Predicas Cristianas
Predicas Cristianas Predica de Hoy: La obligada pregunta de un nuevo creyente
Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Hechos 8:26-40
INTRODUCCIÓN:
En el presente pasaje tenemos a un diácono-evangelista haciendo el trabajo con el que este grupo de hombres nació en la iglesia del primer siglo. Así que Felipe, uno de los siete escogidos para “atender a las mesas”, pronto fue promovido a un trabajo de mayor alcance.
De Jerusalén fue invitado a una campaña evangelística a los despreciados samaritanos, y estando en un gran avivamiento de conversiones y milagros, donde venían por cientos, y a lo mejor miles recibiendo al Señor, ahora le dijo un ángel y el Espíritu Santo que dejara la comodidad de la ciudad y viajara al desierto porque había un hombre con una gran sed espiritual.
Felipe, todo lo contrario al desobediente Jonás, obedeció al llamado y se acercó a un hombre que venía en un “limusina” (una broma), como ministro de finanzas de la reina de Candace, leyendo el corazón del evangelio en Isaías 53.
La lectura y el encuentro con Felipe originaron tres preguntas por demás importantísimas. La primera tuvo que ver con una ignorancia obvia: “¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare?” (vers. 31).
Aunque era cierto que este hombre era muy preparado, a lo mejor con estudios muy avanzados en economía, administración y hasta política de estado, en la lectura que está haciendo ahora tiene una ignorancia total.
La próxima pregunta originó en este hombre culto una confusión mental, pues no sabía si la persona que describe el profeta tenía que ver con otra persona. Su pregunta, entonces, fue: “¿De quién dice el profeta esto; de sí mismo, o de algún otro?” vers. 24.
Esta era su gran curiosidad. Y después que ambas respuestas fueron contestadas hizo otra pregunta que es la razón del mensaje de hoy: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. Veamos por qué esta pregunta es de obliga consideración para un nuevo creyente.
I. ES OBLIGADA POR EL DESEO DE OBEDIENCIA DE UN HIJO DE DIOS AL MOMENTO DE CREER
a. Un deseo profundo de obedecer.
En el caso del etíope vemos el impacto inmediato que produce la conversión en una persona. Y es que así fue como la iglesia del primer siglo concibió la idea del bautismo. Cuando un hombre y una mujer se entregaban al Señor el acto seguido, sin demora de tiempo, era bautizarse.
¿Cuánto tiempo debería una persona durar para ser bautizada? Tan pronto como nos arrepintamos de nuestros pecados, creamos al evangelio y recibamos al Señor Jesús en nuestros corazones.
Las palabras sobre las cuales actuar, son arrepentimiento y salvación. La Biblia nos recuerda: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate” (Hechos 22:16).
Los creyentes modernos piensan más en tomar una decisión para bautizarse que la que tomaron para aceptar al Señor. La diferencia entre los antiguos creyentes y nosotros fue la de una obediencia sin condiciones.
Los creyentes del primer siglo jamás concibieron una conversión a Cristo sin un acto inmediato del bautismo. Así que la pregunta del etíope revela cuán importante era la obediencia. Una prolongación para el bautismo es un acto de desobediencia.
b. Una decisión sin demora.
La Biblia no presenta periodos prolongados de espera para bautizar a una persona. Aunque creemos en la importancia que tiene el “preparar” al candidato, la gran comisión pareciera sugerirnos que la parte de “enseñándoles que guarden todas las cosas” pareciera ser lo que vendría después de la conversión.
Considere los siguientes casos bíblicos para afirmar lo que estoy diciendo. El día de Pentecostés, las tres mil personas que se arrepintieron de sus pecados “fueron bautizadas…”, el mismo día (Hechos 2:41). Los samaritanos fueron bautizados en agua “…cuando creyeron” (Hechos 8:12).
En el caso del etíope fue bautizado inmediatamente después que creyó en Cristo (Hechos 8:35-38). El Apóstol Pablo fue bautizado inmediatamente por el primer discípulo cristiano que se acercó a él (Hechos 9:17-18). Cornelio y su compañía fueron bautizados inmediatamente después que creyeron (Hechos 10:48).
El carcelero de Filipo y su casa fueron bautizados la misma noche que creyeron en Cristo (Hechos 16:30-34). Los creyentes de Éfeso fueron bautizados por Pablo tan pronto como creyeron (Hechos 19:4-5).
Son muchos los que han sido robados de las grandes bendiciones del bautismo al decir: “Estoy preparándome para eso. No estoy listo todavía para obedecer el mandamiento del bautismo en agua”. Esas frases no son bíblicas. Ahora es el tiempo “aceptable”. No retrases la decisión.
II. ES OBLIGADA PORQUE SOLO UN CONVERTIDO POR LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO PODRÁ HACERLA
a. El que creyere y fuere bautizado.
Aunque ya hemos insistido que el bautismo no salva, la fe es indispensable para ser bautizado. Si usted no tiene fe en su vida, claro está que eso pudiera ser su impedimento para ser bautizado ahora mismo.
Esta es la razón por la que no bautizamos a los bebés porque no son capaces todavía para creer. Tampoco tienen la culpa por el pecado, porque son inocentes. El bautismo es la expresión genuina de mi fe en el Señor.
Cuando la Biblia nos dice: “El que creyere y fuere bautizado será salvo”, está poniendo una especie de binomio indispensable en la salvación. La declaración anterior nos pone de manifiesto que el acto del bautismo no es la causa de la salvación, sino que se constituye en la consecuencia de la fe en un verdadero creyente.