, tienes que saber que hay alguien que está viniendo hacia ti y ¡Es el rey de gloria! Y mientras El llegue, yo como tu padre espiritual, estaré aquí para alentarte en la Fe.

© Daniel Tomas. Todos lo derechos reservados.

Central de Sermones … Predicas Cristianas

Deja un comentario